𝐌𝐀𝐔𝐕𝐄, draco malfoy (traducción)

uno

MAUVE VIOTTO

—¿Qué mierda?—Alyssa está a una pregunta de destruir la biblioteca por completo, y sé eso porque es un hecho. Ella gruñe, golpeando su cabeza contra la mesa muchas veces.—¡Esto ni siquiera tiene sentido!—Se queja.

Nos encontramos intentando terminar la tarea de Pociones que ambas olvidamos hacer. Me reiría ante su clara lucha contra el conocimiento, pero me encuentro en la misma situación que ella.

—¿Deberíamos siquiera molestarnos en hacerlo?—Me encojo de hombros, perdiendo esperanza. Son casi las tres de la mañana, y apenas tenemos un par de palabras escritas en el pergamino en frente de nosotras.

—No puedo reprobar esta clase,—me recuerda ella con una mirada fulminante.—Ma y Pá me arrastrarán de vuelta a la escuela pública.—Rodó sus ojos. La madre de Alyssa es bruja, pero su padre es un muggle. Él es muy estricto -- Alyssa me dijo que tuvo que rogarle por semanas para enviar su aplicación para asistir a Hogwarts.

—Mierda,—Gruño. Pasé una mano por mi cabello frustrada.—¿Qué hacemos? No hay manera de que podamos terminar esto ahora.—Miro al reloj en la pared, mientras la manecilla gira alrededor del círculo. Podríamos ser pilladas en cualquier momento al estar en la biblioteca a esta hora, lo que aumentaría las posibilidades de que el padre de Alyssa la saque de Hogwarts.

Trato de buscar en mi cabeza una idea, hasta que Alyssa suelta una pequeña risa. Le doy una mirada confusa ante su obvia apariencia de falta de sueño. Yo estoy acostumbrada a estar despierta a estas horas, pero ella no.

—¿Qué?—Le pregunto.

—Deberías hacer tu movida ahora mismo,—bromea ella, recostando su cabeza contra el escritorio de madera y soltando un pequeño bostezo.—Puedes invitarlo a salir, y después de que acepte, le pides las respuestas.—Trata de animarme, con algo de diversión en sus ojos.

Yo reflexiono ante la idea, y Alyssa mira la expresión pensativa que inunda mi rostro.

—¡No me digas que de verdad estás considerándolo!"

—¿Qué?—Me río, echándome hacia el respaldo de la silla.—Digo, es una buena idea -- y estamos algo desesperadas ahora mismo.—Hago una pausa y miro mi teléfono. Tengo su número, de todos modos. No lo invitaría a salir, pero puedo hacer otra cosa.

Agarro el dispositivo y lo desbloqueo rápidamente, buscando entre mis contactos.

—Mauve, ¿de verdad lo harás?—Se acercó con curiosidad hacia mí, apoyándose sobre la mesa, en un intento de ver qué estaba escribiendo.

Me encojo de hombros, sólo sonriendo mientras mi mirada va de mi pantalla a su mirada interesada.

—No puedo creer que apenas le hablas en tres años, ¡y ahora estás a punto de invitarlo a salir por las respuestas!—Exclama ella, moviendo sus brazos en el aire.

Ruedo mis ojos mientras hago click en el contacto de Theodore para agregarlo al grupo. Hemos tenido muchas conversaciones antes -- él definitivamente podría ayudarme a romper el hielo. Me agrego a mí, a Finley, a Malfoy, a Blaise y también a Alyssa.

—No voy a invitarlo a salir.—Resoplo mientras hago click en 'crear grupo'. Miro la pantalla con una sonrisa mientras envío el primer mensaje para notificar a todos en el chat: Hola... cómo están todos?—Pero estoy pidiendo las respuestas.—Sonrío mientras un sonido se escucha desde el celular de Alyssa.

Ella levanta una ceja, alcanzando su teléfono.—Un grupo,—Dice ella. Sus ojos vuelven hacia mí con una mirada de impresión.—Ugh, mi mejor amiga es tan inteligente.

—No tan inteligente como para terminar esta estúpida tarea, pero bueno.—Me río. Sorprendentemente, Malfoy responde a pesar de que sea tan tarde.

Gruño,—No creo que nos de las respuestas.—Sus respuestas suenan como si estuviese molesto, y comienzo a dudar si es que mi idea va a funcionar.

Hasta que Theo dice que Malfoy fue en busca de su bolso.

Mi cara se adorna con una sonrisa nuevamente, y mi cuello gira hacia Alyssa al darnos cuenta de lo que estaba sucediendo. No pasa mucho tiempo hasta que nuestros celulares suenan con las respuestas a la tarea enviadas por el mismo Draco Malfoy.

—¡Oh mierda!—Me mira ella con los ojos bien abiertos, y una mirada de orgullo en su rostro.—No dudo el por qué estás en Ravenclaw. Ugh, amo tu cerebro.

Ruedo mis ojos, riendo.—Vete a la mierda.

Ambas comenzamos a copiar las respuestas, obviamente cambiando algunos detalles por aquí y por allá para hacerlo menos obvio. Suspiro aliviada cuando escribo la última palabra en el pergamino, girando mi muñeca para calmar el dolor en la mano con la que escribí.

—Al fin,—Gruñó Alyssa aliviada, dejando caer su cabeza sobre la mesa mientras tira lejos su pluma. —Estoy tan jodidamente cansada.

Miro al reloj, notando que ya son casi las cuatro de la mañana.—Deberíamos irnos.—Le digo, mientras me levanto de mi asiento. La biblioteca abriría pronto, y ninguna quería meterse en problemas tras el estrés que acabamos de pasar por una tarea.

Ordenamos nuestra mesa, guardando lentamente los libros en nuestros respectivos bolsos.

—Imagínate que tú y Malfoy salieran.—rió por lo bajo, su voz tan baja como un susurro mientras caminamos hacia la salida de la biblioteca. —Estarías sin preocupaciones de por vida, chica.

La empujo, mientras un rubor subía a mis mejillas. —Cállate,—murmuro, algo avergonzada. Asomamos nuestras cabezas hacia el pasillo para asegurarnos de que Filch no esté rondando por ahí. Ambas nos apresuramos a bajar las escaleras, casi corriendo mientras Alyssa de dirige hacia las cocinas y yo hacia la Torre de Ravenclaw. Cubro mi boca al bostezar, murmurando la respuesta del acertijo a la pintura. Me sorprendo al ver que sigo funcionando correctamente como para decir una respuesta, y aún más la correcta.

—¿Por qué mierda hay tantas escaleras?—Me digo a mí misma molesta, sintiendo el cansancio por mi falta de sueño llegar a mí.

La sala común está vacía, el vidrio del candelabro brillando con la luz de la luna. El silencio no es inusual, pero es más notable en la noche. Camino directo hacia los dormitorios, cerrando discretamente la puerta tras de mí para evitar despertar a Luna, Cho o Irella. Dejo mi bolso en el piso suavemente y tomo mi pijama entre mis manos. Salgo de mi habitación para ir al baño comunal, cambiándome de ropa en uno de los compartimentos circulares que hay dentro.

Al terminar, vuelvo rápidamente a mi habitación, y caigo dormida apenas mi cabeza hace contacto con las suaves almohadas azules.