Vestido

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-¡Uff! Creí que las bodas  eran sencillas pero ahora sé que no.- Dijo Denis con aire cansado después de que la señora Juana trajera una lista de todo lo necesario para tener una grandiosa ceremonia de bodas "sencilla",  luego que descubriera que la nuestra sería mañana.

-No niños esto es lo básico,  lo bueno es que ya tienen casi todo. Los vecinos también pusieron de su parte para la fiesta...

-¿Qué fiesta?- pregunté.

-Pues la de su boda, claro.

-Señora Juanita, Luisa y yo ya habíamos decidido que no habría fiesta.- Denis trató de aclarar el asunto.

-Por supuesto que no. Toda chica quiere una fiesta de boda y sé que Luisa no es la excepción. Además ya me organice con los vecinos y no puedo cambiar los planes de un día para otro.

-Pero... ni siquiera conozco a todos los vecinos, no creo que sea apropiado pedirles algo.- dije con un poco de preocupación.

-¡Ay niña!  Todos aquí ya saben de ti. Todos estuvieron de acuerdo en ayudar. Ustedes no se preocupen que yo ya me encargue de todo. - Denis y yo nos miramos derrotados y ya no pudimos persuadir a la mujer. Lo que al principio era una ceremonia sencilla en el registro civil se convirtió en todo un boda formal.

-Solo faltaría el peinado de la novia y el maquillaje, pero creo que Romina lo hará muy bien, es muy buena.

-Disculpe, no creo que eso sea una buena idea. -dije apresuradamente.

-¿Por que no? Ella acepto con gusto.

-¿En serio?

-Claro. ¿Es que no son amigas?

Ante las imposiciones de la necia mujer no me quedó de otra mas que asentir y aceptar todo lo que nos decía, aunque por dentro estaba preocupada por que sabia que Romina y yo nunca tuvimos la relación que doña Juana creía que teníamos. Solo espero que no quiera arruinarnos el día.

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Por la tarde de ese mismo día Denis tuvo que ir  a trabajar y yo me quedé organizando todo lo que faltaba, de pronto Romina tocó la puerta y me sorprendí muchísimo. 

-¿Que quieres aquí?- pregunté con un poco  de desprecio.

-Cálmate quieres, vine por lo de la boda.

-¿Por qué estas haciendo esto? Creí que yo no te agradaba. ¿Acaso estás tratando de arruinarme?

-Si me dejas pasar podríamos hablar. Esto pesa demasiado.- Dijo esto mientras  señalaba por debajo de ella. Me percaté que traía consigo una enorme maleta de viaje, entonces la deje entrar.

Le dije que se acomodara en la mesa y  empezó a sacar todo su arsenal.  Revistas, peines, tubos, maquillajes, cremas y demás objetos comenzaron a salir de su maleta.

-¿En verdad vas a hacer esto?- le dije mientras ella  terminaba de acomodar sus cosas. Ella se detuvo respiró profundo y comenzó a hablar.

-Mira, no hago esto por ti lo hago por Denis.  Sabes estoy enamorada de él desde hace casi dos años.  Yo no era tan buena con el maquillaje, como lo soy ahora y mi madre  no me apoyaba en lo absoluto. Un día ella y yo tuvimos una pelea bastante grande, decía que no debía malgastar mi tiempo y su dinero en tonterías. Ese día mi mamá me golpeó y yo salí corriendo. Denis me vio  y fue él único que me detuvo, me consoló y me dijo que regresara a casa. Él me acompaño y habló con mi madre, le dijo que debería estar orgullosa de tener a una hija que  tenia un sueño maravilloso y que  ella debería apoyarme.  Claro, al principio ella no quería escucharlo pero Denis le contó la historia con su padre y mi mamá no pudo evitar llorar.  Mi mamá me pidió perdón y me pidió regresar; desde entonces siempre me  ayuda comprando algún articulo nuevo o una revista de belleza. Por eso no pude evitar quererlo, creí que con él tiempo podría lograr que el me amara también  pero ese día cuando lo besaste enfrente de mí, mire su rostro y entendí que eso jamás pasaría. No importa cuantas veces lo intenté él jamás me miro de esa forma y tú que llevas solo unos meses con él lograste atraparlo.  Es verdad, no me agradas y en cierto modo te odio pero yo jamás haría algo para ganarme su odio o para lastimarlo.  Por ahora me he rendido pero de algo si te advierto, si llego a descubrir que le hiciste algo malo o que ustedes  se separaron, no dudaré en ir por él,  así que mas te vale cuidarlo.

Si no me amas, no importaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora