24 de septiembre, 2021
Ammbar:
Estuve bastante ocupada las dos semanas. Las clases, enseñar, por las tardes volver a enseñar para luego practicar.
El único espacio libre que tuve fueron los desayunos, almuerzos y cenas. Y el fin de semana.
Los cuales Natasha se enojó porque Enzo los acaparó. Pero lo que ella no entiende es que, si él llega con flores y el desayuno listo en su otra mano, no voy a decir que no y cerrarle la puerta en la cara.
Y los fines de semana me persuadía para aceptar salir con él a pasear, a merendar y a cenar, volviéndome loca en una confusión angustiosa.
Así estuvo las dos semanas completas. En la semana, simplemente llega con comida, hablamos, comemos y se va deseándome un buen día. Y los fines de semana me arrastra para que lo acompañe a sus planes.
Las. Dos. Semanas.
¿Que si me gusta?
Me encanta.
¿Que si le digo que me gusta?
Claro que no.
¿Que si me muero por besarlo?
Claro que sí.
Pero necesito de una sola cosa para estar segura y dejar de dudar tanto. Algo que aún no hace.
—Entonces... —dice Max mientras termino de estirar al final de la práctica, últimamente no hablamos mucho.
—¿Sí? —pregunto distraída.
—Tienes novio...
—No —digo tranquilamente.
—Pero ese hombre...
—No es mi novio.
No responde y lo miro, sus ojos azules están clavados en los míos, confusos.
—Es complicado.
Asiente y veo que me llaman.
—Hablando de Roma... —susurro viendo que es Enzo.
No respondo. La rechazo y salgo del salón.
Afuera Enzo está con el ceño fruncido viendo la pantalla.
—No contesté porque estaba saliendo —digo haciendo que me mire.
—Puedes responder igual —volteo los ojos y beso su mejilla.
Una vez en el auto, suspiro cerrando los ojos.
—¿Cansada?
—Como siempre.
—Podrías no estarlo...
—Ya te dije que no voy a dejar que me las pagues.
Bufa, enojado, viendo por la ventana.
—¿Cómo va todo con Rosa, Felipe?
—Bien, señorita Blake, somos buenos amigos.
—¿Amigos? —pregunto confusa y asiente—. ¿Por qué amigos?
—Porque así lo quiso ella... —susurra y miro confusa a Enzo que niega sin entender.
Me quedo con mil preguntas sentada en el asiento, hasta que Enzo toca mi pierna llamando mi atención. Sus ojos están sobre los míos, serio como siempre.
—Lucas me dijo que esta noche van los padres de Natasha a tu casa a cenar.
—Así es.
—No me dijiste.
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Sin Querer Queriendo (#1 Trilogía Tratos)
Romance"Esos ojos podrían poner a mis demonios de rodillas" Ron Israel. 1° de la Trilogía Tratos. Historia completamente mía, no copien y sean creativos. Portada hecha por mí.