Confesiones que hieren.

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Una fuerte sensación de ser arrastrado le hizo recobrar un poco de lucidez. Diviso unas luces que giraban rápidamente a su alrededor y unos brazos le sujetaban con fuerza. Alguien le llevaba hacia la oscuridad. No podía moverse, su cuerpo estaba debilitado, como si se le fuera adormeciendo y perdiendo fuerza.
Todo le daba vueltas, a lo lejos escuchaba gritos. De pronto sintió un duro golpe en la cabeza y ya estaba tirado, gimió, pero no fue conciente del dolor. Intento levantar la cabeza apoyando los brazos en el suelo pero no pudo, no tenía fuerzas.

Más gritos y jalones, le hicieron quejarse. Cerro los ojos, ya no podía más resistirse al sueño cálido. La cabeza le daba vueltas, alguien le levanto del suelo, entre parpadeos intento ver de quien se trataba. Lucho inútilmente cuando sintió que le metían a un lugar, pero nada pudo hacer, cerro los ojos y suspiro entregándose a la oscura inconsciencia.


[...]


Momentos antes.


—¿Que fue lo que dijo? —Pregunto Jimin con voz temblorosa.

Hoseok lo miro brevemente y después resopló dandole la espalda. Tenía al castaño inconsciente entre los brazos, demonios, no creyó que a Jin se le fuera a salir decir sobre el beso que le robo.

Esto se va a ir al carajo.

Él corazón del ojigris le latía con fuerza. —Hoseok —. Se acercó y le agarro del hombro. Entonces supo por la manera en que le miro, con una expresión tensa y borrascosa, que lo que había dicho Jin hace un instante era la verdad. Ellos se habían besado.

Un balde de agua fría le cayó encima, sacándole una exclamación de dolor. Un dolor que le atravesó el corazón.

—Besaste a Jin —le dijo con un hilo de voz, un duro golpe de realidad le debilito el cuerpo—. ¡No lo...! —se llevo la mano a la boca ahogando un gran sollozo—. ¡Maldito imbécil! —le grito entonces dándole un empujón en el hombro—. ¡Lo besaste!

Hoseok le mando callar sin soltar al castaño ebrio.

—Cállate Jimin, ahora no —. Pero Jimin le volvió a pegar una vez y otra hasta que tuvo que soltar al castaño dejandolo tumbado sobre una silla y enseguida le agarró de las muñecas con fuerza—. ¡Cálmate joder! —gruño—. ¿Por qué mierda siempre tienes que hacer un puto escándalo? —le soltó con fastidio.

Jimin no pudo creer que él pelirrojo fuera tan sin vergüenza.

—¿Un escándalo? —repitió con lágrimas en los ojos y se safo de su agarre con recelo—. ¡Te besaste con Jin a mis espaldas y yo soy tu jodido novio Hoseok! —le espetó furioso— ¿Cómo quieres que me ponga?

Hoseok le miro con disgusto y resopló volviendo a levantar al castaño de la silla.

—Que te calmes primero —bufo, se cargó enseguida al castaño pasando un brazo por encima de su hombro y sujetándole de la cintura—. Jin no se ve bien, está muy tomado. ¿Que no ves? —le espetó.

Jimin se limpio con brusquedad las lágrimas y se le paro enfrente al pelirrojo.

—¡Me importa muy poco! —escupió furioso— Jin dijo que lo habías besado, ¡Y quiero una explicación!

Hoseok exhaló pesado y dudo un segundo en si decirle o no. Porque no es como si realmente le afectara la reacción de Jimin, si no más bien, se preocupaba por él bienestar de Jin. Pues lo último que quería es que Jimin se desquitará con él. Vio de reojo el lindo rostro del castaño descansando sobre su hombro antes de responder y su corazón se aceleró.
Tenía que ser sincero por primera vez, como le dijo Jin. Ya se había cansado del ojigris y de toda esta mierda.

MI PROMESA (KOOKJIN) LIBRO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora