°•Jurabel•°

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-¿Por qué hay tanta gente? -Se pregunto con el seño fruncido, no le gustaban las multitudes

-Son bastantes -Concordo Jiménez igualmente sorprendida mirando a las personas llegar al evento- Creí que los de último año solo eran unos treinta

-Somos treinta -Revisaba los papeles en su mano una y otra vez sin entender nada- Estás personas no son familiares de nosotros

-¿Que tal el público? -Tan sigilosa como siempre Miranel apareció detrás de ellos sacándoles a ambos un susto

-Claro, debí suponerlo -Se masajeo la sien irritado, luego de unos segundos alzó la vista sabiendo que de nada le serviría quejarse

-Hoy es un gran día -Mirabel se abrazo a Julio, demasiado melosa- Tu último año, ahora todos sabrán que eres un adulto -Julio se avergonzó por la cercanía, en los últimos días Mirabel había estado más cariñosa de lo usual- Mereces mucha más atención que nunca, bueno tal vez también en tu cumpleaños pero tú entiendes

-Ah Mirabel -Sus mejillas estaban coloradas, los dedos de la chica se entrelazaron con los suyos y sus cuerpos estaban muy unidos

-Por la noche celebrarán entre ustedes ¿Verdad? -Jimenez se sentía un poco incómoda, obtenía un poco de su propia medicina, usualmente era ella quien incomodaba a los demás besandose con su novio

-Oh cierto -Julio abrió los ojos recordando apenas aquello- De eso quería hablar -Tomo a Mirabel de los hombros- Solo estaremos los chicos de último año, por nada de el mundo vengas

-¿Perdón? -Tanto Jiménez como Mirabel preguntaron al mismo tiempo, claramente indignadas

-No, no, no -Se corrigió- Lo que quiero decir es que preferiría que no vinieras, será un lugar lleno de chicos y chicas de diecinueve años, con alcohol, demasiada música

-Tu no tomas -Se cruzo de brazos, la idea de estar fuera de su celebración le disgustaba

-No pero.. -Una pequeña mueca se formó en su rostro, Mirabel lo comprendió, sería la primera vez que el chico haría algo fuera de lo común, como si rompiera las reglas

-Bien lo entiendo -Le sonrió, él devolvió el gesto agradecido por su comprensión- Te veré hasta mañana, prometo que hoy será tu noche

Si claro, Mirabel nunca rompería su promesa ¿No es así?

[...]

-Esta es una mala idea -Jimenez caminaba de la mano con Camilo mientras seguían a Mirabel

En la oscuridad de la noche, bajo el estrellado cielo nocturno y el frío aire golpeándolos en la cara, se dirigían directo a la granja de los López dónde se estaba llevando a cabo el festejo de recién graduados de Julio y sus compañeros

-Tengo sueño -Se quejo Camilo soltando un gran bostezó- Es media noche, yo debería estar dormido

-O siendo atrapado por el tío Bruno mientras te escabulles a la casa de Jiménez -Mirabel respondió con burla, sin detenerse en su andar

A lo lejos se comenzó a escuchar la música y de entre la oscuridad del encanto se veía a la distancia luces son siluetas bailando

-Bien, solo estaremos un minuto -Volteo a verlos con una gran sonrisa- Busquemos a Julio y veámoslo avergonzado por haber probado el alcohol

-¡Si señora! -Su mejor amiga respondió como si fuera un soldado, la idea de espiar al muchacho Hernández no le parecía muy ética pero tampoco discutiría con ella

-¿Que mejor forma para buscar a un Julio que tener a dos Mirabel? -Camilo cambio de apariencia, idéntico a su prima se cruzó de brazos orgulloso, no desperdiciaría la oportunidad de molestar

-Andando -Segura de ella misma, Mirabel señaló a la fiesta tan apartada del pueblo

Los tres se separaron entre la multitud de adultos jóvenes demasiado perdidos como para notar su intromisión en su fiesta
Los chicos que tocaban los instrumentos realmente se esforzaban por mantener el ritmo a pesar de su falta de claridad

En un grupo de chicos que estaban recargados cerca de la mesa de bebidas, se encontraba Julio riendo con sus amigos de siempre, aparentemente igual que de costumbre salvó por un pequeño rubor en su rostro

-Hola, hola, hola -Una voz algo chillona lo hizo desviar la atención de sus amigos, una gran sonrisa se formó cuando su vista cayó en un chica pequeña, con rizos y lindas gafas verdes

-Mirabü -Con un tropiezo la caminar se rio y se lanzo a darle un abrazo- ¿Por qué eres tan pequeñita? -Solto una risa tonta

-Viejo ¿Estás tomado? -La chica lo vio animada, era sorprendente ver a Julio en ese estado

-No, no -Sin dejar de abrazarla la miro a los ojos, aún riendo- Bueno quizás un poco

-Esto es genial -Se rio ella, queriendo ir por quienes venían con ella para mostrarles tan divertida situación, pero las manos de Julio se lo impidieron

-Joder -La tomo del rostro- Eres demasiado hermosa -Una sonrisa estúpida se formó en sus labios, acercando su rostro al de ella

-¿Oye que haces? -Se congelo la muchacha, estática sin saber que están pasando, los dedos de Julio acariciaron sus mejillas y su cara cada vez estaba más cerca de la suya- ¡MI AMOR!

Entonces Camilo asustado volvió a su apariencia original, aterrado por la peligrosa cercanía que había entre él y Hernández, empujándolo lejos para que viera de quién se trataba, alcoholizado tardo un rato en comprender que pasaba, hasta que alguien lo sostuvo del hombro

-Creo que te confundiste -Jimenez apareció detrás suyo, jalando a Camilo a su lado- Este es mi Madrigal, aquí tienes a la tuya -Le paso a Mirabel, quien con lágrimas en los ojos se reía por el nuevo trauma que tenía su primo

-Oh -Fue lo único que dijo Julio, probablemente sin comprender todavía todo con claridad- Bien

-Dios, esto es tan genial -Mirabel se mordía el labio, había tantas cosas que podía preguntarle a Julio y este ni siquiera dudaría en responder con sinceridad

-¿No tienen calor? -Comenzó a desabotonar su camisa, entonces Mirabel abrió enormemente los ojos recordando algo

Los Hernández no eran buenos con el alcohol

[...]

-¡Y yo estoy aquí, borracho y loco! -María se pasó la noche cantando canciones de despecho