Encontrarse conocidos

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Capitulo 10
Encontrarse conocidos

Daniel saltaba sobre la gruesa y grande polla de Johnny, mientras usaba una falda rosita con una bragas blancas de lencería tipo encaje. Johnny por su parte estaba desnudo de la cintura para abajo, pero llevaba una camiseta negra y su chamarra de Cobra Kai.

Los gemidos inundaban la habitación, la verdad, es que aún después de lo que había pasado la noche anterior, cuando el rubio fue abordado en su casa por su novia, Daniel y Johnny no se enfriaban de allí abajo.

A Daniel por mucho que le doliera, sabía que no podía enojarse con Johnny, no era su culpa, además, de que ellos solo tenían una relación de trabajo, trabajo sexual, pero trabajo al final de cuentas.

Y Lawrence por su parte se estaba volviendo cada vez más dependiente de la piel y las caritas del niño bonito, si tersa piel morena y su hermoso cabello negro, se volvían más indispensables con el tiempo, a tal punto que Johnny se volvería loco si no tuviera una sola noche al pequeño prostituto a su lado.

Pero ninguno de los dos lo decía en voz alta, ni abiertamente, solo de manera indirecta y discreta, a través de sus lascivas carantoñas en la cama. Ambos eran muy orgullosos para admitir lo que sentían, pues creían que el otro no correspondía, y por lo tanto, no le veían en caso alguno a quedar en vergüenza frente al otro.

«¿Y si Daniel se ríe de mí?» Pensaba Johnny.

«¿Y si solo me ve como su juguete sexual?» Pensaba el otro.

Básicamente estaban estancados, sin embargo, eso no impedía que disfrutarán de los beneficios de su acuerdo, los muy deliciosos beneficios.

El rubio nuevamente preñaba el culito del niño bonito con su semen caliente, y a LaRusso los ojos se le desorbitaban, al sentir como lo rellenaban como pollo de acción de gracias.

Esa misma noche, en algún otro lado, un hombre (que recién había llegado a la ciudad) buscaba compañía entre las frías y oscuras calles de Reseda, pero una compañía en específico, la compañía de un niño bonito de piel canela y ojos de cachorro, sin tener suerte.

A la mañana siguiente, Johnny tuvo que soportar el sermón se sus amigos, que le decían que era imperativo que regresará a sus lecciones en el dojo, pues a Kresse se le estaba acabando la paciencia por su problema de faldas.

Más bien de pantalones, pero nadie lo sabía.

—Es enserio Johnny, tienes que asistir a la clase hoy, sabes que Kresse te considera el mejor de todos, y si no llegas, amenazó con sacarte de una buena vez del dojo por irresponsable— le comentó Bobby.

—Es verdad, y si tú dejas de ser una cobra, entonces ya no seremos los cobra kai de la escuela.— exclamó él rubio oxigenado de Dutch.

—Está bien, asistiré, pero voy a llevar a LaRusso conmigo.

—¿A Daniel?— preguntó Bobby confundido.

—¿Por qué quieres invitar al chico nuevo que te está robando la atención de las chicas?— preguntó Jimmy —Se está volviendo incluso más popular que tú con cada día que pasa.

—No me interesa quien sea más popular, ¿me creen la madrastra de Cenicienta?— se burló el rubio —Espejito espejito, ¿quién es el más popularcito?

—Blancanieves— corrigió Bobby.

—¿Qué?— exclamó Johnny.

—Te refieres a la reina malvada, madrastra de Blancanieves, no a la de Cenicienta.

—¿Qué voy a saber yo de esas cosas?- Johnny rodó los ojos y añadió —¿Y tú cómo sabes esas cosas Bobby?

—Es cultura general, inculto.

Pretty Boy (Niño bonito) LawRussoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora