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-No bebas tanto -Julio le arrebató el pequeño vaso de cristal de las manos a su padre, que ahora brindaba con Agustín

-Muy cierto, no queremos que tus pantalones vuelvan a terminar como estandarte en el techo de la iglesia -Agustín alzó su vaso con gracia, recordando una vieja anécdota- Siéntate Julio, ¿Tu ya bebes?

-Ya lo he hecho señor -Con los ojos cerrados se avergonzó ante el recuerdo

-¿Y como te fue? -Era obvio que ya lo sabía o que al menos tenía una idea de lo que pasó

-Tengo sangre Hernández, usted puede imaginar cómo terminó -Se sentó junto a su padre, evitando que siguiera tomando

-Y apuesto a que al día siguiente juraste no volver a tomar -Alzo una ceja burlándose del pobre chico

-Si -Solto un vergonzoso suspiro dejando que sus mejillas se tornaran rojizas

-¡Papá! -Mirabel llegó dando un gran salto, tropezandose con la falda del vestido de novia que aún vestía

-Adelante, rompete una pierna ¿Por qué no? -Como siempre fue Julio quien la atrapó antes de caer y estamparse contra el suelo

-El muchacho hace ejercicio -Agustín parecía más que complacido con el trato de Julio hacia su hija menor, alguien fuerte y de buenas intenciones era el indicado- Te ves hermosa Mirabü

-Es bellísimo el vestido ¿verdad? -Agito su cuerpo a los lados aprendiendo los extremos del vestido para que pudieran apreciarlo mejor- Me encantó tanto

-Se refiere a que tú te ves hermosa en el vestido, no que el vestido es hermoso -Julio volvió a acomodarse en su silla, igual que siempre subiendo el autoestima de Mirabel sin saberlo siquiera

>>Punto para Hernández<< Pensó Agustín

-Yo..yo tengo que ir con mamá -Con mucho pánico hablo

yo tengo que ir con mamá -Con mucho pánico hablo

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Mirabel salió de escena tan rápido como pudo

-Samuel, no sé cómo lo hiciste pero tú muchacho es fabuloso -Brindaron por eso, Julio los miro sin comprender a que se refería, usualmente no captaba por qué las personas lo alababan tanto

-Bueno, señor Agustín -Julio comenzó a jugar nervioso con su manos- Quería hablar con usted respecto a algo.. -Trago saliva mientras un poco de sudor frío resbalaba por su rostro

[...]

-Quieren tener la charla contigo -Dolores rebanaba su comida en pequeños trozos facilitando el trabajo de los demás adultos que no sabían iniciar la conversación con Camilo, Mirabel rio a carcajadas burlándose de él- También contigo

-¿Que? -Miro a su madre, sus lentes casi se le cayeron cuando se giró tan rápido

-Ya estás en edad -Le contesto Julieta, Mirabel tratando de buscar una salida miro a su padre junto a ella pero él solo desvió la mirada fingiendo no estar prestando atención, típico

-Ni siquiera tengo novio -Se defendió sin entender por qué la plática era también con ella, si bien tenía un interés amoroso con Julio, hasta donde ella sabía no había algo más que coqueteos entre ambos

-Aún -Dijo Camilo en un susurro, este mismo siendo cómplice de lo que más tarde sucedería

-¿Saben de dónde vienen los bebés? -Isabela casi escupe el jugo que bebía al reírse tras escuchar la pregunta de su tía Pepa, Dolores, Luisa y ella ya habían sido presas de esa incomoda charla y ahora gozaba viendo a los más jóvenes con ese mismo martirio

-Por favor no -Camilo suplicaba, mientras Mirabel dejaba caer su cabeza sobre la mesa

-Saben de dónde vienen -La abuela Alma negó con la cabeza, sus hijas no eran muy buenas con esa plática, por más que la hayan dado- Por eso tenemos la escuela -Dejo los cubiertos a un lado- Félix, Agustín ustedes con Camilo -Los hombres se cambiaron de puestos para sentarse a los costados del chico- Pepa, Julieta ustedes con Mirabel

-Por favor mami -Suplico con grandes ojos brillantes- Yo no ocupo la charla

-¿No? -Su madre la cuestionó, Mirabel negó con la cabeza- ¿Entonces no te gusta el hijo de los Hernández?

-¿No? -Su madre la cuestionó, Mirabel negó con la cabeza- ¿Entonces no te gusta el hijo de los Hernández?

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-Ay Mami, que rico que te quedó el jugo -Intento desviar el tema, fallando totalmente

-Mija -La tomo de las mejillas- Para todo buen padre o madre es importante hablar con nuestros hijos, no queremos que salgan heridos

-A veces es difícil cuando inicias una relación -Pepa le tomó la mano, uniéndose a la conversación

-En un noviazgo a tu edad, uno de los dos casi siempre tiene.. -Julieta pensó con cuidado sus palabras- otras cosas en mente

-Julio no es así -Mirabel se golpeó mentalmente, exponiendo su "secreto" en voz alta, sus hermanas rieron

Todos seguían aún en la mesa del desayuno, expectantes de como les daban la horrorosa plática a los adolescentes de ese hogar

-Sabemos que él no -Dolores soltó una risita, ella en especial sabía que clase de chico era Hernández- ¿No crees que es guapo? Su cabello es tan suave

-Y es muy alto -Mirabel soltó una risa tonta, se mordió el labio con la imagen de Julio en su cabeza

-A eso nos referimos -Julieta acarició el rostro de su hija, quien se avergonzó cuando fue regresada a la realidad por la voz de su madre

-Si no tengo otra opción -Exhaló dándose por vencida, dejando que su familia la guiará en este tema del que poco estaba enterada

Camilo por otra parte quería lanzarse del techo mientras oía hablar a su tío y padre dando consejos que a cualquiera avergonzarían

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Camilo por otra parte quería lanzarse del techo mientras oía hablar a su tío y padre dando consejos que a cualquiera avergonzarían

°•Jurabel•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora