Cuando Sirius oyó el resplandor del Floo, se apresuró a entrar en la sala de recepción. Harry y Neville se estaban abrazando, pero lo que llamó la atención de Sirius fue el gran marco dorado que había sobre la mesa de centro. Los rostros inmóviles de sus dos mejores amigos, siempre jóvenes, con la mirada perdida en el techo. Se acercó temblorosamente al retrato, con los dedos temblorosos recorriendo la textura de la pintura y el lienzo.
La pintura nunca podría capturar el brillo de la picardía en los ojos de James o la forma en que el cabello de Lily ondeaba como llamas al caminar. Ambos habían estado tan llenos de vida que verlos reducidos a pigmentos en el lienzo le rompió el corazón a Sirius. Pero entonces levantó la vista y allí estaba Harry, un trozo vivo de sus mejores amigos. Tan vibrante y feliz.
-Yo... no creo que esté preparado para hablar con ellos todavía... ¿podrías...?- Harry se interrumpió, con el rostro inseguro, mientras la mano de Neville se posaba en el hombro de Harry, tratando de tranquilizar a su amigo.
Sirius comprendía por qué su ahijado estaba tan preocupado. Sería la primera vez en su vida que hablaría con sus padres, y aún no estaba preparado para enfrentarse a ellos. Lily y James no se enfadarían con él, pero Sirius también sabía que la primera vez que hablaran con su hijo sería emotiva para ellos, quizá demasiado emotiva para que Harry pudiera manejarla.
Así que Sirius haría lo que pudiera para que todos estuvieran preparados para reunirse. Tendría que informar a Lily y a James de todo lo que estaba ocurriendo para que no bombardearan a Harry con preguntas y asegurarle que nada saldría mal.
Sirius era consciente de la verdad de los retratos, de que eran una conexión directa con el más allá ya que los Potter descendían de los Peverell, Dorea y Charles siempre lo habían tratado como propio y le habían enseñado la historia de la familia. Siempre habían hecho todo lo posible para asegurarse de que estuviera incluido en todo, y Sirius los amaba por eso. Nunca se había sentido como un paria cuando estaba con ellos, como cuando estaba con su familia biológica.
Sirius atrajo a Harry en un abrazo, respirando el aroma de su cachorro; zorro, jazmín y ozono. En casa. -No te preocupes cachorro, lo entiendo y ellos también lo harán. Cuando estés listo, sólo tienes que decírmelo-.
Harry asintió contra el pecho de Sirius, manteniendo su rostro oculto. Sirius pasó su mano por la cabeza de Harry, acunando su cráneo en la palma de su mano. Se abrazaron un rato más antes de que Sirius enviara a los chicos a explorar la casa.
Sirius levantó el retrato con cuidado, asegurándose de que el marco no chocara con nada mientras se dirigía a su dormitorio y al de Remus. Lo pegó a la pared, mirándolo con nostalgia, con los ojos siguiendo la curva de la mandíbula de James y deteniéndose en la delicada mano de Lily sobre su barriga. Sirius deseaba desesperadamente hablar con ellos, pero también estaba preocupado, había fallado en la protección de su bebé y tenía miedo de lo que pudieran decirle.
Se había pasado todos sus años en Azkaban imaginando lo que le dirían, sus acusaciones y miradas de odio y decepción. Eso, más que nada, era lo que los dementores le hacían sentir. Más que el Cruciatus que su madre tanto había amado. Más que la mirada de asco de su padre cada vez que veía a su hijo. Más que el recuerdo de arrodillarse en el arroz, con las rodillas ensangrentadas, mientras aprendía a leer y escribir.
Lo que más le atormentaba era su fracaso con sus dos mejores amigos y con el chico al que consideraba su propio hijo. La idea de que Moony estaba solo en un mundo que lo odiaba por algo que no podía controlar. La idea de cómo le había fallado a su hermano pequeño, al que había criado, amado y protegido con todo su ser.
Sirius detuvo sus pensamientos acelerados, conjugando verbos en latín Possum, Poterō, Poteram, Possim, Possēs, como le enseñó su terapeuta. Respirando profundamente mientras caminaba en su sitio.
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FINDING HOME
FanfictionHarry recibe una herencia de criatura sorprendida la noche de su cumpleaños número 16. Con él llega la esperanza, el amor y más familia de la que nunca esperó. Su estado de criatura cambia todo y los secretos comienzan a ser revelados. Su punto de v...