El viento sopló con fuerza, llevándose las hojas y flores primaverales ante las ráfagas de un aire jovial.
Las hebras oscuras del joven Xiao, bailan con gracia ante el viento, mientras su mirada se perdía en el horizonte, los pájaros cantaron nuevamente, las flores comenzaron a nacer después de un gélido invierno pasado, parecía que los prados de Liyue estaban en su momento de apogeo. Una sonrisa rebosó de sus labios y comenzó a andar tranquilamente por el lugar, habían pasado meses desde que decidió vivir lejos de su antiguo hogar, ahora era verdaderamente libre.
Sus pasos seguían un camino fijo, y es que, esta mañana, se iría a darse una buena comida merecida por limpiar su ciudad del mal, ya no estaba obligado, pero, al ver a los mortales, y como eran débiles, pequeños o temerosos, comenzó a sentir compasión por aquellas manos que servían para compensar su trabajo a manera de agradecimiento, dejó de ocultarse en las sombras como solía hacer, al inicio fue difícil, no lo negaría; tantos años solo le costaron sus habilidades sociales a cambio de desgracias mal merecidas y gran parte de su cordura. Varias veces se cuestionó si en verdad debía de dejar las tinieblas, sin embargo, la ayuda de su nueva "amiga" la jovial Ganyu, había aprendido a tener charlas más amenas, hasta los temas triviales se podrían extender de una forma que ni él creía posible. La Adeptus estaba impactada del progreso que estaba logrando, no lo había logrado al 100%; pero a menos podía hablar un poco más con Xiao, podía comunicarse muy bien con él y le alegraba esto, no solo por qué aliviaba la soledad contraria, si no por qué la suya se disipaba de igual modo.
Xiao volvió a la realidad, casi caía a un pequeño estanque en medio de la plaza por no dejar de estar metido en su mente; este leve golpe de la realidad, lo hizo mirar a todos lados, notando cómo había cambiado todo el lugar después de la primera vez que vino, en el mes Dorado; parecía que hoy también eran días festivos, el regreso de la primavera traía alegría y toques de romance, se podía ver en todos lados, parejas riendo dulcemente, y sus hijos corriendo con libertad por ahí.
La melancolía se hizo presente, más aún así, el de cabellos negros sonríe sin problemas, había superado el fallecimiento de Aether, pero tenía presente su sonrisa y sus deseos, como si jamás se hubiese ido.
Los rápidos pasos de una chica se podían oír desde lejos, tal fue su prisa que, al no ver quién estaba en su camino, terminó chocando con esta persona; cayendo al piso, Xiao volteo con sorpresa y cierta confusión ¿Que había pasado? Miro al suelo, notando a una chica de cabellos morados claros en el suelo, rápidamente la ayudó a levantarse.
— Lo lamento mucho ¿Se encuentra bien? — fue lo único que se limitó a decir el de ojos dorados brindándole una mano.
— No se disculpe si la culpa fue mía; lo siento joven … — No terminó su oración, esperando oír el nombre del contrario; aún así, aceptó la ayuda contraria para pararse.
— Xiao, Adeptus Xiao; Un gusto conocerla — una sonrisa leve apareció en su rostro, intentando tener una apariencia más amigable.
— Keqing; ese es mi nombre — la contraria terminó por incorporarse y limpiar un poco su atuendo con polvo — Podría responder a una de mis incógnitas; si no fuese mucha molestia —
— Claro, aunque quizás no tenga una respuesta concreta — sostuvo el contrario mientras comenzaba a dar leves pasos.
— ¿Es usted algún conocido de la Señorita Ganyu? —
— Si la menciona, es por qué usted también ha de conocerla ¿Verdad? — una sonrisa salió de los labios contrarios, tomando desprevenida a la contraria que se sonrojo levemente ante la astucia contraria. — Y si, la conozco y tengo una estima alta por ella —
ESTÁS LEYENDO
• 𝚄𝚗𝚝𝚒𝚕 𝚍𝚎𝚊𝚝𝚑 𝚞𝚗𝚒𝚝𝚎𝚜 𝚞𝚜 •
Fanfiction. ≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪ • 𝚅𝚊𝚐𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚕𝚊 𝚝𝚒𝚎𝚛𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚟𝚒𝚟𝚘𝚜 𝚋𝚞𝚜𝚌𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚝𝚊𝚗𝚝𝚎𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚊𝚚𝚞𝚎𝚕𝚕𝚊 𝚕𝚞𝚣 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚋í𝚊 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚒𝚍𝚘, 𝚞𝚗𝚊 𝚕𝚞𝚣 𝚌𝚞𝚢𝚘 𝚋𝚛𝚒𝚕𝚕𝚘 𝚎...