once

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MAUVE VIOTTO

Mi respiración se me atora en la garganta al momento en que mis ojos se abren y se encuentran con los encantadores ojos grises que me gustan tanto. Los ojos de Draco se alarman, como si lo hubiese atrapado mirándome y aparta la mirada. Es ahí cuando me percato de la posición en la que nos encontramos—su brazo envuelto suavemente en mi cintura con mi cabeza en su pecho.

Supe que mi cara estaba roja tan pronto vi directo a sus ojos, "Hola,"

Él volvió su mirada a mí, con una pequeña sonrisa asomándose en sus labios. "Hola, ¿dormiste bien?"

"Muy," Respondí, sonrojándome al ver su sonrisa de lado. Obviamente dormí bien—fue probablemente la mejor siesta que he tenido en mi vida. No me sorprendería que la razón fuera el brazo que está alrededor mío, acercándome a su cuerpo.

Él tararea, y siento una pequeña vibración en su pecho cuando lo hace. "Um—entonces, Theo dijo que tuviste problemas para dormir anoche," comienza a hablar. "¿Quieres hablar al respecto?"

Pienso en una respuesta, preguntándome cómo podría explicarle que estaba pensando en él sin revelar que me ha gustado desde hace tres años. "Sólo... sentí que mi cabeza estaba a punto de explotar, y necesitaba desahogarme, supongo." No fue una completa mentira, de todos modos.

"¿A las 4 de la mañana?" Cuestiona, no en un tono grosero, si no en uno curioso.

Yo asiento, "Sí," mi voz sale más baja que un susurro—la cercanía que tenemos combinado con lo ronco de su voz me causa una inmensidad de emociones. Para ser honesta, me cuesta comprender el hecho de que dormimos abrazados y que su brazo sigue envuelto alrededor de mi cintura.

Draco levanta mi rostro para mirarlo, su toque tan suave como una pluma, casi como si estuviese asustado de que podría romperme si presionaba más fuerte. El toque de sus pálidos dedos hace que sienta mi piel arder, pero de la mejor manera. "Si eso pasa de nuevo, me lo haces saber, ¿sí?" Lo dijo en un tono de petición, más que una pregunta.

Me encuentro a mi misma asintiendo de acuerdo, "Sí."

Me da una sonrisa, acariciando mi mejilla con su pulgar. "Buena chica," me halaga. Su tono cambia a uno más serio, pero aún puedo sentir dulzura en sus palabras. "Siempre estoy para tí, Mauve. Recuerda eso, ¿está bien?"

Mi boca se entreabre, pero ninguna palabra sale de ella. Siento que me estoy derritiendo, y fácilmente podría jadear ante la situación. Estoy casi asustada de que esto es un sueño, y que pronto, despertaré sola en el sillón.

Pero se siente muy real como para ser un sueño.

Siento que estoy viendo una nueva parte de él, una parte que no sólo trata de esconder al resto del mundo, sino a él mismo. "Está bien," Respondo, y el asiente en aprobación.

"Bien."

Comienzo a sacar su brazo de mi, con la intención de hacer algo productivo, pero él me atrae de vuelta hacia él, quejándose. "¿Dónde vas?" Se queja, hundiendo su rostro en el hueco de mi cuello. Sonrío ante lo empalagoso que es, ignorando la voz en mi cabeza que sostiene falsa esperanza.

"Quiero ver la hora—siento que he dormido todo el día." Me río.

Él suelta un bufido, y siento su respiración muy cerca de mi cuello. "Es porque así es."

Ruedo mis ojos, empujándolo a pesar de sus intentos de mantenerme a su lado. "No más abrazos para ti." Bromeo, tocando la punta de su nariz.

"¿Qué mierda?" Cruza sus ojos por un segundo, mirando su nariz. "¿Qué fue eso?"

"Te toqué la punta de la nariz, duh." Rodé mis ojos. Saco mi teléfono, y jadeo ante la hora que es. "¿Qué—cómo son las 5:22? ¿A qué hora llegaste?" Le pregunto, recordando que tuvo que haber llegado hace unas dos horas.

Draco se encoje de hombros, "Después de la primera clase."

Mi boca se abre, y golpeo su pecho.

"¡Te saltaste las clases!"

Él rueda sus ojos, golpeándome de vuelta. Su golpe fue mucho más suave que el mío. "Tú también." Se burló. Rodé mis ojos, levantándome para estirarme. "Tienes que haber estado muy cansada como para dormir casi 12 horas."

Río ante su comentario, "no tienes idea."

Agarro mi cabello en un moño, sin preocuparme de que luzca bien como lo hace durante la escuela. Aparto unos cabellos para que se vea mejor, usando la gran ventana como espejo.

Considerando que dormimos aquí por horas, algunas personas nos vieron, ¿no? A no ser de que nadie haya venido después de clases—pero eso es casi imposible. Me pregunto si a Draco le importa que nos hayan visto en esa posición. Cuando me giro, él está escribiendo rápidamente en su celular, concentrado en la conversación que está teniendo. Sé que no está escribiendo al grupo porque mi teléfono está en el bolsillo de mis pantalones y definitivamente lo sentiría vibrar.

"¿A quién le escribes que te hace escribir tanto?" Me río cuando veo los párrafos que tiene escritos. Traté de no leer alguna palabra por educación. Hubiese sido grosero de mi parte.

Él lo guarda en su bolsillo, dándome toda su atención nuevamente. "Sólo es Theo," se encoje de hombros. Da un vistazo a mi cabello, "Nunca te había visto con el cabello así... se ve lindo." Me dice, ladeando su cabeza a un lado mientras lo observa. Se acerca a mi, jugando con los mechones que caían a los lados. "Tu cabello es tan suave..."

"Gracias," Le sonrío, encontrándome con su mirada. Él mira hacia otro lado, tosiendo.

"Deberíamos uh—debería volver a mi dormitorio. Theo me necesita para algo."

"Bien," Asiento, ignorando el hecho de que suena a una mala excusa. Frunzo el ceño ante su repentina necesidad de evitar mi mirada. "Yo uh—te veo en la cena."

Él sólo asiente con la cabeza antes de salir prácticamente corriendo de mi sala común.

𝐌𝐀𝐔𝐕𝐄, draco malfoy (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora