Capítulo 6

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Lucía se encontraba en ese momento desayunando, había pasado una cómoda noche en la habitación de invitados que tenían Alex y Roy, ella estaba lavando los trastes que habían dejado después de comer como forma de pagar su estadía en aquel cómodo departamento, pero entró otro chico, su piel morena era impresionante le recordaba al cobre, tanto Lucía como él se sorprendieron al verse, para él le era raro ver a alguien más además de los dueños del departamento desayunando.

Roy le explicó la situación al chico quién miró con compasión a Lucía, le comprendía un poco, a él también lo habían echado de su casa, pero él ya se encontraba estudiando en la facultad de Psicología que estaba a una hora de distancia, ya se encontraba viviendo en otro sitio, pero solía visitar con bastante frecuencia a los dos, agradecido del tiempo que lo albergaron en su hogar.

—Soy Thomas Turner—. Él le extendió la mano a Lucía quién se la recibió respondiéndole al saludo—. ¿Cuál es tu nombre y de dónde vienes?

—Soy Lucía Torres—. Le respondió ella—. Soy de un pequeño pueblo en Texas llamado Garret.

—¿Hace cuanto llegaste a la ciudad? Debió de haber sido un tramo largo de recorrer desde Texas.

—Llegué desde hace unos días, pero la verdad no tengo ni dinero ni trabajo, pero Roy y Alex me están dando techo por el momento—. Habló ella con sinceridad, mientras él asentía ante lo que Lucía le decía—. Pero sé hacer de todo, solo tengo que adquirir experiencia.

—El restaurante donde estoy está ofreciendo un trabajo de medio como lavaplatos, está a unas siete estaciones de metro de la más cercana que está como unas cuadras de aquí, si quieres te puedo mostrar cómo llegar—. Le explicó Thomas mientras ella asentía con efusividad—. Solo te recomendaré pero deberás de llenar la solicitud de empleo, son como unos trescientos dólares semanales, ganas mejor como cocinero o mesero, pero como trabajo de medio tiempo, realmente es un muy buen sueldo.

—Si podemos ir de inmediato, sería perfecto—. Le dijo ella con una gran sonrisa, la oportunidad de acercarse a un restaurante se le estaba presentando, el chico se percató que daría doble vuelta, pero por los ojos de Roy, no se quejó, así que se despidió de los dos y ambos salieron del apartamento para dirigirse a la estación del metro más cercana que estaba a dos cuadras del departamento—. ¿Y tú de que trabajas en el restaurante?

—Soy mesero en el restaurante Lucali, trabajo de medio tiempo ya que voy a la universidad, me encuentro estudiando psicología—. Le respondió él mientras ella observaba su aperlada sonrisa que le daba—. Si quieres agradecerle a Alex por dejarte quedarte en su casa, podrías trabajar el resto del tiempo que tengas libre como ayudante en la estética que ambos tienen, no cobrarás mucho, pero siempre debes de agradecerles el poder quedarte en casa ajena, además no se te ocurra romper las dos reglas de Roy, si eso pasa ya no tendrás otra oportunidad, y ellos no te ayudarán más, son muy estrictos en ese aspecto, pero fuera de eso son geniales, solo respeta sus reglas porque estás quedándote en su casa.

Ella comprendió lo que eran aquellas dos simples reglas, además no era tan complejo, ella no consumía drogas y si lo hiciese, no tenía tanto dinero para consumirlas por lo caro que eran, ni tenía la necesidad de hacerlo. Ella contaba el tiempo que se haría al restaurante, tan pronto llegaron, en la recepción Thomas tomó una hoja de solicitud de trabajo junto a un bolígrafo para dárselo a Lucía quién rellenó rápidamente la hoja, tan pronto llenó todos los datos con los nuevos datos de donde estaría viviendo y recordando el teléfono que había obtenido en el hospital ya que Roy lo había dado para poder llenar los formularios en la recepción de aquel hospital comunitario.

Thomas tomó la hoja y entró a hablar con el gerente, salió al cabo de los pocos minutos dándole la buena noticia a Lucía que comenzaría el lunes de la semana que seguía, faltando unos cuatro días para comenzar, se relajó pero sabía que tenía que poner todo el empeño del mundo, aquel chico también se estaba jugando el pellejo por recomendarla, y lo que menos deseaba era causarle algún problema, además se sentía agradecida que la hubiese recomendado así.

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