Capítulo 11

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Sarah


Emocionada. Ansiosa.

En realidad no sé cuál palabra defiende mi estado de ánimo, lo que si sé, es que Margori envío mi currículum a la oficina de recursos humanos de Corporation Evans, logrando con esto que me sienta tan feliz y de buen humor.

Tendré que hablar con el señor Thomas sobre mi posible ida, (aunque aún no sepa si me aceptarán o no), estoy segura de que igualmente se alegrará mucho por mí, pero sé que también se sentirá triste, ya que es, una persona muy sentimental y más teniendo en cuenta que he trabajado con él desde hace varios años.

Por mi mente pasan imágenes de la anoche anterior. Sin pensarlo acarició mis labios, recordando ese beso tan tierno y romántico que me dio Antonio. Todo fue tan maravilloso y tan dulce que sin querer sonrío de felicidad.

Después del beso, su propuesta era tener una relación, una que no fuera de amistad, como le había dejado en aquel mensaje, una en la que no importará si llevamos a penas dos días conociéndonos, que para eso íbamos a ser parejas, para ir aprendiendo y conociendo los gustos del otro, lo cual me sorprendió.

Todo es tan nuevo para mí.

***
- Eres tan hermosa, que no puedo conformarme con que seas solo una amiga - toma mi barbilla y levanta mi rostro - quisiera conocer más de ti, de esa aura tierna que te rodea - sonríe de una manera sexy -, no necesitamos ser amigos, para ser novios en el futuro, comencemos desde ya, tendremos tiempo.

Siento como mis mejillas se colocan más y más rojas que un tomate. Sus palabras me parecen lo más hermoso que he escuchado en la vida, su propuesta, en mi cabeza, suena muy coherente.

Estoy tan anonadada que no me doy cuenta como se acerca a mí, está tan cerca que puedo sentir su respiración en mis labios, quiero que me bese, que sus labios toquen los míos y así pasa.

La respiración se va de mis pulmones al sentir sus dulces labios sobre los míos, le doy acceso y es cuando el beso se profundiza cada vez más hasta que nos separamos, tomando el aire que nos hace falta.
***

Sonrío por mis recuerdos de anoche, sintiendo que mi alegría se desborda por mis poros, si Margori me viera en este momento...

Me levanto decidida por ir a la cocina a comer algo, mi apetito está a mil por horas, por la ansiedad. Solamente que cuando salgo casi me muero de un susto al ver un chico solo con bóxer, lo que me hace caer en cuenta que debe ser el novio de Margori; Jack.

Poso una mano en mi pecho tratando de contener los latidos de mi corazón por el susto que me acabo de llevar, la otra la coloco tapando mis ojos. Voy abriendo lentamente los dedos y noto que él aún no se ha dado cuenta de mi presencia, lo que me impulsa a devolverme, ya que me pone nerviosa y me incomoda ver a un hombre semi desnudo a mitad de la sala.

Cierro la puerta con seguro, pienso como es qué mi amiga se consigue a gente descarada, como lo es ella. Eso me hace poner los ojos en blanco, lo que termino volviendo a recostarme en mi pequeña cama, que tome el celular y comience a ver alguna red social que me baje la autoestima, si claro, como lo es; Instagram.

Pasan alrededor de dos horas, en la que estuve encerrada en mi habitación, tonteando con mi celular, luego arreglando el armario y limpiando, todo esto, tratando de aprovechar mi domingo libre de cafés, libre de platillos de aquí para allá.

Inocencia Perdida [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora