seis

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MAUVE VIOTTO

Me encuentro en la sala común de Ravenclaw estudiando para mi próximo examen de Herbología. Era una materia fácil, pero quería asegurarme de que me iría bien en este tomando en cuenta de que en el anterior no me había ido tan bien. Con suerte, subiría mi nota.

"Hola, Mauve, ¿estudiando?" Padma entra a la sala y toma asiento en el sofá a mi lado, sacando un libro de su bolso.

Yo asiento con la cabeza, mostrándole la portada de mi libro. "Para ese examen de Herbología que hay mañana, ¿ya estudiaste?" Le pregunto, a pesar de sentir que ya sé la respuesta.

Mis sospechas son correctas, pues con una sonrisa me responde, "Sí, estuve despierta toda la noche estudiando."

El silencio se apodera mientras ambas nos ponemos a leer nuestros libros de inmediato. Hay un aura de calma en la sala común. Sigo estudiando lo que necesitaba hasta que llegan las 5 de la tarde. Bostezando, me levanto y estiro mis brazos. "Iré a caminar," Le digo a Padma, sintiéndome cansada por todo lo que había estudiado durante el día. Ella asiente, despidiéndose mientras me dirijo a la salida del lugar.

Bajo las escaleras rápidamente, topándome con Draco y Theo cuando llego a las escaleras movedizas. "¡Hey!" Les sonrío mientras ambos se acercan hacia mí. Theo lleva una gran sonrisa en su rostro, mientras que Draco se ve despreocupado, pero aún así veo como una sonrisa se asoma en sus labios.

"¡Heya!" Theo llega hacia mí, revolviendo mi cabello. Ruedo mis ojos y lo empujo lejos de mí. "¿Dónde vas?" Me pregunta, inclinando su cabeza hacia abajo para ver mi rostro directamente. Odio ser más baja que ellos, pero para ser justa, 1,70 no es ser baja a menos que esté a su lado.

Me encojo de hombros, "Para ser honesta sólo quería salir a caminar, he estado sentada todo el día estudiando." Confieso, estirando mis brazos frente a mí.

"¿Cansada?" Me pregunta Draco con una ceja alzada.

Yo asiento, riendo adormilada. "Muy."

Theo tararea, tocándose la barbilla mientras piensa. "Bueno, ya casi es hora de la cena, ¿tomaste una siesta o algo?" Me sugiere él.

Yo niego con la cabeza, mirándolo incrédula. "¿Y perder la cena para quedarme hambrienta toda la noche?" Ya me ha pasado más de una vez antes, y escabullirme para ir a la cocina en la noche no es algo que me agrade demasiado.

"Pon una alarma, duh." Rueda sus ojos, sacando su teléfono de su bolsillo para hacer el gesto. Cuando mira la pantalla, sus ojos se abren exageradamente. "Mierda, ¡se supone que tenía que verme con Fin hace diez minutos! ¡Debemos ver nuestro show favorito!" Nuestra conversación anterior queda en el olvido cuando se da cuenta de la hora.

Comienza a marcharse rápidamente despidiéndose mientras camina en dirección a la biblioteca.

"¿Por qué no tomas una siesta en tu dormitorio o algo?" Me pregunta Draco, volviendo a nuestra conversación mientras vemos a Theo correr en pánico—como si fuese una situación de vida o muerte.

"Cho está con unas amigas," Me quejo. "No estamos—uh—no estamos en los mejores términos." No estoy segura de que alguna vez podría ser cercana a Cho, y créanme, lo he tratado. No puedo evitar sentir que vigila cada movimiento que hago, o peor, juzgándome. Siento que ella tiene una imagen clara del tipo de gente que tiene a su alrededor, y yo no encajo en eso.

Y ahora que soy más cercana a Draco, dudo que quiera asociarse conmigo.

Draco ladea su cabeza a un lado, mientras sus ojos están mirándome con cuidado. "Tu podrías... Yo tengo mi propio dormitorio." Tose en su mano algo avergonzado. "Puedes tomar una siesta ahí si quieres. Te despertaré cuando sea hora de cenar."

Levanto una ceja y sonrío de lado. Me acerco a él y doy un toque en su pecho, "vaya, primero invítame a salir." Bromeo, dejando de lado los pensamientos que invadieron mi cabeza.

Sacude su cabeza, mordiendo su labio para reprimir la risa que amenazaba aparecer en su rostro. "Cállate," murmura. "¿Entonces?" Me mira expectante.

Ruedo mis ojos, pensando en la oferta. Me encojo de hombros, y asiento. "Claro. Gracias, Draco." Sonrío.

Sus ojos se arrugan, brillando cuando me escucha llamarlo por su primer nombre. "¿Qué fue eso?" Bromea, agachándose para alcanzar mi altura, con su mano alrededor de su oído. "Perdón, sonó como—¿como un 'gracias'? De la mismísima Mauve Viotto?" Me molestó, burlándose de nuestra conversación que tuvimos por teléfono previamente.

Sacudo mi cabeza divertida—no necesitaba verme al espejo para saber que estaba sonriendo como una idiota. "Cállate, Malfoy." Lo molesto, usando su apellido a propósito.

Él rueda sus ojos, sabiendo que lo hice con intención de molestarlo. Una risa se asoma en sus labios. Da un paso hacia atrás, su brazo estirado para hacer un gesto hacia el pasillo. "¿Vamos?"

Draco me guía hacia las mazmorras donde está la sala común de Slytherin. Murmura la contraseña y el pasaje se abre, dando camino a una sala decorada elegantemente. Mis ojos miran maravillados a mi alrededor—decir que es un lugar hermoso sería poco. Luce antigua, pero de una manera que emana realeza. Habían largas cortinas color esmeralda cayendo desde el techo. Los colores de Slytherin decoraban con orgullo cada esquina.

La sala común de Ravenclaw puede que tenga algo de competencia, pero jamás admitiría eso en voz alta.

Una sonrisa de lado se forma en el rostro de Draco al darse cuenta que estaba mirando con admiración el lugar. "Hermosa, ¿no crees?" Tararea, golpeando suavemente mi brazo con su codo.

Salgo de mi trance, girándome rápidamente hacia él y mi mirada encontrándose con la suya. Ruedo mis ojos. "Eres tan arrogante, tú y tu orgullo de casa." Bufé, sacudiendo mi cabeza.

Él levanta una ceja, "no es un crimen—y debería decir, nunca respondiste la pregunta." Ladea su cabeza, una mirada expectante en su rostro. Él y yo sabemos que el lugar es absolutamente maravilloso. Los Slytherin viven en el lado más lujoso, de todas maneras.

Pongo mis manos en sus hombros, girándolo hacia lo que parece el área de los dormitorios, "Sólo muéstrame tu dormitorio," Resoplo.

Él se ríe y comienza a dirigirme hacia las escaleras. "¿Ansiosa?" Se gira para mirarme un segundo, antes de ir hacia el dormitorio de los chicos, con una mirada sugestiva en su rostro. "Por lo menos llévame a una cita primero," se burla de las palabras que usé hace un rato.

Se gira disimuladamente para captar algo de mi reacción ante sus palabras, mi expresión seria chocando con la suya, la cual estaba entretenida. "Ja ja," digo con sarcasmo. "Eres tan chistoso."

"Es lo que me han dicho." Le quita el seguro a la puerta que se encuentra al final del pasillo, dejando ver una habitación individual. Su cama se encuentra en medio, hay un pequeño escritorio en la esquina, y dos lámparas en las mesas de noche a los lados de su cama. Incluso tiene un baño conectado a su habitación, el cual envidio.

Tarareo, observando lo limpia que está su habitación. No esperaba que estuviese así. "Lindo dormitorio."

"Gracias," Draco se sienta en su escritorio, sacando un libro de un cajón. "Leeré un poco mientras duermes, ponte cómoda." Me indica su cama. Abre el libro, sumiéndose de inmediato en la lectura.

Me siento algo avergonzada mientras me deslizo bajo las colchas verdes. Nunca me he quedado dormida en otro dormitorio que no sea el mío, y ahora estoy en la cama del chico que me gusta. Me sonrojo ante el pensamiento, sacudiendo mi cabeza y acurrucándome para estar un poco más cálida. Me quedo dormida en paz, el fuerte olor de menta y manzanas verdes apoderándose de mi mente mientras pierdo la consciencia.

𝐌𝐀𝐔𝐕𝐄, draco malfoy (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora