Beso prohibido

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Seokjin no entendía el porque de tanta ceremonia por parte de su padre. Los hizo sentar uno a lado del otro en una mesa más privada lejos del festejo y la música. Tampoco Yang estuvo, solo ellos tres. Le dijo que no podía postergar más ese momento de padre e hijo y para cuando estaba por explicarle, él mesero llegó con dos botellas de soju y tres vasos de vidrio. Entonces supo de se trataba.


—Papá sabes que no bebo —dijo Seokjin con una mueca de asco viendo al pelinegro a su lado—. ¿Tu sabías de esto?


Jungkook frunció su ceño y negó. Luego se sonrió.


—No, no para nada —y era cierto. Él pensó que su suegro les daría la bendición o algo por el estilo.


—Seokjin ha —le llamo su padre con expresión relajada y gustosa. Se estaba divirtiendo—. Esto es muy importante


—No lo creo —replico— ¿Beber cerveza es importante? ¡Ajá!


Tanto Jungkook como él sr Jun se rieron del castaño. Que SeokJin no le gustará el alcohol y prefiriera otras cosas, le parecía hasta cierto punto lindo y curioso. Pero Jun sabe que esto es muy necesario.


—Aunque no lo creas es así hijo —fue acomodando los vasos—. Beber es parte de nuestra cultura —le dijo destapando la primer botella—. No puedo irme al otro lado del mundo sin antes haberte dejado con el conocimiento y la experiencia sobre esto.


Seokjin suspiro haciendo un puchero involuntario.


—De acuerdo.


—Los padres debemos enseñarles a nuestros hijos —comento—. Estoy seguro de que tu padre ya hizo lo mismo contigo, Jungkook ha —se dirigió al chico quien todavía vestía su ropa de trabajo. Es muy responsable, eso le agrado del chico.


—Si por supuesto sr. Pero me gustaría quedarme y aprender de usted también —le halagó.


Él sr Kim se irguió con orgullo. Les dió el vaso a cada uno y se preparó.


—Como ya dije antes, beber es algo de suma importancia en Corea. Se bebe con la familia y con la política también. En una conversación sería, el soju o cualquier vino siempre estarán de por medio. —Les explico claramente, Seokjin y Jungkook estaban atentos—. Se bebe con los amigos, con los socios y por supuesto con compañeros del trabajo.


—Y no se olvide de los jefes también —comento Jungkook riendo cómodamente, él sabe perfectamente porque lo dice.


—¡Oh sí por supuesto! —le dió la razón imitando su sonrisa y negó con la cabeza dejando por un instante la botella. Seokjin los miro ambos sin entender del todo—. Así fue como conseguí un aumento y el nuevo puesto en el extranjero —confeso entre risas.

MI PROMESA (KOOKJIN) LIBRO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora