'Tears dry on their own'

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Había pasado una semana desde que Louis tomó la decisión de divorciarse de Harry, y aunque la idea había sacudido la vida de ambos, Harry lo había aceptado, al menos de palabra. Sin embargo, los días transcurrieron entre silencios tensos y miradas furtivas, y la distancia emocional se volvió más evidente. A pesar de todo, a ambos los habían invitado como matrimonio a la gala benéfica que se celebraría al día siguiente, un evento al que la alta sociedad y los medios asistirían, convirtiéndolo en una prueba de fuego para su imagen pública.

El día antes de la gala, Louis se reunió con su abogado en la casa de Niall, quien lo había apoyado en todo momento. La sala de estar de Niall era cálida y acogedora, decorada con fotografías de viajes y recuerdos familiares. Su prometida, Eva, apareció con una sonrisa amable, sirviendo café y galletas a cada uno.

—Gracias, Eva —dijo Louis con una sonrisa, aunque sus ojos reflejaban cansancio y preocupación.

—No hay de qué, Louis. Cualquier cosa que necesites, aquí estoy —respondió ella, apretando suavemente su hombro antes de retirarse para darles espacio.

El silencio se rompió con la llegada del abogado, un hombre de mirada profunda y porte seguro. Llevaba un traje impecable y una expresión serena que irradiaba profesionalismo. Se adelantó y estrechó la mano de Louis.

—Mi nombre es Zayn Malik y soy su abogado —dijo con voz firme, tomando asiento junto a él.

Louis asintió mientras Niall observaba de cerca, atento a cada palabra. Malik desplegó un portafolio sobre la mesa y comenzó a explicar los pasos a seguir para que el proceso de divorcio avanzara con la menor complicación posible.

—Sé que este proceso es complicado emocionalmente, pero quiero que sepa que estoy aquí para representarlo y proteger sus intereses. ¿Hay algo en particular que desee discutir antes de que avancemos?

Louis respiró hondo, dejando que el aroma del café recién hecho le calmara un poco los nervios.

—Quiero que mis hijos pasen por esto con la menor afectación posible —dijo, su voz temblando apenas.

Zayn lo miró comprensivamente.

—Eso será nuestra prioridad. Trabajaremos en un plan que les brinde estabilidad y seguridad, y con suerte, minimizaremos cualquier exposición innecesaria a la prensa.

Louis asintió, agradecido por la empatía en las palabras de su abogado. Por un momento, la pesadez que sentía sobre los hombros pareció aliviarse, aunque sabía que lo más difícil estaba aún por llegar.

Zayn asintió lentamente mientras hojeaba algunos documentos en su portafolio, su expresión se tornó más seria al tocar un tema delicado.

—Louis, antes de proceder, es importante discutir la custodia de sus hijos. ¿Ha pensado en cómo se manejará este asunto? ¿Athenea y Andrew quedarán bajo su cuidado, o estarán con Harry también? —preguntó, observando atentamente a Louis.

El silencio que siguió fue pesado, casi tangible. Louis apretó la taza de café en sus manos mientras su mirada vagaba por la sala, encontrando consuelo en los rostros conocidos de las fotos que Niall y Eva habían colgado en las paredes. Volvió la vista a Zayn y respiró profundamente antes de responder, su voz era baja pero firme.

—Quedarán conmigo. Quiero asegurarme de que tengan estabilidad, un hogar donde puedan seguir sintiéndose seguros. Harry podrá verlos los fines de semana o cuando las circunstancias lo permitan, pero su custodia primaria será mía —dijo, sin apartar los ojos del abogado.

Niall, sentado a su lado, asintió lentamente, mostrando su apoyo con un leve gesto de cabeza. Sabía lo mucho que Louis estaba luchando internamente para mantenerse fuerte, y admiraba su decisión.

¿Adonde Van Los Corazónes Rotos, Harry? (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora