Harry recibe una herencia de criatura sorprendida la noche de su cumpleaños número 16. Con él llega la esperanza, el amor y más familia de la que nunca esperó. Su estado de criatura cambia todo y los secretos comienzan a ser revelados. Su punto de v...
-Harry, conozco bien a Lucius y lo considero un buen amigo, no digo que estés mintiendo pero dudo que él hiciera algo así-, afirmó Bartok con preocupación. No es que dudara de su hijo, pero era difícil conciliar la imagen de alguien dispuesto a darle a un niño algo peligroso con el hombre que conocía, que adoraba a su hijo y que se dedicaba a ayudar a su mujer en su empeño de construir un orfanato mágico.
Harry se apartó de él evidentemente dolido mientras casi gritaba -¡Intentó lanzarme una maldición asesina! Si no fuera por Dobby habría muerto-. Bartok pudo ver cómo su hijo temblaba al recordarlo y no pudo evitar que sus alas salieran de su espalda y los envolvieran a ambos.
Bartok oyó el lejano estallido de la aparición de un elfo y el profundo gruñido de su viejo amigo Percival, seguido de otro estallido de la aparición de un elfo. Pero lo único que le importaba a Bartok era el recuerdo del miedo y el dolor en la cara de su hijo. Al menos, hasta que Harry se zafó por la fuerza de la sujeción de Bartok, cuando oyeron un chillido agudo -Señor Harry Potter, llamo a Dobby-, seguido de un enfurecido grito de guerra de Tiptop y el fuerte golpe de su sartén al chocar con algo.
Bartok observó confundido cómo Harry corría a separar a los dos elfos, que ahora rodaban por el suelo tirándose de las orejas. Bartok no pudo evitar mirar a Tiptop, que estaba mordiendo el hombro del otro elfo y tratando de alcanzarlo para sacarle los ojos. Ese sí que era viciosa.
-¡Tiptop para! Es un amigo. Me ha salvado la vida-. gritó Harry mientras se lanzaba sobre los dos tratando de separarlos. Tiptop le dio al desconocido elfo un último mordisco en el brazo y un furioso tirón a su brillante oreja verde antes de apartarse. Sangre verde en sus dientes mientras gruñía a Dobby y cogía su sartén, preparada.
El otro elfo se puso de pie y se escondió detrás de las piernas de Harry, agarrándolas con fuerza ojos grandes y llorosos mientras observaba a Tiptop en busca de señales de que pudiera atacar de nuevo. Dobby miró a Harry, con las lágrimas cayendo por su maltrecho rostro -El señor Harry Potter tiene una elfa feroz para protegerlo. Ella asusta a Dobby-. Susurró el elfo.
Tiptop soltó un pequeño hurumf ante eso, enderezando su vestido y agitando una mano para quitar la sangre que lo manchaba y que le cruzaba la cara.
Bartok vio como Harry se agachaba para abrazar a Dobby, usando la manga de su jersey para limpiar la sangre de la cara del elfo, preguntándole cómo estaba y haciendo que el elfo se pusiera completamente nervioso. Dobby casi se desmayó ante la atención de Harry pero su hijo no pareció darse cuenta y se giró y fue a abrazar a Tiptop agradeciéndole que le protegiera pero asegurándole que no era necesario. Sin embargo, Tiptop seguía cansada mientras miraba a Dobby por encima del hombro de Harry mientras acariciaba la espalda del joven kitsune.
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Después de que Percival acompañara a Harry fuera del despacho, el chico obviamente todavía conmocionado por todo lo que se había descubierto, Bartok se sirvió a sí mismo y a Severus otro vaso de whisky. A ambos les vendría bien después de la última hora. Se sentaron en silencio mientras bebían a sorbos, ambos reuniendo sus pensamientos.
