Capítulo 7

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6 de julio, 2021

Ammbar:

Me limpio el sudor de la frente y voy al celular de Natasha que me prestó.

No el viejo, el suyo.

No sé qué oculta en el otro, pero en parte me preocupa.

Enzo: Dime que no te olvidaste la botella de agua esta vez.

Río por su mensaje.

Yo: No, esta vez no.

Su respuesta es inmediata.

Enzo: Ya estaba a punto de mandarte una botella.

Yo: ¿Cómo? ¿Telepatía?

Enzo: No, tonta, con Felipe.

Yo: Boca sucia y... Hablando de Felipe... ¿Qué pasa entre él y Rosa?

Enzo: Esta boca como dice cosas sucias, también puede hacerlas... y nada... ¿Por qué?

Sus palabras hacen que inhale profundamente al imaginarlo subiendo con su boca por mis muslos.

Aprieto las piernas y la botella de agua de mi mano cruje al apretarla un poco.

Yo: Sólo preguntaba.

Claramente, ignoro su comentario.

Enzo: ¿Por qué?

Yo: ¡Sólo preguntaba!

Enzo: Claro, y yo soy virgen, ajá.

Yo: Luego te cuento.

En mi mente están todas las cosas que pienso que Enzo sabe hacer y que podría hacerme.

Pero no entiendo por qué no lo hicimos desde que me besó.

¿Hay algo que nos lo impide? Yo creo que no.

Suspiro escuchando a la profesora decir que el descanso terminó y evito pensar en Enzo, o voy a tener otra humedad que no es sudor precisamente.




9 de julio, 2021

—No lo quiero. No voy a aceptarlo.

Miro molesta a Enzo y le señalo el celular nuevo que dejé en la mesa de su casa.

—¿Por qué no? —dice suspirando y eso me molesta más.

—Un montón de veces te dije que no voy a aceptar más que las clases. Ya estoy aceptando la ropa que no me dejas devolver, basta. No pienso aceptar un celular.

—Pero debemos estar comunicados.

—Yo voy a comprármelo.

—Pero...

—Pero nada, Enzo, no me siento cómoda con esto, es un extremo que no acordamos —se queda callado—. Tú me pagas las clases y también trabajo, tengo ahorrado algo y puedo comprarme uno, sólo me estoy tratando de hacer un tiempo para ir y hacerlo.

—¡Bien! —dice rendido—. Vamos, te llevo.

—No.

Da la media vuelta que hizo, con la cabeza hacia el techo y los ojos cerrados, seguramente pidiendo paciencia.

—¿Por qué no?

—Porque puedo ir sola —sigo enfrascada en mi molestia y él me mira suspirando.

Sin Querer Queriendo (#1 Trilogía Tratos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora