Capítulo 18

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ᚾᛟ ᛈᚢᛖᛞᛟ ᛊᛖᚾᛏᛁᚱ ᛗᚨᛊ ᛟᚱᚷᚢᛚᛚᛟ ᛞᛖ ᛗᛁ ᛁᚾᚲ︌ᛖᛒᚱᚨᚾᛏᚨᛒᛚᛖ ᛈᚢᛖᛒᛚᛟ ᛊᛁ ᛊᛟᛒᚱᛖᚠ︍ᛁᚠ︍ᛟ ᛈᚱᛟᛗᛖᛏᛟ ᛈᚱᛟᛏᛖᚷᛖ‍ᚱ ᚨ ᛚᛟᛊ ᚲ︌ᛖ ᚲ︌ᛖᛞᚨᚾ

No puedo sentir más orgullo de mi inquebrantable pueblo. Si sobrevivo prometo proteger a los que quedan”

El estómago del marine gruñó, tampoco había cenado. Kenaz volvió del mar cuando vió que se levantaban.
Bajaron del risco cada uno a su modo y subieron por la rambla. Ambos con las manos en los bolsillos.
Había poca actividad en la calle, y la poca que había eran los tenderos recogiendo sus tiendas.

— ¿Y cuándo te irás de la isla? — la pregunta de Smoker le sentó como un jarro de agua fría.

— Cuando acabe de estudiarme los libros de la biblioteca, ya te lo había dicho — aseguró el sombrero y procuró que ocultase sus ojos y guardó sus manos de nuevo en los bolsillos del pantalón — ¿Porqué?

— Para saber cuánto tiempo estarás por aquí — Lyra se sentía tensa desde aquél incidente. Era plenamente consciente de que su relación con Smoker se había torcido, pero como él no daba señales hacia ninguna dirección Lyra se sentía peor. Quería quitarse esa espina de encima y lo haría presionandolo.
— Smoker, si no te gusta mi compañía no tienes porqué estar conmigo — Smoker chasqueó la lengua.

Ya podían ver la posada, por las ventanas se podía ver qué había mucha actividad en su interior, se notaba que esa noche había un gran número de clientes.

— ¿Te parezco el tipo de persona que se queda donde no quiere estar? — respondió con un gruñido. Cuando se escuchó corrigió su tono a uno más tranquilo — Claro que disfruto de tu compañía, ¿Porqué lo dices?

— Me tienes en duda desde el incidente con Crocodile, quiero que me digas que decidiste. — Lyra detuvo su paso, obligando a Smoker a parar unos pasos más adelante. Aparentaba serenidad mientras apagaba con parsimonia sus puros.

— No revelaré nada, a menos que te ganes una recompensa. Entonces yo mismo me encargaré de ti. — su respuesta provocó una sonrisa en Lyra, estaba condenada a fracasar, pues la causa de su sonrisa era por el nuevo desafío que representaba el marine.

— No podrías conmigo — mantuvo la sonrisa y reanudó el paso adelantando al capitán camino a la posada.

— Eso no lo sabes —
Sonrió y reanudó el paso siguiendo a la chica.

Cuando se acercaron al bar, no había música, se oía mucho ruido fruto de una gran cantidad de gente.
Abrieron la puerta para entrar y varios se giraron a verlos pasar, le dieron la bienvenida allá por donde pasaba.
— Parece que eres muy popular. — dijo Smoker mirando a toda la multitud mientras ella saludaba a quien la saludaba de camino a la barra.

— Te echan de menos — le dijo Jack ofreciéndole un laúd. Analizó el laúd y a Jack, empezaba a estar cansada de su presión, en cualquier momento lo mandaría a tomar viento, pero como estaba invitada a las consumiciones... sonrió, jugaría con sus propias reglas.

Asintió a Jack y subió hacia su habitación.

— Smoker pídeme una sidra — la petición lo confundió, ella pocas veces bebía alcohol. Pero le hizo caso, pidió una sidra para ella y Sake para él.

La Última VikingaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora