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-El azúcar no va todavía -Le quitó de las manos aquella bolsa- Espera -Provo el contenido, junto las cejas como de costumbre- Esto es sal

-Se ven igual -Mirabel se alzó de hombros como si no hubiera estado a punto de echarle sal a la masa de los buñuelos

-¿En verdad eres hija de Julieta? -Se cuestionó al momento en que alejaba de ella cualquier otra cosa que pudiera agregarle a la comida

De mala gana había cambiado su tarea del día para cocinar junto a Mirabel pensando que ella al menos tendría conocimiento básico de cocina teniendo en cuenta a su madre Julieta, él mismo se culpaba por pensar aquello
Pero sin duda podía decir que cuidar a Mirabel sola era más fácil que cuidar a Mirabel y doce niños más, que constantemente decían imprudencias

Si los siguientes días haría equipo con Mirabel, no dudaría en mudarse para que no volviera a encontrarlo

-¿Eres capaz de traer huevos del gallinero? -Era relativamente fácil, las gallinas estaban comiendo en ese momento, además de que eran muy dóciles, a menos que Mirabel llevará los huevos mientras hacía malabares no había forma de que no cumpliera con la tarea

-Ve tu, yo cuidaré aquí -Señalo la mesa abarrotada de comida aún no preparada en su totalidad

-Si te lo pregunté fue por algo -Le quitó el cuchillo antes de que comenzará a picar cosas sin sentido, otra vez

-Bien -Ella rodó los ojos empezando su marcha de mala gana por los huevos, no eran niños ¿Que podría pasar?

Cinco minutos más tarde Julio vio corriendo a Mirabel con seis gallinas persiguiendola, tenía un polluelo entre las manos

[...]

-Esto es demasiado fácil que tengo ganas de ver cómo lo estropeas -Sentados en el césped pintaban las barandas de madera que más tarde irían dentro de casita

Diariamente durante dos semanas Mirabel llegaba a la casa de los Hernández para secuestrar a Julio y llevarlo a una nueva tarea, siempre los dos juntos como equipo
Lo sacaba de quicio pero ya no tanto como las primeras veces, resultaba divertido ver cuántas tragedias le ocurrían a la muchacha aunque la diversión se iba cuando él terminaba involucrado

-Si se usar una brocha -Mirabel lo miro obvia sin embargó con el pincel lleno de pintura verde se macho el rostro sin fijarse

-Claro -Era inútil decirle, al final terminaría manchada aun más

-Esto es divertido -Junto a ellos había más personas pintando, todos adolescentes que no estaban incluidos en la reconstrucción, sorprendentemente Luisa era uno de ellos

Con las piernas cruzadas se entretenía pintando con mucho cuidado, aunque con una radiante sonrisa por cuan encantadora tarea le había tocado
Pese a su musculatura, los adultos llegaron al mismo pensamiento, la pobre chica de dieciocho años necesitaba un descanso de las arduas tareas, y que mejor que la pintura para relajarse

Julio no le quitaba la mirada de encima, envidiando su físico, aunque también intrigado por ver lo feliz que se veía haciendo una tarea tan sencilla
Luisa era contraria a su hermana menor, eran muy alegres ambas claro, pero en una sintonía diferente, creyó que teniendola ahí sería más fácil desviar su atención de Mirabel, además de que no sería el único cuidandola

-Un minuto -Julio volvió a ver a la chica de gafas a su lado- Te quite los ojos de encima un minuto

-¿De qué hablas? -Ella tenía ahora una mezcla entre azul y rojo por toda la cara, con las manos se batió de tal forma que incluso tenía una barba púrpura, el único color a su disposición era el verde

°•Jurabel•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora