No quiero ser tu amigo.

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Para calmar los ánimos, Jungkook trajo al castaño a la cafetería. Luego de ese momento exitante y abrumador, un café acompañado de una rica tarta o quizás un panqué nube iban muy bien para hacer el resto de su cita improvisada, más alegre y despreocupada.

BOOMCREAM, la cafetería de la cual Jungkook es dueño hace más de dos años, ya había concluido con su servicio. Ya los empleados del pelinegro incluidos Kio y su amigo Ben, hace mucho que ya habían terminado su turno. Es jueves por la noche y por lo regular no hay mucho flujo de gente ese día.

Pero para Jungkook le resulto mucho mejor, pues así podría pasar un buen rato con SeokJin. Le arregló de inmediato una mesa, encendió un par de luces que iluminaron apenas el salón con una luz tenue para no llamar la atención de los clientes allá afuera y pensaran que seguía en servicio.

Puso algo de música, baladas en ingles y preparo un café con sabor a vainilla para ambos.

Seokjin se sintió más relajado, Jungkook fue muy lindo en prepararle un rico muffin de chocolate para acompañar su café aunque le había dicho que con eso estaba bien. Aún así lo hizo y eso le hizo sentir muy bien.

Le dió un sorbo a su café disfrutando de su delicioso aroma y sabor cuando Jungkook volvió de la que ahora es su pequeña oficina con una chamarra negra para el castaño.

—Ya está haciendo más frio —le dijo cerca a su oído luego de ponérsela en los hombros— ¿Quieres que te preste unos pantalones?

Le beso la mejilla. Seokjin parpadeo y giro su rostro.

—¿Tienes?

Jungkook lo abrazo dejando su barbilla en el hombro del castaño.

—Cuando preparo los postres no puedo evitar ensuciarme un poco así que tengo un par en mi locker para cambiarme después —le dijo.

—Ah, bueno... —se estremeció al sentir un beso húmedo de Jungkook en su mejilla— pero... —y otro en la piel de su cuello— así estoy bien... —cerro sus ojos— Jungkook...

—Mm... —él pelinegro siguió con lo suyo.

Seokjin suspiro trémulo los besos de Jungkook se sentían muy bien en su piel.

—¡Ya Jungkook, para! —pero le detuvo antes de que terminarán haciendo lo que no hicieron en su habitación.

Jungkook se rió dando un tras pie hacia atrás por el golpe del castaño.

—¿Que pasa Jin? —se acercó a darle un beso más en la mejilla antes de volver a su asiento— no te pongas tímido. Aquí estamos solos —su sonrisa se volvió atrevida.

Seokjin trago saliva y negó arrancando un pedacito de muffin con sus dedos para llevarlo a su boca evitando sonreí también pero ya sentia sus mejillas sonrojarse.

—No Jungkook —hizo una pausa para tragar— eso no va a volver a pasar.

—¿Por qué no? ¿No quieres volver conmigo entonces? —se preocupo.

Seokjin le miro a los ojos y se humedecio los labios. Por supuesto que desea volver con él pero tampoco quisiera volver a sufrir como lo hizo por él y por malentendidos.

—Ya te lo dije y no me negué Jungkook... solo quiero que nos tratemos más antes como amigos —le dijo bebiendo de su café, rehuyendo un poco a su mirada también.

Jungkook hizo una mueca de no estar realmente convencido. Entre asentimientos tensos, bebió de su café y comió un poco del muffin que preparo con mucho esmero para él castaño.

MI PROMESA (KOOKJIN) LIBRO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora