One Piece | One-Shots

Roronoa Zoro | Odio

Llevaba bastante tiempo en la tripulación de los sombreros de paja. Tenía una buena relación con todos, menos con Zoro. Siempre hacía el esfuerzo de llevarme bien con él, pero su carácter era bastante difícil de tratar.

Habíamos embarcado en una isla para comprar comida u otros enseres, yo decidí dar una vuelta para conocerla más, y después de conseguir que Sanji se quedara en el barco, ya que quería acompañarme, emprendí el camino.

Allí me encontré a Tashigi, una espadachín de la Marina, no era una amenaza, ya que éramos amigas.

Nuestra relación se hizo más fuerte después de que la salvara de un pirata hace unos pocos de meses.

—¡Tashigi! —la llamé.

—Oh, Blair. ¿Qué tal? Llevaba tiempo sin verte.

—Hemos venido a hacer algunas compras, y tú, ¿qué haces aquí?

—De vigilancia —contestó.

Me resultó bastante extraño esa frialdad hacia mí, a pesar de conocernos de hace unos pocos meses. Pensándolo bien, era normal, la Marina y los piratas nunca se han llevado bien, me bastaba que me dirigiera la palabra.

—Blair. Necesito pedirte un favor...

—Claro, dime.

—Necesito ir a por pólvora a esa colina, son cajas bastante pesadas y Smoker ahora mismo se encuentra ocupado. ¿Podrías ayudarme?

Asentí con la cabeza.

—¡Oye, Blair! Tenemos problemas, ven —llamó Luffy.

—Ahora mismo estoy ocupada, iré un poco más tarde.

—¿Quieres que te acompañe?

—No te preocupes, voy con Tashigi.

La peli azul marino y yo comenzamos a subir la colina para llegar a su almacén. Estaba repleto de pólvora y otras armas blancas, realmente temible. Pesaban, era cierto, pero incluso a mí no me parecía para tanto.

—¿Vamos a volver a bajar? —pregunté.
 
—Sí, pero por otro lado.

De pronto la chica cambió su semblante, ya todo me parecía mucho más extraño. La conocía de hace tiempo y nunca era así.

Me encontré a Zoro llegando casi al mismo lugar que nosotras.

—¿Perdido, Cazador de Piratas? —pregunté, aunque ya sabía su respuesta.

—Cállate, mujer. No estoy perdido. He venido por voluntad propia.

El problema que tenía Zoro con la orientación era bastante grave, es totalmente incapaz de andar dos pasos en una línea recta sin perderse.

—Oh, así que venías a por mí. ¿Tengo pinta de ser una damisela en peligro?

—Sí, ¿por qué te crees que he venido? Prefiero hacer cualquier cosa antes de estar en contigo en un rango de menos de dos metros.

Lo odiaba. Al principio de unirme a Luffy, intentaba ser amable con él o que hablásemos un rato, pero siempre se cerraba. Pensé que era normal, técnicamente acababa de llegar a la tripulación, aunque esa nunca fue la razón.

Han pasado largos meses, y sigue sin tratarme bien. Decidí odiarle por ser un témpano de hielo y un gilipollas.

—Luffy me ha comentado que teníais enemigos abajo, si estás aquí es que te has perdido persiguiendo a uno —ignoré su comentario.

—Acabo de decirte que he venido para ver si necesitas ayuda.

Una mentira gigante. 

—No me apetece discutir, espadachín. Métete en tus asuntos. Tashigi, vámonos.