La Última Vikinga

Capítulo 6

ᛖᚾ᛫ᛗᛁ᛫ᚹ︍ᛁᛞᚨ᛫,ᚾᚢᚾᚲ︍ᚨ᛫ᚺᚢᛒᛟ᛫ᛖᛊᛈᚨᚲ︍ᛁᛟ᛫ᛈᚨᚱᚨ᛫ᛖᛚ᛫ᚨᛗᛟᚱ

“En mi vida, nunca hubo espacio para el amor.”

Smoker observó la escena desde lo alto de unos edificios cercanos a la playa mientras expulsaba el humo de sus puros por la nariz.

Esa chica estaba tan acostumbrada a gobernar las alturas que pocas veces miraba hacia arriba.
Siendo franco, él tampoco habría mirado hacia arriba si hubiese estado entre una multitud enfurecida y dos criaturas marinas.
Envió a su primer oficial a controlar la situación, se lo tomaría como un entrenamiento ya que, con ella allí, era consciente de que no había mucho peligro.

Miró el reloj impaciente, sus hombres se retrasaban mientras la muchacha les hacía el trabajo. No sólo había conseguido calmar a los Gyojin si no que intentaba mantener a la multitud a raya con el dragón.
La verdad, el vínculo que compartían esos dos le daba envidia, no necesitaban comunicarse a la hora de pelear, con una mirada o gesto de parte de cualquiera de los dos les bastaba. Y lo mejor es que seguramente ni siquiera son conscientes de ese lenguaje corporal que habían desarrollado con los años.

Impaciente se encaramó al edificio que tenía al lado de donde estaba, ayudándose de su habilidad de consumidor de fruta del diablo, subió sin dificultades. Desde allí arriba podría ver cuánto le quedaba a Tashigui. Ya estaban llegando al final de la rambla, estaban a menos de un minuto de la playa. «Tsk, siempre llegan tarde»

Cuando volvió la vista a la playa vió a la chica con una espada clavada en el hombro y al dragón sobre el Gyojin verde, parecía apunto de matarlo.
Justo aparecen sus hombres, dispersándose para evitar una confrontación entre los civiles y los hombres pez.
La multitud se detiene en seco al ver que los gyojin atacan a la chica. Ella, tras asimilar que la habían atacado, se quita la espada del hombro como si nada y lo arrastra al mar junto al Gyojin pulpo, con quién después de intercambiar unas palabras, se sube al dragón para salir volando tras los Gyojin.

El marine, sintiendo el corazón acelerado y sin poder apartar la vista permanece unos minutos mirando cómo la chica se va volando sobre los hombres pez. «¿En que pensará ahora?»

Localizó con la vista al hombre que había lanzado la primera pierda al Gyojin para ponerle una multa. La violencia deliberada esta penalizada y esa no iba a ser la excepción.
Miró al horizonte en la dirección por la que se ha ido Lyra y tras encenderse otros dos puros baja del tejado para explicarle un par de cosas sobre responsabilidad civil.

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Aquellos dos Gyojin salieron del mar y se quedaron a una distancia prudencial de Lyra y su dragón. Ella fue la primera en presentarse y ellos la imitaron, el hombre pulpo se llamaba Hachi y el de color verdoso Lorean.
— ¿Porqué os ataca la gente de la superficie? — preguntó bajando la mirada avergonzada.

— Por ser de una raza diferente a ellos, ¿en otras islas has visto a más como nosotros? seria raro porque no nos aceptan — habló el hombre pulpo, Hachi.

Lyra se quedó pensativa y recordó una isla dónde habia visto otros hombres pez.
— Hay una, hacia nortoeste, creo que tiene un grupo de gente como vosotros.

— Somos Gyojin, hombres pez — escupió Lorean

— Si seguís la dirección en la que veníamos encontrareis esa isla, pero no sé a qué distancia se encuentra, nunca se me han dado bien — dijo intentando ayudar a que encuentren un buen lugar.
Ellos asintieron agradecidos, aunque ya lo sabían, pues venían de allí.