Sabo | Casa

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Pedido de MysticCookie9

Tener un novio del ejército Revolucionario a veces era lo peor. Podías pasar meses sin verlo por culpa de una maldita misión. 

Sabo y yo, comenzamos a salir hace un año. Al comienzo de nuestra relación, teníamos muy presente que el chico tendría que irse continuamente fuera del hogar, pero yo seguía sin acostumbrarme a ello.

Me dolía estar tanto tiempo sin él.

Con decisión y firmeza, iba a quejarme a su jefe. Toqué la puerta de su despacho varias veces.

—Dragon —dije nada más abrir —. ¿Ha llegado ya Sabo?

—Abril —se tocó el puente de la nariz. Parecía que algo estaba colmando su paciencia —. Es la cuarta vez que vienes en todo el día. No está, lo sabrías la primera, créeme. 

—¿La cuarta vez? Sí que pasa lento el tiempo —pensé en voz alta —. ¿Y cuándo va a volver? Llevo dos meses sin verlo y se me está haciendo eterno.

—Pronto, ten paciencia.

Me faltaba mucho de ella.

Cerré su puerta, quizás con un poco más de fuerza de la necesaria, y me dirigí a mi casa.

A pesar de también pertenecer en el ejército Revolucionario, lo cierto era que tenía una casa independiente. La compartía con Sabo —las pocas veces que pasaba por aquí —, y era pequeña y acogedora.

Aún era temprano, así que decidí salir a buscar a Koala, para poder hablar con ella un rato y que el tiempo pasara más rápido.

Ya era tarde, iba de camino a casa

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Ya era tarde, iba de camino a casa.

La charla con Koala se extendió un poco más de lo esperado. Pero no tenía nada más que hacer, así que no me importó.

Pero mi vaga atención al paisaje y al momento, drásticamente cambió cuando visualicé una cabellera rubia que había acariciado cantidad de veces.

No pude evitar correr hasta tener más cerca a ese sujeto, que cada vez estaba más segura de que era...

—¡Sabo!

El chico obedeció al nombre y por fin pude verlo al detalle.

Su misma cicatriz en el ojo izquierdo.

Su mismo cabello rubio y ondulado.

Sus mismos ojos negros.

—Llevaba mucho tiempo preguntando por ti —hablé, demasiado nerviosa, mientras el chico me escuchaba con atención —. No es que estuviera preocupada ni nada por el estilo, sé que eres muy fuerte, pero es mi de-

—Yo también te he echado de menos, Abril —me interrumpió y se acercó para besarme.

Ni yo misma sabía cuanto extrañaba sus labios haciendo contacto con los míos hasta en este instante.

One Piece | One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora