XIV

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⚠️⚠️Violencia

El general James Abercromby era un hombre muy poderoso y ganó ese estatus gracias a su dinero, pero la mayoría no sabía de dónde salía tanto

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El general James Abercromby era un hombre muy poderoso y ganó ese estatus gracias a su dinero, pero la mayoría no sabía de dónde salía tanto. De igual forma a nadie le importaba, sólo les interesaba que les vendiera a las mujeres de su bar. No sólo tenía a gente noble bajo su manga, sino también a personas con mucha influencia en la política, donde si daban un paso en falso sacaba a la luz todas las barbaridades que ellos hacían.

"La nueva prometida del general" era el apodo que me daban los hombres que ingresaban a la oficina de James. Él solo me dejaba de pie a un lado suyo una vez que recibía a los invitados, ellos no prestaban atención a su alrededor si no que posaban su mirada en mí como si no hubiera otra cosa más importante que ver. Abercomby estaba satisfecho con eso y más bien se reía de quienes se le salía la baba.

Sus conversaciones se enfocaban en cosas militares o comercio, James envolvía a todos con su forma de expresarse y hablar, tanto así que hacía cambiar de opción rápidamente a los que lo acompañaban. Mi trabajo era servir y rellenar los vasos de whisky de los invitados, sería una tarea fácil si no fuera porque tenía que aguantar las molestias que sentía y caminar recta, James analizaba cada uno de mis movimientos para encontrar la más mínima falla.

Fue imposible no pensar en la tripulación cuando pude oler el licor, era muy suave en comparación al ron que había en el depósito, era seguro que ellos dirían que el whisky no era licor en verdad. Sonreí en solo imaginar en la fiesta que montaría el capitán al salir todos vivos de este lugar y con su relicario, Wooyoung comentó que era tolerante al alcohol así que sería un buen momento para comprobarlo.

Wooyoung, la única razón por la que seguía luchando a pesar del terrible dolor. Pensé que podría salir lastimada, pero no imaginaba que James podía ser tan brutal, no podía pensar en cómo estaría Mile si yo me encontraba en este estado.

Se reunió varías personas, ministros, comerciantes y otras personas que no recuerdo. En ningún momento me presentó como su prometida, aunque les preguntaba si era bonita creo que esto era lo que estaba hablando Susan. Intentaba mostrarme a todos los que pudiera. Así había pasado el día y la tarde, ya estaba oscureciendo y no había podido ir a los calabozos.

Pude observar durante el día que en su escritorio tenía una gaveta llena de pertenencias de oro, la cual cuando se dio cuenta que estaba averiguando que había ahí la cerró con fuerza y fue de nuevo con sus invitados.

ㅡDentro de unos días regresaré a Londres, te estaré esperando en el bar. ㅡJames sonrió y el otro también. Debíamos salir de aquí rápido, estaba planeando regresar de nuevo a Inglaterra y eso me aterraba.

El general me dijo que me quedara en su oficina mientras acompañaba a sus colegas al puerto. Inmediatamente cuando se fue busqué en su escritorio algún rastro del relicario, abrí el cajón que había visto antes y encontré una cajita llena de cosas brillantes de oro. Revolví eso lo más que pude, habían más relicarios de lo que pensé, pero Hongjoong nos había descrito lo mejor que pudo el de él. 

Our Desired Reliquiarium: Courage [wy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora