Dulce Hogar | Gustacio. [Ver. Original]

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Encontrándose sentado detrás del patrulla junto a Conway y Horacio, Gustabo miraba el panorama en sumo silencio, mientras que el mohicano se dedicaba a charlar con el superintendente, aunque, sin deshacer el agarre de manos que tenían sus manos. Sonrió, mirando momentáneamente a esa dirección, apretando, de manera inconsciente, su mano. Horacio le miró entonces, como si él lo hubiera llamado, a lo que negó con la cabeza y el contrario solo pudo reír, plantándole un beso en la mejilla que lo hizo reír.

Conway les iba indicando a ambos sobre el tema de los códigos y la diferencia de cada uno, lo que debían hacer y lo que no. El hombre gafas conducía sin despegar su vista del frente, pero, de vez en cuando, miraba por el retrovisor, viendo cómo Horacio le prestaba atención, mientras que Gustabo se encontraba viendo por la ventanilla, como si él no estuviera hablando. Se veía tan tranquilo que no le dijo nada, simplemente, en ese momento, no tenía el ánimo de arruinar el ambiente al alzarle la voz a Gustabo.

Su radio sonó, escuchándose a Volkov de fondo, informando sobre el tan famoso 'código 3', al que Horacio anhelaba ir. Proclamando ir con dos extras, el comisario Volkov lo recibió con un "10-4.", para luego haber un silencio en el que Conway se dedicó a conducir al lugar estimado, no sin, de vez en cuando, ver lo que hacía Gustabo; quien, de igual manera, tenía su mano en la pierna de Horacio, mientras apoyaba su cabeza en su hombro y veía por la ventanilla.

Contuvo un suspiro, reteniendo la sonrisa que casi se le escapaba, porque veía a Horacio estar nervioso con las pequeñas acciones que hacía Gustabo con él, haciendo que sus mejillas se sonrojaran en demasía, cosa que, no pasó desapercibida por él.

"Bajad del patrulla y seguidme." Indicó en el momento que aparcó y se giró a ver al dúo, pasando su brazo por el asiento del copiloto. Sus ojos iban de Horacio a Gustabo, de Gustabo a Horacio; al igual y viceversa. "Veréis lo que es una negociación desde cerca, por lo que memorizad lo que acepto y lo que no, que os servirá en un futuro si queréis pasar las oposiciones." Esta vez miró a Horacio. "Tú a mi lado, Gustabo con Volkov."

Cuando bajó del patrulla, Horacio canturreó un fuerte afirmativo, mientras que Gustabo se quejaba por lo bajo porque tenía que estar al lado del tercer agente que peor le caía. Y es que en primer lugar iba el agente que se había burlado de él cuando estuvo detenido, de segundo estaba el barbas que se mofaba de su edad y, por último y no menos importante, de tercer lugar estaba el comisario Volkov por siempre ser de pocas palabras, frío y demasiado serio para gusto propio.

Apenas se acercó al comisario peligris, ni siquiera le saludó, mucho menos el contrario lo había hecho. Ambos, posicionados, veían de brazos cruzados la negociación que hacía Conway, con Horacio a su lado, quien, con ojos de esperanzas, estaba expectante a todo.

Al poco tiempo, Gustabo bostezó, acercándose a escuchar porque estaba muy aburrido con el comisario a su lado. Aunque, bueno, se arrepintió al poco tiempo porque el atracador tenía un acento pésimo para su gusto y no parecía tener un hilo del cual tiraba, todo eran inconexos que le hizo mirar a Horacio para saber lo que estaba pasando en ese momento. El moreno solo pudo alzarse de hombros, tampoco sabiendo la actitud del tipo. Conway, en cambio, muy al contrario de Gustabo y Horacio, quienes estaban extrañados, el hombre tenía el entrecejo fruncido y los labios arqueados en una pronunciada mueca.

"Te daré diez segundos para decirme lo que quieres o nos armamos aquí de balazos y se acabó toda esta puta payasada que te estás montando."

Gustabo, de pronto, miró por encima de su hombro, ignorando de pleno lo que acababa de decir Conway, pues trataba de buscar con la mirada algo que le traía el sentimiento extraño encima de él desde hacía un par de minutos. Cuando estaba al lado de Volkov, sentía una mirada en él, a lo que intuía que era Horacio, porque estaba tan aburrido que había cerrado los ojos, pero, luego, ahora estando al lado de Horacio, había creído que era Volkov, pero éste se encontraba hablando con otro agente que estaba a su lado.