Capítulo 5

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ᛟ ᚢᚾ ᚲᚨᛈᚱᛁᚲᚺᛟ ᛞᛖ ᛚᛟᛊ ᛞᛁᛟᛊᛖᛊ

"... o un capricho de los dioses"

Ya era tarde cuando Smoker salía del trabajo, caminó calle abajo con las manos en los bolsillos y la mirada al frente «se supone que Lyra llegaba hoy, espero que sí se retrasa es porque ha encontrado algo interesante, bah con ese dragón seguro que va protegida»

Como algunas noches, se dirigió a la posada de Jack a ver si la veía por allí, "El Poni Pisador" la llamó Lyra. Sinceramente nunca se había fijado en el el nombre, además, ¿que nombre era ese para una posada? Sin hacerse de rogar entró en el bar y ocupó su habitual asiento en la barra.

Trató de manter la vista puesta en Romulus, Tashigui no encontró nada sobre el chico, con eso solo podía decir que no estuvo ni en la marina ni en la carcel. Aunque al chaval se lo veía joven para cualquiera de las dos opciones.
Esa noche no lo encontró en el bar, no iba todas las noches desde que Lyra le dijo que se iba.
Sonrió al recordar que lo engañó diciéndole que se iría dos semanas, «¿Que planes tiene?¿Para que lo engañó?»

— ¡Smoker! — dijo una voz femenina desde las escaleras de la posada.
Algunos clientes la saludaron cuando pasó por su lado y ella les saludó de vuelta, pero ella iba directa al lado de Smoker.

No pasó por alto la extraña familiaridad que su presencia causaba en ella, como si fuese un refugio para su maltrecho espíritu. Parecía ironía poética.

El marine, como era costumbre, se giró y pasó la vista por todos los clientes del bar, atento a sus reacciones tras su paso, y sólo después la posó sobre Lyra, quien caminaba tranquilamente hacia el taburete que tenía a su izquierda. Pequeñas gotas caían de su rubio y suelto cabello, acababa de ducharse y está vez su dragón no la acompañaba, como otras noches, siguió analizándola mientras se sentaba descuidadamente en el taburete a su izquierda y se fijó en que sus ojos estaban llenos de ilusión.

— Vi el regalo que me dejaste en el trabajo, por si te lo preguntabas — dijo directamente.

— Un saludo no estaria mal — dijo divertida mientras llamaba la atención de Jack.

— ¿Que quieres que te ponga? — dijo el mesonero secándose las manos en un trapo.

— ¿Que bebidas no he probado aún? — dijo Lyra pensativa.

— Los zumos, el agua y el alcohol.

— Pues un zumo... ¿Limonada tienes?

— En marcha.

Lyra apoyó los codos sobre la barra y la cabeza sobre su mano izquierda mirando a Smoker con intriga.
— ¿Y bien? — dijo — ¿Ha hecho algo raro? — dijo centrando su atención en él.

— Ha dejado de venir al bar, no he encontrado nada sobre él en los registros del West Blue — Lyra se quedó pensativa — ¿y que hay de ti?, ¿Has encontrado la isla que buscabas? — Lyra negó con la cabeza.

— Nada interesante — dijo agachando la mirada.
Y ahí estaba esa sombra de duda que la alejaba de Smoker.
Él no dijo más, se terminó la bebida disfrutando del ambiente del bar y empezó a buscar su monedero para pagar.

— ¿Hoy a qué día estamos? — preguntó Lyra.
Smoker se extrañó ante la pregunta, porque si había vuelto en una semana justa debería saber qué día era, decidió no darle más vueltas.

— 21 de diciembre.

— Ah justo hoy es el solsticio de invierno — suspiró. Cuando vió la mirada de Smoker volvió a hablar — no tengo ni gun reloj ni calendario, a veces me olvido de en qué día vivo — río. Smoker se puso dos puros sin encender en los labios, había pagado y estaba buscando su mechero, palpando sus bolsillos con las manos, antes de salir.

La Última VikingaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora