𝐌𝐀𝐔𝐕𝐄, draco malfoy (traducción)

cinco

MAUVE VIOTTO

Alyssa, Finley y yo nos encontramos recorriendo las tiendas de Hogsmeade, buscando un regalo apropiado para darle a Malfoy como una manera de decirle gracias. Veo varias cosas geniales, pero ninguna que sea lo suficientemente buena para el Draco Malfoy. ¿Qué le compras a un chico que literalmente tiene todo?

La Hufflepuff suspira cuando niego con la cabeza una vez más al ver algo que darle. "Mauve, has dicho que no a más de 50 cosas que te he mostrado." Vuelve a dejar la figura en su lugar, causando que una pequeña capa de polvo cayera del mueble.

"Ya sé, ya sé," Me disculpo con la mirada. "Sólo estoy indecisa—¿qué pasa si no le gusta? ¿Y si piensa que es estúpido?"

"Bien," Alyssa posa sus manos en mis hombros, dándome una mirada seria. "Ya sé que tienes un crush en este chico intimidante, este muy, muy, muy—"

"¡Alyssa!" Empujo su hombro en broma.

"¿Qué? ¡Sólo decía!" Se ríe. "De todos modos, independiente de que no es el chico más agradable que hay, probablemente va a apreciar el gesto. Él no te odia—ni siquiera está cerca de hacerlo. Ustedes son conocidos, ¡casi amigos!" Comienza a discutir, sacudiendo un poco mi cuerpo mientras me habla. "Podrías elegir cualquier cosa de aquí y él va a estar bien con eso." Pude entender por su manera de hablar de que estaba intentando no darme muchas esperanzas. Le estaba dando el beneficio de la duda, pero obviamente siendo un poco cuidadosa en cuanto a él.

Hago una pausa, frunciendo mis labios mientras pienso. "El libro de magia oscura," digo, alcanzando el libro al cual le dije no hace unos minutos. Una sonrisa aparece en la cara de Alyssa. "Creo que le gustará esto—Theo dijo que está interesado en este tipo de cosas." Recuerdo a Theo hablándome de Draco un día que nos tocó juntos en un trabajo en parejas.

"¡Genial! Entonces vam—"

"¡Tienen muchas cosas muggle en la tienda al final de la calle!" Exclama Finley, el cual llegó con tres bolsas llenas de cosas que probablemente no sirven para nada.

Niego con la cabeza al verlo, "¿qué no compraste?" Suelto una risa, asomándome a ver qué hay dentro de las bolsas. Él las sostiene con orgullo hacia su cuerpo.

"Ja ja, muy chistosa," rueda sus ojos. "Para que sepas, había cosas en oferta. Si preguntas amablemente, te dejaré tomar prestado uno de mis DVD's."

"Te cobraré eso." Río una vez más. Pago por el libro, y antes de marcharnos, hago una parada en Honeydukes.

"Ni siquiera te gustan los dulces," comenta Alyssa, con una mirada confundida mientras agarro dos ranas de chocolate y una bolsa llena de gomitas de uno de los estantes.

"¡Pero a mí sí! ¿Son para mí?" Fin me molesta, mientras se acerca a ver las etiquetas de los caramelos en mis manos. Se acerca a agarrar las gomitas que llevo.

Golpeo su mano con el ceño fruncido. "Ya sé, pero a Draco le gustan."

"¡Draco Malfoy, oh sí, estoy tan enamorada de ti!" Me molesta Fin con una voz aguda. "Así es como suenas todos los días, Mo."

Ruedo mis ojos, "vete a la mierda, eso no es verdad."

Nos vamos de Hogsmeade un rato después, y envuelvo los regalos en un papel marrón cuando estoy sola en mi dormitorio. Dejo el regalo a un lado de mi mesa de noche, dejando una alarma para despertarme más temprano y agarrar una manzana extra en la mañana y dejar el libro sobre su escritorio sin ser vista.

...

Cuando camino hacia DCAO, Theo, Blaise y Draco ya se encuentran dentro del salón. Los saludo con la mano, sintiéndome algo atontada por la conversación por chat que tuve con Draco en la mañana. Me agradeció por el regalo, y después me pidió que lo llamara Draco en vez de Malfoy. Me pasé un buen rato tratando de calmar mi ritmo cardíaco antes de responderle.

Después pasó a llamarme amiga, por lo cual tuve que literalmente taparme la boca con la mano para no gritar desde mi puesto en el salón de clases. De ser nadie a ser llamada su amiga era un gran paso—especialmente porque Draco parecía ser muy selectivo eligiendo amistades.

"Hola Theo, hola Blaise," mi mirada va hacia Draco, quien levanta una ceja expectante, como si estuviese esperando a que diga su nombre. "Hola... Draco." Su nombre suena extraño al salir de mi boca—se siente raro no llamarlo Malfoy como todo el mundo, pero la sonrisa de orgullo que me dedica hace que valga completamente la pena.

"Buenos días, Mauve," Me responde él, ladeando su cabeza mientras me observa. "¿Cómo va tu mañana?" Su pregunta es casi en tono de broma, su ceja arqueada en lo más mínimo.

No puedo evitar sonreír de vuelta, "buena, ¿cómo va la tuya?" Levanto una ceja, devolviéndole la pregunta. Su mano se desliza a través de su escritorio, agarrando una manzana verde que se veía muy familiar.

Le da una mordida, y traga antes de responder, "Bastante bien." Una amplia sonrisa se posa en su rostro.

Me giro sobre mi silla sin responder, presionando mis labios juntos para evitar soltar algún sonido. Siento que me derrito.

"Te ves sonrojada," comenta Luna cuando entra al salón. "Sabes, el té de manzanilla te ayuda con la pigmentación del rostro." Dejo caer mi cabeza sobre mi escritorio. Ya sé que está tratando de ayudar, pero también sé que Draco puede escucharla basado en el sonido de su risa tras de mí. Me enderezo sobre mi silla, dándole una pequeña sonrisa a mi amiga.

"Gracias, Luna." Murmuro, sin querer ser grosera con ella.

Después de que nuestro pequeño grupo de amigos se volviera muy cercano, Theo, Blaise y Draco cambiaron de puestos para sentarse más cerca de mí. Detrás de mí está Draco, con Theo a su lado. Blaise y Crabbe se sientan detrás de ellos.

Draco se inclina hacia adelante, susurrando cerca de mi oído. "Sí, te ves algo sonrojada, Mauve. ¿Sucede algo?" Se burla él, un tono de humor en su voz. No puedo evitar pensar si es que sabe que me gusta—porque actúa como que sí.

Me giro para enfrentarlo, sin esperar que su cara estuviese tan cerca de la mía. Él levanta sus cejas sorprendido, y me quedo sin palabras. La respuesta que tenía preparada en mi cabeza desapareció completamente al momento de sentir su respiración contra mis labios.

"Cálmense—son las diez de la mañana. Si quisiera ver porno, no hubiese venido a clase."

"¡THEO!"

Ambos nos separamos avergonzados, Draco rascándose la nuca y yo mirando a cualquier parte menos a Draco.

Theo se encoge de hombros despreocupado antes de girarse hacia mí. "Oye, Mauve—"

"No," lo interrumpo, riéndome. Tenía un presentimiento acerca de lo que me iba a preguntar.

"¡Ni siquiera sabes lo que iba a decir!" Se quejó, cruzándose de brazos. Las esquinas de mi boca se curvaron y ladeé mi cabeza.

Levanté una ceja, "No te diré quién me gusta." Theo frunce el ceño de inmediato.

"Mierda," gruñe, recostando su cabeza sobre el escritorio. Yo me río, negando con mi cabeza. "¿Por qué no?" Continúa quejándose. Draco rueda los ojos ante la insistencia de Draco.

"No la presiones," le advierte. Cuando recién descubrieron que me gustaba alguien, Theo realmente quería saber quién era. Y a pesar de que él mismo era curioso al respecto, Draco calmaba a Theo con sus constantes intentos por saber. Me llena el corazón saber que le importa, de verdad.

"Da igual," Le doy una mirada agradecida a Draco.

"¿Ves?"

"Eso no significa que te diré," Me río, "No importa cuantas veces me preguntes—me da vergüenza."

"¿Que te guste alguien? Lo sé." Él bufa, recostandose en el respaldo de su silla. "¡Mira a tu alrededor! Casi nadie es guapo de todas maneras." Mira a las personas del salón, con una sonrisa burlesca en su rostro.

Me río fuerte ante las miradas ofendidas de Blaise y Draco.

"Sí, siéntanse ofendidos." Resopla, dándose la vuelta.