15 de agosto, 2021
Ammbar:
Me pase toda la noche llorando.
Llorándole al amor. Al estúpido amor.
Al amor no correspondido. Al correspondido.
Al sano. Al tóxico.
Al estúpido amor que nos vuelve estúpidos y nos hace hacer cosas estúpidas.
Estúpido. Estúpido. Estúpido.
Mi mente divaga maldiciendo una y otra vez al amor mientras festejamos el éxito de mi presentación de anoche.
Emilia, Robert, Axel, Natasha y Lucas están aquí, hablando y riendo. También están los tíos de Nat, Nina y Steve, y su hijo Facundo, el de la risa rara.
—¿Blake, cariño? ¿Estás aquí? —pregunta Emilia al ver que no respondo cuando parece ser que me hablaron.
—Sí, es que estoy pensando en otra cosa.
—¿Cómo en la razón de por qué tienes los ojos rojos e hinchados por llorar? —miro de mala manera a Facundo que ignora mi mirada.
—No creas que no nos dimos cuenta —dice Rob tomando mi mano a mi lado—. Pero no queríamos preguntar para no incomodarte.
—Jamás incomodan —le respondo sonriendo.
—¿Qué sucedió? —la suave voz de Emilia hace que la mire—. Nos preocupaste cuando entraste, pero queríamos que pases un buen momento y no te enfoques en lo que sea que te haya hecho llorar de esa manera.
Inspiro profundamente y decido ser sincera con las personas que, para mí, son familia.
—Amor y desamor —digo haciendo que todos frunzan los labios.
—Y el imbécil de Enzo Leone que se comportó como el mejor de los idiotas.
—La boca, Natasha —le recrimino y me mira mal.
—¿Me equivoco? —me retruca y la miro mal.
—Para empezar, tú me convenciste de aceptar.
—¿Osea que ahora es mi culpa?
Voy a decir algo, pero tiene razón, no lo es. Y por el enojo de lo que sucedió lo estoy por volcar en ella, y no sería justo.
—No, lo siento.
Veo que suspira y niega con la cabeza.
—Yo también lo siento, no debí decirte que sigas cuando todo estaba complicándose.
—Ninguna tiene que disculparse porque ninguna tuvo la culpa —dice Lucas—. Nadie mandó a Enzo a decir eso, yo no le hablo, porque estoy enojado con él.
—No tienes que enojarte —le digo.
—Es cierto —me apoya Steve—. Es algo que incumbe solo a Blake y a este chico llamado Enzo —asiento.
—Igual, no me gustó nada.
—¿Cómo sabes qué dijo? —le pregunto y mira a Natasha.
—Lo siento, pero debía insultarlo con alguien que no me rete por insultar y lo hice con él —me dice Nat y asiento.
—Ya va a pasar, un corazón roto siempre deja de doler en algún momento —me dice Nina.
—Nada dura para siempre —la apoya Facundo.
Esperemos que sea así...
Luego de hablar un poco del tema y escuchar sus consejos y su apoyo, seguimos almorzando y hablando de otras cosas.
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Sin Querer Queriendo (#1 Trilogía Tratos)
Romance"Esos ojos podrían poner a mis demonios de rodillas" Ron Israel. 1° de la Trilogía Tratos. Historia completamente mía, no copien y sean creativos. Portada hecha por mí.