Revisa su teléfono por quinta vez. No hay nada, ningún mensaje de texto ni tampoco ninguna llamada por parte de Hoseok.
Suelta un suspiro de desanimo y vuelve a guardarse el teléfono en su bolsillo del pantalón checando otra vez, que su jefe no lo haya visto haciendo tiempo en lo que se acerca la hora final de su turno en la tienda de música.
Pero tampoco puede concentrarse. Hace un mes que le vio al pelirrojo por última vez y mentiría si dijera que no lo extraña, que no necesita saber porque no le llamo para nada en todos estos días.
Hay demasiadas cosas que necesita saber. A Jimin le preocupa que le haya pasado algo o que pudo decir algo que le molestará para que Hoseok no quisiera verlo de nuevo, no lo sabe y eso le pone muy intranquilo.
¿Porque se desapareció de un momento a otro? ¿Estará enfermo? ¿Y que hay de las prácticas de baile, su ensayo para esa audición? ¿Que, ya no necesita de su ayuda? ¿Porque no le llama?
Cuarentena y cinco minutos más tarde, Jimin entro al subterráneo dirigiéndose al domicilio del pelirrojo. Antes se hubiera negado rotundamente a hacer algo como eso, pues pondría en riesgo sus sentimientos ocultos hacia él, pero ya no puede quedarse quieto con los brazos cruzados solo esperando a que Hoseok lo busque.
Solo tocará la puerta y preguntara por él a su madre, solo será eso. Un “pasaba por aquí y quise venir a saludarlo, ¿Está él? Puede llamarlo?” Jimin se mentaliza. Si, eso suena muy creíble.
Pero antes hace una parada al súper para comprar una botella de leche de fresa, su estómago le ha estado dando muchas molestias últimamente, le duele por ratos como si le quemara y solo bebiendo leche, el malestar se calma.
Luego de veinte minutos Jimin sale del establecimiento con una bolsa de plástico pequeña colgándo de los dedos de su mano izquierda con dos botellas de leche una caja de pepero's de chocolate y vainilla. También lleva una caja de cigarros de la marca favorita del pelirrojo.
Esa es por si lo llega a encontrar, ya tiene otro pretexto seguro.
Camina pensativo viendo hacia el suelo con su bolsa y su otra mano metida en el bolsillo del pantalón cuando siente vibrar su teléfono. Se detiene y lo saca rápidamente para ver si se trata de Hoseok, tal vez ya le mando un mensaje.
Pero no, solo es su hermana. Le ha mandado decir que llega el sábado próximo para que por fin pueda conocer a su hija.
Jimin deja su bolsa en el suelo y le escribe que las estará esperando en casa, cuando de pronto es una risa peculiar que le hace quitar su mirada de la pantalla de su teléfono. Le resulta familiar. ¿Pero de quién?
Entonces mira por encima de su hombro hacia atrás de dónde proviene la fastidiosa risa, y es cuando abre sus ojos de par en par pues se trata de Seokjin, el chico que odio y odiara por siempre. Está saliendo del supermercado riendo abiertamente y lo que hace que se le estruja el estómago aún más, es que va enganchado del brazo de Hoseok.
Se queda petrificado por un segundo no sabe que hacer solo puede sentir como late su corazón rápidamente. Hoseok también ríe y llevan bolsas de mandado cada uno, solo se miran entre si pareciendo tan enfocados entre ellos.
Jimin no tuvo que ocultarse o subirse la capucha de su sudadera porque cuando Hoseok y Seokjin pasaron a un par de metros a su lado, tan sin importancia resulta ser la existencia de Jimin que ni siquiera lo notaron.
Vio como caminaron unos 15 metros aprox hasta la camioneta de Hoseok, el pelirrojo lo abrazo del cuello, le dijo quien sabe que y le dejo las bolsas al castaño para después abrirle la puerta y subirse ambos.
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MI PROMESA (KOOKJIN) LIBRO #2
Fanfiction"Cumpliré mi promesa, aunque pase el tiempo, me olvides y dejes de quererme. El amor de mi promesa no se romperá" Aunque Seokjin y Jungkook se aman de verdad. La vida de ambos estará envuelta por problemas, malentendidos y una serie de confusos sent...