𝐌𝐀𝐔𝐕𝐄, draco malfoy (traducción)

treinta y dos, final

DRACO MALFOY

La mañana siguiente es casi aterradora cuando me despierto. Las sábanas a mi lado están arrugadas y vacías, y un ceño fruncido comienza a tirar de mis labios cuando lo noto.

Empujando mi cuerpo hacia arriba lentamente, froto mis ojos mientras el molesto sol brilla a través mis cortinas. Parpadeo un par de veces, el recuerdo de la conversación de anoche comienza a dar vueltas de nuevo en mi cabeza. Mis pies se deslizan sobre el suelo, golpeando suavemente la madera oscura mientras salgo de mi habitación.

Cuando entro en la sala común, me encuentro con una vista muy interesante. Mauve y Parkinson están una frente a la otra... manteniendo una conversación civilizada. Mis ojos recorren la habitación con confusión y cuando Mauve se da cuenta de mi presencia, sonríe con complicidad, casi de una manera triste. Mis cejas se conectan con preocupación cuando comienzo a caminar hacia ella.

"Oye... ¿está todo bien?" Cuestiono en confusión.

Ella asiente lentamente, "Sí... creo que lo sí". Su respuesta es vaga, y la sensación en mi estómago no se calma cuando comparte una mirada con Parkinson. "Felicidades, por cierto. Ustedes dos hacen una pareja muy linda".

Mis ojos se abren, las cejas se unen en confusión. "¿Q-qué?"

Mauve solo me da un pequeño asentimiento antes de irse, sin echar otra mirada a nadie en la habitación. De repente, me doy cuenta de las miradas confusas y acaloradas de mis amigos que han estado parados a un lado.

"¿Ella... qué dijo ella?" Parpadeo rápidamente, todavía luchando por entender lo que acaba de pasar. Pareja. Se refirió a Parkinson y a mí como una pareja. No éramos pareja, en absoluto.

Theo se burla. "Amigo, todo esto está bastante jodido. ¿Cuándo nos ibas a decir?" Me golpea el hombro con fuerza.

"¿Decirles qué? Amigo, son las 7 de la mañana en un día sábado. Estoy jodidamente confundido". Resoplido de frustración. Mi mano viaja a mi cabeza, desenredando los pequeños nudos de mi cabello. Por un momento, siento que todavía estoy medio dormido.

Parkinson elige este momento para hablar, acercando su brazo y entrelazándolo con el mío. "¡Tonto, está hablando de que estamos saliendo!"

"¡¿Saliendo?!" Farfullo, mi cabeza golpeando la de ella. "¡No estamos saliendo!"

Su sonrisa flaquea, "Sí lo estamos, Draco. No seas tonto."

"¡Nunca te pedí eso!" Niego con la cabeza, negándome a aceptar sus palabras. No dejaré que diga tales mentiras.

Parkinson se encoge de hombros. "No tenías que hacerlo", responde ella. "Íbamos a hacerlo todos modos. Todo el mundo lo sabía".

Niego de nuevo con la cabeza. "No, yo... yo no... esto no se suponía que sucediera." Gimo de frustración. "Mira, lo que sea que creas que está pasando entre nosotros", hago un gesto entre los dos antes de quitar su brazo del mío, "está mal. No estamos saliendo, no estamos juntos. No me gustas". Las palabras se derraman rápidamente y veo cómo el dolor se extiende por su rostro. Pero, francamente, no podría importarme menos. La única persona en mi mente en ese momento era Mauve. Mauve, mauve y mauve. Ella es todo en lo que puedo pensar ahora mismo.

Ni siquiera me doy cuenta cuando ella huye de la habitación, hasta que Blaise habla en voz baja. "Buena manera de empezar un sábado por la mañana, amigo."

"Cállate", gruñí.

Theo se ríe. No la risa brillante que tiene después de que se cuenta una broma. Fue sarcástica, una risa burlona. "Compañero," puso su mano sobre mi hombro, dándome palmaditas dos veces. "La cagaste."