¡Dios santísimo, aplaca tu ira y tu rigor!
Son las diez de la mañana.
Y oficialmente acabó de salír del turno nocturno en la biblioteca.
Y sigo sin creer lo que pasó ayer.
Morgan y yo, bueno ya saben, jeje.
Si, en la biblioteca.
Y ame cada maldito segundo de ello.
Lastimosamente ella tuvo que irse en la mañana, dijo que tenía clases.
La verdad, disfrute mucho estar con ella.
Más que nada, el sentirla tan cerca de mi, el poder sentirla mía, sentirme parte de ella, la conexión que establecimos no la había sentido con nadie más.
Sentir su cuerpo junto al mío.
Anoche sentí muchas cosas, muchas cosas que creí que jamás volvería a sentir.
Tan solo el simple tacto de sus manos en mi pecho, o sus labios en mi cuello, o mis manos recorriendo cada centímetro de su cuerpo.
Y si, vi todos sus tatuajes. Y solo puedo decir. ¡Es una diosa!Tome el autobus de regreso a la universidad.
En el trayecto, dibuje varias cosas.
Entre ellas a Morgan.
Cuando estaba en la preparatoria les hacía dibujos a mis compañeros, y así ganaba un poco de dinero, y no recuerdo exactamente el por qué dejé de hacerlo.
Claro que dibujar a Morgan era bastante agradable, sus facciones son tan definifas que parece que fue tallada a mano por algún dios griego.Y hablando de Morgan, al llegar a mi edificio, y para ser más concreto a mi habitación. Mire a una linda pelinegra sentada en mi cama, yo supongo que esperándome.
-hola-dije, mientras me quitaba la chaqueta ir traía puesta. Últimamente ha estado haciendo mucho frio, y como no quiero pescar un resfriado, es mejor que me cubra.
-hola-Morgan se acercó a mi, y me deposito un beso en los labios. Yo la abrace, no estoy acostumbrado a recibir este tipo de afecto, pero no negare que es bastante agradable.
-¿qué haces aquí, pequeña? ¿Y cómo entraste, acaso vienes de vista o algo asi?-enarque una ceja. Ella sonrió.
-algo así, tengo dos razones para venir, la primera quiero estar contigo.-senti sus labios besar mi cuello-y la segunda. Tenemos que hablar de algo.
-¿de qué?-Morgan se alejo un poco.
-bueno, como ante mis padres tu y yo somos novios, ellos te invitaron a una fiesta.
-¿qué clase de fiesta?
-¡mi hermana va a casarse, es su fiesta de compromiso! Y tu al ser mi supuesto novio, deberias ir conmigo.
-¿y cuando es?-pregunte. Lo estaba considerando. Es decir, volver a ver a la familia de Morgan.
No se si debería arriesgarme.-hoy...- la mire jugar con sus dedos nerviosa. ¿Hoy, es broma?-bueno, si no quieres. No es necesario, puedo decirle a mis padres que estas enfermo o algo así, no tienes que ir si no quieres-la oí decir. He notado que habla mucho cuando e pone nerviosa.
¡Dios santo, me iré al infierno!-¡iremos, juntos! Te dije, que te quiero, ¿no es así?-la tomé del mentón, haciendo que me mirara. Ya que anteriormente había bajado la mirada.
-si, lo dijiste-sonrió.
[...]
Ya lo he dicho. Y lo volveré a decir.
¡Me iré al puto infierno!
Ahora estoy llendo a la casa de los padres de Morgan.
Tengo puesto un traje elegante, ya que al parecer a la Hydra menor, no la convencieron mís chaquetas de cuero.
Así que tengo que usar traje, aun que por lo menos la peor parte no me toco a mi.
Pues, Morgan lleva un vestido. Se ve linda.
Aún que a ella no le guste, pues lleva un vestido bastante largo, aparte del cabello planchado.
Se sigue viendo linda, pero me gusta más con sus hermosos y característicos risos.-¡me siento como una maldita monja!-Morgan se quejó.
-¡las monjas no maldicen!-dije. Morgan me sacó el dedo de en medio.
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365 Rosas (Sin Editar)
RomanceQuerer a alguien es lo más bonito de todo el puto mundo... Aún que también se puede convertir en una puta miérda. Y más, si te equivocas. Y terminas queriendo a alguien que no lo merece... Flynn Seyfried. Ese es mi nombre. Un chico batstante ocupa...