Capítulo 22

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Sarah


     Estar frente al espejo, como lo hago todas las mañanas, tratar de estar presentable para ir a la empresa, está siendo un calvario, no lo consigo por más que lo intente.

     No logré dormir en toda la noche, di demasiadas vueltas tratando de conciliar el sueño y no pude, los pensamientos de lo ocurrido el día anterior no me dieron tregua alguna, ni un poco logré descansar, me siento exhausta.

     Lo poco que me alivia, es que me hayan dado unos cuantos uniformes en la empresa del señor Evans, aunque ya me dañaron uno. El solo recuerdo hace que mis ojos se cristalicen y sienta que el aire me falte en los pulmones.

     Pero no puedo darme el lujo de caerme hoy, de debilitarme, tengo que ir al trabajo y dar lo mejor de mí como lo hago todos los días, Antonio me protegerá y sé que es así, si no fuera por él, hoy no fuera la misma Sarah de siempre. Me comentó que habló con Jack, le dijo que controlará un poco sus vicios, quedaron en un acuerdo y él se tendrá que mantener alejado de mí.

     Cómo no voy a querer mi novio; es súper lindo conmigo y me está apoyando, protegiendo en este duro momento que es para mí.

     Busco en mi cartera, y logro alcanzar y sacar, un pequeño estuche de maquillaje, de él extraigo una base que compre hace unos días, para medio maquillar mi rostro y tener buena presencia, pero en este caso lo necesito para ocultar el moretón que tengo en la mejilla.

     Hago lo posible para tapar, la zona afectada en mi rostro, se nota poco, sé que estará oculto de miradas curiosas que se preguntarán qué me pasó. Termino de arreglar mi aspecto que a simple vista da pena, las ojeras están más que marcadas, pero no cuento con corrector y la base no funciona mucho para opacarlas.

     Al terminar de arreglar mi apariencia, recojo mis cosas de la cama, preparándome para salir corriendo a la puerta de salida, no quiero que por ir caminando o distraída se atraviese Jack, porque sé que ya no podré estar más nunca tranquila, estando él aquí.

     Tomo la manilla, quito el seguro e inhalo la más grande bocanada de aire, lo suelto lentamente para tomar el valor que no tengo. Sin mirar atrás salgo corriendo, abro la puerta de salida y trato de bajar lo más rápido que puedo las escaleras hasta que me encuentro afuera en la calle, agitada por la carrera, pero a salvó de cualquier inconveniente.

***

     Al llegar a la oficina, la vergüenza me invade de solo pensar en ver la cara del señor Evans, es una locura todo lo que ayer me hizo sentir, no entiendo porque mi cuerpo reaccionó de esa manera. Lo que ví, hace que me ponga colorada.

     Aunque hubiera preferido ser humillada y reprendida por él, por no haber entregado un trabajo o que sé yo, pero era preferible en vez de lo que me pasó en casa. De solo recordar me da repudio contra Jack y de mí también, siento culpa por lo ocurrido.

     Aún siento sus manos sobre mi cuerpo y la rudeza en como me golpeó, solamente por tratar de defenderme, de alejarlo de mi, como rompió mis pantimedias, aún no entra en mi cabeza que me iba a... No solo fue un impulso ocasionado por un deseo absurdo, solo por maldad, odio a sabrá Dios qué.

     A veces no entiendo porque las personas sienten odio hacia mi, me hace pensar en mi pasado, él me repudiaba de tal manera, que me hacía sentir como un error, un estorbo más en este mundo.

     Aparto esos pensamientos horribles de mi cabeza.

     Aprieto el botón del ascensor que está dispuesto solo para empleados, para que baje de una vez. Mientras espero que llegue escucho un carraspeo detrás de mí, uno que reconozco perfectamente y hace que me coloque tensa de inmediato.

Inocencia Perdida [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora