Louis despertó esa mañana con la sensación de que todo había cambiado. La casa, normalmente llena de risas y juegos, ahora se sentía vacía, como si la presencia de sus hijos pudiera llenar el vacío que dejaba su propio corazón roto. Athenea y Andrew no estaban. Se habían quedado con Niall, como era usual cuando Louis y Harry necesitaban espacio para manejar sus propias emociones, aunque hoy, Louis deseaba que los niños estuvieran ahí para poder abrazarlos y sentir, al menos por un momento, que todo estaba bien.
Sin embargo, nada en su vida se sentía bien ahora. La discusión de anoche seguía presente, como una pesada losa que le oprimía el pecho. La furia, el dolor y la decepción lo habían invadido por completo cuando vio lo que Harry había hecho en la gala, besando a Danna frente a todos. El golpe emocional fue tan fuerte que no pudo contenerse. Rompió el marco de la foto de su boda, la imagen de un tiempo en el que todo parecía perfecto. Esa imagen era todo lo que quedaba de un amor que ahora se sentía como una mentira.
Louis se levantó de la cama, la cabeza aún adolorida por la discusión, y se dirigió al baño. Miró su reflejo en el espejo, pero no reconoció al hombre que veía. Los ojos rojos, la cara hinchada por el llanto y la angustia de la noche anterior. No podía dejar de pensar en la humillación que sintió cuando vio a Harry besando a Danna en medio de la gala. ¿Cómo podía haber llegado a esto?
Caminó por el pasillo hasta llegar a la habitación, y al entrar, sus ojos se dirigieron inmediatamente hacia el suelo. Los pedazos de vidrio de la foto rota estaban esparcidos por toda la habitación. La imagen de su boda, de su amor, se encontraba destruida, igual que su vida en ese momento. Sin poder evitarlo, Louis dejó escapar un sollozo, su cuerpo temblando por la mezcla de ira y dolor.
Escuchó la puerta abrirse detrás de él. Era Harry. Había llegado a casa. La presencia de Harry, que antes lo llenaba de alegría, ahora solo le provocaba rabia y tristeza. Louis no se giró de inmediato, pero su cuerpo se tensó al sentir la cercanía de Harry. Sabía que la conversación de anoche aún estaba en el aire, sin resolver, pero no estaba listo para hablar.
"Louis," dijo Harry, su voz suave, pero cargada de desesperación. "Podemos hablar?"
Louis respiró hondo, intentando mantener la calma. Ya no quería discutir más, ya no quería hablar sobre lo que había pasado. "No quiero hablar," respondió, evitando mirarlo. Sabía que no podía seguir en esa situación. La decisión estaba tomada, aunque a su corazón le costara aceptarlo. "No quiero más discusiones. Ya tomé una decisión."
Harry lo miró, desconcertado. "Louis, por favor, no puedes hablar así. No es lo que queremos, ¿verdad?"
Louis se giró hacia él, sus ojos llenos de lágrimas que no podía contener. "No lo sé, Harry. Ya no lo sé." Su voz se quebró al decir esas palabras. La intensidad de la emoción lo había desbordado. "¿Cómo crees que me siento? ¿Que todo lo que construimos se derrumbó en una sola noche?"
Harry intentó acercarse, pero Louis lo detuvo. "No, Harry. No quiero que me toques. No puedo seguir con esto."
"Louis, por favor, dime qué puedo hacer para arreglarlo," insistió Harry, acercándose más, con la esperanza de encontrar una solución, pero Louis no podía darle lo que él quería.
"No puedes hacer nada," respondió Louis, con una firmeza que sorprendió incluso a él mismo. "Ya está hecho."
La atmósfera en la habitación era densa, cargada de dolor y frustración. Louis no sabía cuánto más podía soportar. "Te vi en la gala, Harry. Te vi besándola, y eso... eso fue lo que me rompió."
Harry palideció. "Louis, no es lo que piensas. Te juro que no significa nada."
Louis negó con la cabeza, sus lágrimas cayendo ahora sin control. "No sé si quiero seguir así, Harry. No sé si quiero seguir con esta farsa."
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¿Adonde Van Los Corazónes Rotos, Harry? (Editando)
Fiksi PenggemarLouis Tomlinson, un omega de ojos azules tan profundos como el océano y de belleza inigualable, ha dedicado su vida a ser un devoto esposo y madre desde su matrimonio con Harry, su alfa. Juntos han formado una familia con dos hijos, Andrew y Athenea...