Afuera

Capítulo 10

Alex se encontraba en la peluquería aquella mañana entre semana, haciéndole una pedicura a una de sus clientas favoritas, ella se alegraba con mucha felicidad de que aquel buen chico hubiese vuelto, le había quedado una pequeña cicatriz el modo de los costados de su frente, pero ningún moretón visible quedaba a la vista. La mujer disfrutaba el contacto que tenía el chico con sus pies mientras se escuchaba un poco de música de fondo que los dos solían usar para concentrarse más en sus actividades y poder llevar el día más ameno.

Él al verse terminado de su labor, enjuagó los pies de la clienta y terminó por secarlos con una toalla seca que tenía a un costado suyo, le indicó que cuando terminase se dirigiera a pagar a la caja en donde Lucía estaba esperándole, se dirigió entonces a la mesa de manicuras en donde otra clienta ya le esperaba, la clienta había sido preparada por Lucía, simplemente lavado las manos en agua tibia para facilitar el proceso que tendría en las cutículas de aquella mujer, con quién también comenzó a platicarle su día a día como si fuesen íntimos amigos, él escuchaba con mucha atención mientras aquella mujer parloteaba y parloteaba por largos minutos de lo que había pasado en ausencia de Alex en esos días

Lucía se encontraba apurada mientras le cobraba a la clientas que recién habían salido de la pedicura y de un corte con Roy, simplemente metió todo a la caja registradora, tal y como le habían dicho en su primer día de trabajo, ella observó el reloj que se encontraba pegado en una de las columnas de aquella peluquería, las manecillas marcaban que era la 13:00 horas del día, se dio cuenta que su jornada en aquel lugar pronto terminaría, también tratando de hacer un poco de tiempo para dirigirse por el metro a su segundo trabajo en el restaurante italiano en donde estaría hasta la noche lavando los platos de aquel sitio.

Roy observó que la chica le daba muchos vistazos al reloj del lugar , así que decidió que terminase su turno y le dijo que se fuera a su otro trabajo y que se cuidase. Lucía tomó sus cosas se despidió de ellos dos para después salir de local para seguir trabajando en otro sitio. Al ver que también ya había pocas clientas, decidieron cerrar para la comida en local, pero dejando la sala de estar abierta por si llegaba alguna clienta.

—¿Qué comeremos hoy? —. Le preguntó Alex con una gran sonrisa.

—Estaba pensando quizás comida China de los barrios bajos—. Le dijo Roy quién estaba barriendo el cabello que había cortado de clientes de ese mismo día—. O quizás podría hacer algo en el departamento y traerlo para acá.

—La comida China es una buena opción—. Le dijo Alex, ya que no deseaba que Roy se fuese a ningún lado, desde aquel incidente en el callejón ahora sentía la paranoia de al ver a cualquier chico, lo arrastrarían de vuelta a un callejón para pegarle una golpiza que lo mandaría hasta el hospital como la vez anterior.

Alex ahora estaba pasando por un momento difícil, la última vez que había estado solo, con la excusa de que iría a comprar unos simples cigarrillos a la esquina, una banda de jóvenes, que había reconocido que eran parejas de algunas de las clientas que llegaban a la peluquería, fueron quienes le dieron una tremenda golpiza, que lo mandaron varios días a la cama. Por ello tenían miedo de quedarse solo otra vez temía que el incidente volviese a pasar y que no terminará con un final bueno para él.

Sin embargo no quería decirle nada a Roy, para no preocuparlo más. Roy aprovechó el servicio a domicilio marcando desde el teléfono que tenía la peluquería, para marcar para que le trajese la comida China al lugar, ya que era un poco más simple incluso si le cobraban unos cuantos dólares extras, se podían permitir ese lujo. Tan pronto Roy terminó de limpiar el lugar para que se viese presentable para la segunda tanda de clientela que iba a llegar después del descanso que estaban teniendo, decidió sentarse en el cómodo sillón que tenían dentro del cubículo en donde solían cortar el cabello.