One Piece | One-Shots

Monkey D. Luffy | Pérdida

Spoiler Marineford!

—Se ha ido... No está....

Estaba con Luffy, poco después de que asimilara de que su hermano Ace había muerto, le había dejado y no iba a volver.

—Tienes que ser fuerte, Luffy. Por él y por tus amigos.

No era miembro de la tripulación del Sombrero de Paja, era amiga personal del chico que siempre tenía una sonrisa, pero ahora no estaba por ninguna parte.

—No puedo, quiero a Ace. ¿Por qué se ha ido?

—No se ha ido, está mirándote, cuidándote y observándote desde otro lado.

Es curioso el hecho de que Luffy nunca se ha mostrado demasiado vulnerable. No digo que no haya sufrido, para nada, solo digo que su personalidad y su fuerza mental lo ha hecho así.

—¿Me vas a dejar tú también, Astrid? —me preguntó con un tono de voz lastimero, haciendo que se me derritiera el corazón —. No quiero perder a más gente, no sé que haría sin ti.

—Nunca lo haré, de eso puedes estar seguro.

Y era cierto, no lo dejaría. Quería demasiado a ese chico y ahora que Ace estaba muerto junto con Sabo, solo me tenía a mí. No podía faltarle, necesitaba verlo cumplir su sueño.

—Tienes que seguir adelante. Ace no querría esto.

Pero no dejaba de llorar, no parecía un chico de diecisiete años, ahora mismo, tenía siete. Era otra vez el chico indefenso, débil y llorón.

—Te irás... ¡No te vayas, Astrid!

—Luffy, tranquilízate. Ya te he dicho que no lo haré, ¿no puedes creer en mi palabra? —dije.

—Ace también me prometió que nunca moriría, y lo ha hecho.

Eso me dejó sin habla totalmente. Había muchas cosas sobre Ace y Luffy que no sabía, pero esa promesa no me la esperaba.

—Él no quiso incumplirla. Quería verte lograr tu sueño —intenté consolarlo. 

Lloraba, y lo comprendía. Era totalmente normal. La muerte de un hermano no es fácil de sobrellevar. Le habían ocurrido demasiadas cosas: se había separado de su tripulación, Ace había muerto... ¿Qué sería lo siguiente?

—¿Ha sido mi culpa? —preguntó —. Se sacrificó por mí, ¿no? Eso me hace responsable de su muerte.

—No ha sido tu culpa. Si Ace hizo eso, fue porque él ya no tenía nada que cumplir y tú; en cambio, mucho por hacer.

Había hablado con Ace mil veces sobre este tema. El mayor, no tenía ningún deseo sobre vivir. Sólo quería ver a Luffy cumplir su sueño sobre ser el Rey de los Piratas.

Ace, un chico que toda su infancia estuvo atormentado por ser hijo de Gol D. Roger. Algo que no podía decidir él, simplemente su naturaleza.

El pecoso podía ser especialmente pesado con Luffy. A todas horas, cada minuto y cada segundo, hablaba de lo increíble que era su hermano y eso podían certificarlo un millón de personas.

¿Pero cuál era el plan de Ace? Sabía que su hermano sufriría más que nadie. Que la banda de los piratas de BarbaBlanca también lo haría. Que Garp y Dadan también lo haría. Y que yo, también lo haría.

—Llora, Luffy. Este es el mejor momento para desahogarte. Hazlo hasta que te quedes sin lágrimas.

Tenía fe en Luffy, creía en él, y confiaba en que superaría la muerte de su hermano, se haría más fuerte y volvería a ser el niño feliz que siempre era. El que te enamoraba con su sonrisa y te hacía enfadarte por lo tonto que era.