Capítulo 4

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ᚾᛟ ᛊᚢᛈᛖ ᛞᛖᚲᛁᚱ ᛊᛁ ᚠᚢᛖ ᚢᚾᚨ ᛃᚢᚷᚨᚱᚱᛖᛏᚨ ᛞᛖᛚ ᛞᛖᛊᛏᛁᚾᛟ,

"No supe decir si fue una jugarreta del destino,..."

Ya bien entrada la mañana Smoker entró en la base de la marina. Unos pasos delante de la puerta estaba Isaia con otros tres marines más arrastrando a unos cuatro hombres maniatados. Vestían ropa sucia y apestaban a alcohol. Uno de los marines le tendió una nota mientras explicaba que se los habían encontrado en la puerta de la base.
La nota decía: «Acababan de atracar en la isla y aprovechando que era de madrugada, decidieron que era buena idea robar el banco de la ciudad, de nada. Postdata: se que estarás muy ocupado pero si vuelves al "Poni Pisador" vigila a Romulus porfa.»

Con una sonrisa divertida se guardó la nota en el bolsillo de su chaqueta forrada y dió un par de instrucciones a sus hombres.

Esa semana Smoker siguió su rutina habitual, paseó por el puerto y por las grandes calles en busca de piratas incautos con recompensa. Gracias a la captura del mafioso de la ciudad, la isla Porfin estaba libre del mundo de la mafia, cosa de la que estar orgulloso, ahora podía dedicarse solo a observar y capturar.

Y con la captura de aquel capitán pirata, la caída de su tripulación fue inminente. Y gracias Lyra muchos de sus hombres huyeron de aquel infierno y volvieron a casa.

Volvió a paladear el nombre de la chica, le resultaba extraño dirigirse a alguien por su nombre, ya que siempre estaba rodeado de marines o piratas y los llamaba por su rango o apodo. Debería buscarle uno...

En ese momento un mote se deslizó por su mente, "Valkiria" estaría bien. Como las doncellas guerreras en aquel libro de mitología.

Después de patruyar por la ciudad y separar alguna que otra pelea se dirigió a la base a comer.

— Que aproveche capitán — dijo Tashigui sentándose a su lado con una bandeja de comida.

— Igualmente — le respondió a su suboficial viéndola llegar con la bandeja de comida — Oye Tashigui, ¿podrías buscarme algún documento de un tal Romulus? Viene del West Blue — dijo limpiándose la boca antes de comenzar el segundo plato.

— Supongo que no sabrás nada más no? Espero encontrar algo más, no como con Lyra.

Smoker se quedó pensativo y asintió recordando lo que le explicó Lyra la noche anterior.
— Es posible que le interesen los dragones. — obvió el comentario sobre la cazapiratas.

Tashigui asintió anotandolo mentalmente. Después habló con él del trabajo y de una llamada pendiente a algún barco de paso para que transladen a los criminales destinados a otras prisiones.

Se habían empezado a acumular ya que había algunos con condenas largas y en breves se quedaría sin capacidad en su base.
La verdad es que deberían haberle puesto más celdas, sabiendo que era la ciudad con mayor presencia pirata en el East Blue por ser la última antes de entrar al Grand Line.

Por otra parte, Lyra disfrutaba de la velocidad de Kenaz, adoraba volar y ahora que solo llevaba comida, sus diarios y un pico, podían hacer más piruetas y coger más velocidad al no ir tan cargados con la tienda de campaña y el saco.
¿Había dicho ya que adoraba las alturas?
Bueno la emoción se acabó cuando ya habían explorado dos islas y no habían encontrado nada.

Todas hasta ahora islas normales, mucha roca caliza típica de la zona, todas con fauna y flora acorde a su latitud. Aldeas pesqueras y pequeñas ciudades abundaban por la zona.
Ningún rastro de runerock o de dragones.

Caía la noche cuando terminaron de explorar la tercera isla. Dormirán en la cima de la tranquila montaña que la coronaba. Encontraron una gran cueva abierta y allí se echaron a dormir. Cuando las islas estaban habitadas evitaban dormir a la intemperie por razones obvias, ¿y si los secuestraban? Si secuestraban a Kenaz no sabria que haría, podría tolerar que le robasen pero, oh, tocarle el dragón era otro cantar.
Ya acostada junto al dragón se sintió protegida.
— Nunca dejaré que te hagan nada — dijo recordando cómo una vez en la terminal gris le rompió la rodilla a uno de los guardias del reino de Goa por querer llevarse al dragón. Luffy Ace y Sabo se quedaron mirando a una distancia prudencial al ver que no podrían hacer nada.

La Última VikingaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora