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La noche llego con la puesta de sol, Aether se sentó en una roca mientras contemplaba la luna brillando por lo más alto del cielo, blanca, enorme, luminosa, el viento corriendo entre los juncos del lugar haciéndolos silbar a manera de notas o melodías dulces y naturales, uno de los ambientes favoritos del rubio, su oído seguía el ritmo de la música, mientras los grillos acompañaban la música, el joven no podía aguantar más, sentía como la música llenaba su interior con alegría y se levantó con rapidez, mientras empezaba a dar vueltas, bailo, sus pies empezaban erráticos, fallando algunos pasos y tropezando entre sí, pero, conforme pasaban los minutos, ya no le importaba si faltaba elegancia en sus movimientos, solo dedicaba a dar vueltas y vueltas, con sus manos al aire, imaginando, riendo, creyendo que había alguien frente suyo, sosteniéndolo con cuidado, alguien que lo sujetarla si caía, viéndolo con unos ojos profundos cegados por un inexplicable sentimiento, entre vueltas alargadas, la luz de la luna era tapada con los delgados troncos de los árboles, el joven rubio ya había olvidado la música, solo bailaba y bailaba, podía imaginar a aquella persona, ojos dorados como el oro, cabellos negros como la noche, piel suave y pálida como nieve ... en medio de un leve trance, solo susurro su nombre.

- Xiao ... -

No pasó ni unos instantes y Aether sintió unas manos ajenas, una tomaba su mano, y la otra sujetaba con firmeza y cuidado su cintura - ¿Me llamaste, Aether? - fue lo único que el Adeptus pudo decir para ver con cierta confusión como Aether parecía no reaccionar, es más, el menor quería guiarlo a seguir bailando al son de la melodía de la naturaleza, Aether no parecía querer hablar, solo disfrutar aquel momento que parecía sacado y hecho un sueño hecho realidad, su corazón latía con fuerza y su rostro dejaba a la vista una linda sonrisa viendo cómo Xiao fallaba al momento de seguir bailando a su lado, por lo cual, trataba de guiarlo y enseñarle los movimientos correctos, al cabo de varios minutos de baile con vueltas bajo el reflector natural de luna, las piernas de Xiao le fallaron, mientras sostenía a Aether con cautela, ambos cayeron bajo la sombra de un árbol.

La risa de Aether resonó en la oscura pero cálida noche, se le veía más feliz que antes, sentía la cálida respiración del adeptus en sus cabellos, podía oír su corazón latiendo suavemente, aquellas manos cálidas que sostenían las suyas con cuidado y temor de ser soltadas, se sentía tan bien en sus brazos ... hasta que reaccionó, alejándose con fuerza y unos rojos vivos en sus mejillas ¿Por qué dijo su nombre? ¿Por qué lo invito a bailar? El Yaksha solo lo veía con un leve rubor en las mejillas, aunque su expresión era más que nada confusión, ¿Por qué de la nada se estaba comportando así? Hace unos momentos estaba tan feliz y calmado, ahora, solo lo aleja, se aleja de él ¿Acaso volvió a hacer algo malo otra vez?

- ¿Por qué estás aquí? - hablo el rubio quien estaba abrazándose a sí mismo evitando el contacto visual con el Adeptus lo más que podía.

- Tu me llamaste, yo solo respondí -

- ¡Creí que decías en broma aquello de aparecer cada vez que te llame! - refutó levemente enojado el rubio.

- ¿Por qué daría información falsa? - Ya ni Xiao sabía quién debía estar enojado, parecía que Aether estaba tan confundido como él.

- Yo ... ¡olvídalo! ¡Hagamos como que aquí jamás pasó nada, jamás te llamé, jamás apareciste y jamás bailamos juntos! - su rostro no podía aguantar la vergüenza y el hecho de que, quizás, su corazón estaba confundiendo los sentimientos que tenía hacia el Yaksha.

- Los humanos son más extraños de lo que recordaba - sostenía una de las flores que habían caído del árbol en el cual estaba recostado.

- No somos extraños, es solo que, olvídalo, es complicado de explicar - suspiraba y trataba de arreglar sus ropas.

- De todos modos ¿Qué hacías bailando a estas horas de la noche? Es decir ¿No necesitas descansar para obtener más energías o algo similar? - veía con confusión al de dorados cabellos.

- Digamos que no pude conciliar el sueño, además, la luna se veía muy hermosa esta noche, me dieron ganas de salir a verla - reía levemente - Tal vez suene estúpido ... -

- Si, es estúpido - Hablo de forma cortante el de cabellos azabache, parecía una pérdida de energía y tiempo bailar para un astro que no tiene vida.

- No me ayudas Xiao, además, me hace feliz poder bailar en la noche, me relaja más, deberías intentarlo alguna vez - hablo volviendo a ver al adeptus mientras ordenaba su rubia cabellera.

- No lo creo, el baile no es lo mío, pero admito que lo que me enseñaste esta noche me ayudó con algo -

- ¡Vamos, te dije que lo olvidaras! - refutó el extranjero mientras daba leves golpes al brazo del contrario - De todos modos ¿Tú también no deberías estar descansando? -

- No lo necesito, no soy un humano al cual se le pueda drenar la energía, puedo sobrevivir sin necesidad de descansar, además, retrasaría mis deberes si lo hiciera - comenzaba a caminar por el lugar, a un paso lento para que Aether tal vez lo siguiera.

Aether solo lo siguió, viéndolo con curiosidad, al parecer, por fin podía tener una charla que se sintiera real con el Adeptus. Durante aquel largo recorrido, Aether pudo enterarse de varias cosas referentes al contrario, desde cosas triviales como el que su comida favorita fuese el Tofu con almendras, hasta cosas más interesantes y relevantes sobre el contrato que mantenía vigente hasta el día de hoy con una persona que se fue hace tantos años, tantos que hasta el propio Xiao había olvidado su rostro, quería saber más de ello, más de aquel contrato y sus términos o condiciones, pero Xiao marcó una línea muy clara al tratar el tema con demasiada confidencialidad, a lo cual, dejó sus insistencias, más no su intriga y curiosidad, la lira que tocaba el contrario cuando se conocieron por primera vez, fue un regalo hecho por el arconte anemo aquella vez en la que se encontraron, fue a su vez un indirecto regalo de despedida, ya de no lo volvió a ver, quizás Xiao no lo dijo directamente pero, Aether logro notarlo, además del rubio, no había nadie a sus alrededores, casi todas las anécdotas contadas, eran solo sobre él, sus aficiones, sus gustos, pero en ningún momento mencionó a alguien más, y así como todas las buenas charlas tenían un inicio, llegaba su final, y este parecía apresurado, Xiao tuvo que cortar la amena charla con la frialdad que solo su voz poseía, obligando al joven rubio a volver a la posada Wangshu a descansar, Xiao solo se quedó unos minutos viendo entre los troncos de los árboles.

- No hay necesidad de que sigas ocultandote, sal ahora - su voz demandaba viendo a aquella silueta otra vez en lo más oscuro de las sombras.

- ... - no respondió, solo lo miraba con aquellos ojos dorados, amenazantes y fríos, parecían luciérnagas en la oscuridad.

- Al menos dime ¿Qué es lo que buscas aquí? ¿Por qué tienes la necesidad de querer matar a un inocente? - hizo aparecer su lanza de tonos esmeraldas claros.

- ... - y sin decir nada, cerró los ojos y volvió a ocultarse entre las sombras.

- Escucha mi advertencia, si te veo merodeando o causando disturbios entre los pobladores de Liyue, ten por seguro que te encontrare y te haré pagar mil veces el dolor causado -

La silueta no hizo más que desvanecerse, Xiao soltó un largo suspiro ¿Por qué no solo atacó? ¿Acaso no era eso más fácil? Sabía que algún día podría lamentar el no poder haber actuado cuando tuvo la oportunidad, pero no importaba, a menos, sabía que aquel "asesino" no se atrevería a volver después de la ya dicha advertencia, a menos así, ya tenía una excusa para asesinar a alguien después de tantos años, solo esperaba que nada malo o grave pase ...

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Nota de la autora

Las tortas de chocolate y las de tres leches son buenas, pero son aún mejor si son usadas en una sola receta
gracias por leer, bye bye~

ꔷ㆒᮫᮫ᨗ᪼͘⸼ֻ݇᠂⃟🍰-Sweet_cookiecake-
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• 𝚄𝚗𝚝𝚒𝚕 𝚍𝚎𝚊𝚝𝚑 𝚞𝚗𝚒𝚝𝚎𝚜 𝚞𝚜 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora