MI PROMESA (KOOKJIN) LIBRO #2

Incomodidad, un lugar equivocado.

No puede creer su jodida suerte, simplemente no puede creerlo. Maldice al castaño sonriente sentado al otro lado de la mesa justo enfrente de él, maldice el día en que se cruzó en su camino.

Él ojigris estaba esperando este momento para conocer a la madre de su novio y poder tener al menos una buena primera impresión con ella. Estuvo planeando desde hace tiempo este día y acaba de descubrir que está por casarse con él padre del castaño él sr Kim, quien recuerda haberlo visto solo un par de veces antes cuando acompañaba a Taehyung.

Se han cruzado las miradas al menos unas cinco veces y en todas esas ocasiones, no ha sentido ni un poco de amabilidad de su parte. Jimin creé que él sr Kim ya hizo memoria sobre de dónde lo conocio y solo espera que eso no termine por afectar la buena relación que pretende tener con su futura suegra.

Sun Yang estaba tan contenta y tranquila de sentirse de nuevo en perfecto estado de salud y con mucha energía. Feliz por su embarazo, también por ver qué la cena va bien. Seokjin esta de buen ánimo, sonríe, le hace plática se interesa en ella de verdad y no le hace preguntas muy directas o incomodas. Todo lo siente tan maravilloso que casi se ha olvidado de la presencia del novio de su hijo.

Al terminar de escuchar la pequeña conversación que tuvieron él pelinegro, él castaño y su futuro esposo, las pequeñas risas dejaron un comodo silencio. Entonces volvió su mirada hacia él.

Él chico era hermoso, su cabello rubio hacía unas ondas perfectas hacías los costados y unos mechones le caían perfectamente en la frente, lo escuchó suspirar y humedecerse los labios gruesos mientras picaba sin ganas las verduras de su plato.

—¿Fue de tu gusto la comida... Jimin? —Casi se olvida de su nombre.

También se sorprendió al ver el peculiar color gris de sus ojos en cuanto giro su rostro hacia ella.

A Jimin se le subió el ánimo de inmediato, y le sonrió con amabilidad.

—Si, gracias todo estuvo perfectamente —respondió educadamente.

—Me alegró —le devolvió la sonrisa.

Yang siente que ha dejado olvidado al novio de su hijo y no quiero que Hoseok se moleste con ella, aunque ha visto también a su hijo y parece no estarle prestando mucha atención.

Jun y Hoseok estan sentados en ambos lados de la cabecera de la mesa, ella está sentada alado de Jun y a su costado está él chico rubio cerca de su hijo. Delante de ella a la derecha de Jun está Jungkook, seguido por él castaño. Y todos dirigen la mirada al ojigris luego de que ella dijera lo primero que pensó al verlo un poco más de cerca.

—¡Vaya! Eres un chico guapo, mira que ojos. ¿De quién lo heredaste?

La sonrisa de Jimin se ensanchó y se sonrojo un poco, siempre le dicen lo mismo así que ya no le sorprende tanto la verdad, aunque el halago viene de la mamá de Hoseok y eso le pone contento.

—De mi madre —respondió— ella tenía el mismo color de ojos...

Seokjin rodó los ojos y suspiró con gesto aburrido. Ese comentario le hizo acordar del pasado dónde todo mundo (y todo mundo se refiere a los padres de Taehyung) siempre le decían lo hermoso que era, estando él ahí también, justo como ahora. Jungkook le miro y se sonrió dándole un suave apretón a su pierna, caricia que provocó que él castaño le devolviera una mirada de advertencia.

—¿Tenía? —la conversación siguió con ellos dos—. ¿Está bien que lo digas así? —pregunto con cautela.

Jimin solto el aliento y sonrió decaído ignorando el estúpido comportamiento del castaño.