Capítulo 13

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Capítulo especial narrado por: LOLITA

Estoy en el local que Enzo quiere convertir en cafetería. Tiene unas ideas geniales y yo le estoy ayudando. Llevo ya dos meses viviendo en casa del grandullón. Y cada día estoy más a gusto y más contenta. Javi, ha sido mi mayor descubrimiento. Es un tío genial, me encanta compartir tiempo con él. Es la primera vez que estoy insegura de algo en mi vida.

Siempre he sido una tía echá pa'lante. Pero con Javi tengo miedo. Cada momento que paso a su lado me hace pillarme más de él. Porque estoy pilladísima. Me he acostumbrado a sus cosas, porque es un tío particular. Pero he descubierto que es porque se siente tremendamente inseguro. Nunca me ha dicho cuál es el motivo. Pero siempre hace todo teniendo en cuanta no hacer el ridículo. No le gusta que hablen de él, ni para bien ni para mal. Estar a su lado me hace sentir tremendamente sexi. Noto sus miraditas, como se muerde el labio cuando le incito, sé que le gusto, pero es tan introvertido con sus cosas que tengo miedo de estar leyendo mal las señales, de lanzarme y que él se aparte de mí. Ha nacido entre nosotros una muy bonita amistad y eso no quiero perderlo. Ni de coña. Antes muerta que con mi grandullón lejos de mí. Pero debo reconocer, que necesito que esta situación llegue a su fin. Necesito algo más. Aunque reconozco que no sé cómo hacerlo.

Duermo abrazada a su cuerpo el noventa por ciento de las noches. El diez por ciento restantes, él duerme abrazado a mí. Se ha convertido en una necesidad. Eso y usar sus camisetas para dormir. Huelen a él y solo pensarlo me sube la lívido. Hay noches que me despierto en medio de la noche cachonda perdida al lado de su cuerpo y cuando me levanto, me toco imaginando que él está sobre mí, tocándome o diciéndome lo mucho que le gusto. Como me besa, como me ama sobre las sábanas. Y sé que a él también le pasa algo parecido porque a veces noto su erección contra mí. Y me entran ganas de tirar mis inseguridades y las de él a la basura y besarle hasta quedarnos sin aliento. Pero no quiero asustarle. Quiero hacerlo bien.

Se lo dije hace un tiempo, en Hawái, pero él no entendió qué hablaba de él. Me preguntó si estaba enamorada de alguien y le dije que había alguien. Pero que sentía que era el bueno, ese para siempre que todos buscamos y que quería hacerlo bien. Creo que la cagué, porque piensa que me gusta otro y creo que le da miedo. Al final somos dos idiotas que no se lanzan por miedo. Pero ¿Y si estoy equivocada? Maldito miedo al fracaso. Además, no quiero ser un simple polvo para él. Es mayor que yo. ¿Qué puedo ofrecerle? Diversión, locuras, sexo, fiestas. Él no busca eso. Busca tranquilidad. Esa que da la edad. Madre mía, es que me gusta tanto. Le veo como el definitivo.

Cuando estuvimos en Hawái hace dos meses, fuimos a Maui. Encontré el lugar más bonito del mundo. Caminamos por una playa preciosa, con la vegetación a un lado y esa agua tan azul, tan cristalina. Como sus ojos. Igualitos a sus ojos. Y luego llegamos a una cascada preciosa que salía del medio de la nada. Y su sonido, las flores enormes y coloridas que había, su compañía... fue un momentazo. Cerré un momento los ojos y me imaginé mi boda soñada en esa playa, con él. ¡Qué locura! ¿No? Y nos vi bajo la luz de la luna haciendo el amor con él, en esas cristalinas aguas y bajo la cascada. Y supe en ese instante que Javi, mi grandullón, iba a ser mi perdición. Y que yo podría ser la suya. Pero que debía hacerlo bien. Quiero conocerle más que nadie y demostrarle todo lo que puedo ofrecerle.

Desde entones hemos hecho bastantes viajes juntos. Estamos en septiembre y hemos estado todo el verano haciendo viajes sobre todo por Europa. Viajes cortos, a lugares donde no nos ha dado tiempo a hacer casi nada. Ahora entiendo que Javi me diga que a veces no te da tiempo de ver los lugares a los que el trabajo nos lleva.

Pero dentro de un par de días iremos a Dubái. Allí estaremos tres días. Y ya estoy mirando que ver y a donde podemos ir. Porque tengo claro que quiero ver Dubái en todo su esplendor. Y lo estoy deseando. Eso y saber si hay posibilidad con un nosotros, juntos.

Enséñame a volarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora