23 de octubre, 2021
Ammbar:
—Enzo —lo alejo riendo—, deja de tocarme.
—¿Por qué? —pregunta frunciendo el ceño.
—Porque está tu familia y la mía, no podemos montarlo aquí —digo obvia, pero riendo.
—Podemos hacerlo en silencio —dice indignado queriendo acercarse a mí, pero me mantengo del otro lado de la mesa, mientras que todos están en la sala.
—Enzo, no podemos hacerlo en cada momento, nos va a agarrar algo —quiere alcanzarme, pero me corro y bufa.
—No nos va a agarrar nada, dramática, y no te hubieses puesto ese lindo vestido, ahora quiero levantarlo —su mirada con una sonrisa ladeada hace que sienta mi cuerpo activarse, pero respiro hondo y niego.
—No, tus manos lejos.
—¡Ammbar, deja de escapar! —vuelvo a rodear la mesa cuando intenta agarrarme, pero sus piernas son más largas, por lo tanto, camina más rápido y me logra agarrar.
Me eleva del piso detrás de mí y me sacudo riendo cuando muerde mi cuello.
—¿Qué eres? ¿Vampiro?
—Sí, pero no chupo precisamente tu sangre —mi cara se vuelve roja mientras él ríe.
—¡Enzo! ¡Por Dios, alguien puede oírte!
—¿Qué hacen? —la madre aparece y le doy un codazo a Enzo que hace que expulse aire y me suelte para que mis pies toquen el suelo.
—Mierda... —susurra Enzo en medio de una queja tocándose el costado.
—La boca —lo regaño y niega divertido.
—¿Me ayudas a elegir una botella de Ron? —me pregunta Nora y asiento, cuando se da vuelta una nalgada cae en mi culo y volteo a ver mal a Enzo que sonríe.
—Mi hijo no te deja tranquila seguramente —me dice Nora divertida cuando llegamos al bar de Enzo.
—No, pero no me molesta —le respondo haciéndola sonreír más—. ¿Este? —pregunto tomando una.
—Eso es Ginebra —dice riendo y frunciendo los labios vuelvo a dejarla ahí.
—No sé de esto, te lo dejo a ti.
—En realidad, ya sé cuál —toma la botella y me mira—. Pero te traje para poder hablar.
—¿Sucedió algo? —pregunto y niega con una suave sonrisa.
—Quiero agradecerte —me dice haciendo que la mire confusa.
—¿Por qué?
—Por volver a mi hijo un hombre mejor —abro los ojos con sorpresa y me quedo muda—. Hace tantos años no lo veía sonreír tan seguido, empezó a consultar en vez de siempre dar órdenes —voltea los ojos y sonríe—, a decir por favor y gracias, empezó a preocuparse más y demostrar un poco más sus sentimientos y eso es gracias a ti.
—Oh... bueno... —me muevo un poco nerviosa en mi lugar— en realidad no sé qué decir —ríe y trago grueso—. Yo sólo... no sé...
—Lo amas —abro los ojos con sorpresa y doy la mejor risa nerviosa que di en mi vida.
—N... osea... S... a ver, amar amar... ¿A qué se le llama eso? Porque ¿Quererlo? Ufff... un montón, pero ¿Amarlo? No sé... creo que es muy pron... o no... no sé, supongo que... no sé.
Termino suspirando y con mi corazón a punto de detenerse, ella me sonríe y coloca su mano en mi brazo con delicadeza.
—Tranquila, todo toma su tiempo, no quise presionarte.
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Sin Querer Queriendo (#1 Trilogía Tratos)
Romance"Esos ojos podrían poner a mis demonios de rodillas" Ron Israel. 1° de la Trilogía Tratos. Historia completamente mía, no copien y sean creativos. Portada hecha por mí.