La Última Vikinga

Capítulo 20

ᛖᛊᛏᛟᚢ︍ ᚱᛖᛉᚨᚾᛞᛟᛚᛖ ᚨ ᛚᛟᛊ ᛞᛁᛟᛊᛖᛊ ᛖᛊᛏᛟᚢ︍ ᛊᚢᛈᛚᛁᚲ︍ᚨᚾᛞᛟ ᛈᛟᚱᚲ︌ᚢᛖ ᚾᛟ ᛈᚢᛖᛞᛟ ᛗᚨᛊ ᛈᚨᚱᛖᚲ︍ᛖ ᚲ︌ᚢᛖ ᛗᛁ ᚠ︍ᛁᚨᛃᛖ ᚺ‍ᚨ ᛚᛚᛖᚷ‍ᚨᛞᛟ ᚨ ᛊᚢ ᛞᛖᛊᛏᛁᚾᛟ

“Estoy rezándole a los dioses, estoy suplicando porque no puedo más, parece que mi viaje ha llegado a su destino”

Los hombres iban saliendo y acercándose a ellos. Lyra se puso delante de Kenaz protegiéndolo y sacó su lanza dispuesta a matar.

Cuanto más acorralado tienes a un animal, este responde de forma más agresiva.

— Espero que hayáis hecho el testamento — dijo poniéndose en posición de batalla provocando las risas de todos aquellos esbirros — Kenaz, vuela y busca a Smoker, ten cuidado. Yo estaré bien. ¡Corre!, digo, ¡vuela! Yo te cubro — dijo aprovechando que el alboroto de sus risas encubría su voz.

A Kenaz le ardía el corazón del miedo por dejarla sola, pero sabía que si vacilaba y dudaba perdería un valioso tiempo que no tenían. Salió con sus más potentes golpes de ala en busca del capitán.

Escuchó como la lanza de Lyra atravesaba cuerpos, ni un solo sonido metálico por el momento. Se alejó de aquella plaza sin oír ningún disparo, eso era una buena señal.
Voló directo a la base de la marina, empujando la puerta con el morro.
La actividad dentro de la marina se detuvo al ver que aquel dragón tan conocido entraba solo.

Kenaz no sabía cómo hacerles llegar la notícia, y si rugía quizá los asustaba.
Miró con preocupación a su alrededor buscando a la amable mujer que siempre andaba por ahí.
Por desgracia no la encontró allí.

Pasó del vestíbulo y fue hacia las escaleras, con algunos hombres detrás de él intrigados por su extraño comportamiento.
El dragón subió por las escaleras, como tantas otras veces tras Lyra, y arañó la puerta.
— ¿Buscas al capitán? — le preguntó un hombre picando a la puerta para avisar al capitán de que entraba.

— ¿Que quieren? — se escuchó desde dentro. Smoker tenía trabajo en la oficina ese día.

— Señor, el dra..— Kenaz le pasó por encima con tanto cuidado como pudo, pero tenía que correr y sin querer (y sin querer evitarlo) pisó un poco al pobre hombre.

Kenaz entró y rugió intentando pedir ayuda y mirando por la ventana.
— ¿Estas aquí por Lyra? — el dragón asintió con urgencia.

Smoker, habiendo visto pelear a la chica y al dragón, sabía que si él estaba allí en busca de ayuda, sería por algo grave.
— Miles! reúne a tu equipo de hombres y al de Tashigui, os quiero en la puerta de la base en 5 minutos — le dijo al hombre que miraba perplejo desde el suelo de la puerta.

Se levantó, hizo el saludo marcial con un "sí señor" y salió corriendo transmitiendo sus órdenes. «Porfavor, que no sea Crocodile de nuevo» pensó mordiendo sus puros.

Smoker tocó el lomo del dragón pidiendo permiso para montar y Kenaz volvió a asentir.

Corriendo como un caballo desbocado con Smoker en el lomo salió de la oficina de la marina y despegó inmediatamente. Smoker se agarró a él como pudo. En aquel momento, al comprobar lo difícil que era mantenerse sobre el dragón, sintió envidia de Lyra por montarlo con tanta gracia. De momento él intentaría no caerse.

Kenaz voló hacia donde estaba el conflicto.
Se acercaron desde detrás del círculo de agresores que había a unos metros prudenciales de Lyra.
La muchacha agarraba con fuerza su lanza, bien asegurada gracias a sus guantes, todavía mantenia el sombrero puesto y llevaba la mochila a su espalda. No la había soltado pese a que le suponía una desventaja en el combate, podrían agarrarla y tirar de ella y le quitaría agilidad.