Deseo. Obsesión. Miedo.
Estoy de pie al borde de lo que me ha llevado mi egoísmo. Las voces en mi cabeza me recuerdan todo el día lo tanto que perdí, lo tanto que no valoré mi pequeña felicidad.
El orgullo de un capitán es su barco y tripulación, pero nunca aprendí a colocarlos a ellos primero que a las cosas del pasado. Jamás aprendí a medir el riesgo que presentaba tomar venganza y obsesionarse con eso.
El capitán Kim, mi padre, me salvó con el Illusion para iniciar una nueva vida, una nueva travesía para que las cuerdas del pasado no me cegaran. Sin embargo, el odio fue más grande que ese deseo.
El Fuerte Norte, una última prueba que el destino me colocó para que aprendiera mi lección, aún así la avaricia de tener a un solo paso lo que más deseas es tan resplandeciente que no te deja mirar hacia otro lado. Esta última misión fue la más peligrosas de todas, por primera vez en mi vida, admitiré en mi diario que debí dejar mi arrogancia y abrir mis ojos.
Todos confían en el capitán de su barco, es el que le brinda seguridad a todos con palabras de aliento. Así fue para el Fuerte Norte, les brindé discursos llenos de mentiras para que mi tripulación estuviera fuerte mientras que mis pilares se caían.
La señal de Mile y Louise nunca llegó, jamás hubo explosión que nos diera una entrada al fuerte. El plan que había discutido con Mingi, el más seguro entre las opciones, había fallado.
A la tercera noche Wooyoung y Yeosang me dieron el ultimátum de que irían a la boca del lobo para rescatar a sus mujeres, por sus miradas de odio pude ver lo decepcionados que estaban de mí porque seguía esperando por ellas. Yeosang era una bomba de tiempo que en conjunto con Wooyoung hacia que explotara más rápido, San se unió a ellos y casi nos peleamos entre nosotros antes que con los hombres del general.
A pesar de las insistencias de los demás tripulantes de esperar porque ellas corrían peligro si entrábamos antes, seguí al grupo, tenían razón. Le prometí a ellas que estarían seguras y a salvo, las protegería de cualquiera que les quisiera hacer daño, pero fui el primero en aceptar enviarlas hacia ese lugar.
Yeosang había estudiado una puerta lateral que de noche vigilaban poco, entramos por ahí y silenciamos a los cuatro guardias que estaban apostando entre ellos. Los demás tripulantes vinieron con nosotros diciendo la frase "Si caemos, caeremos juntos"
Nuestro pequeño plan improvisado se desmoronó cuando nuestra vista se posó al patio, especificamente a la horca. Yeosang soltó un grito desgarrador y con su espada trató de desquitarse con el primer hombre que viera. Tratamos de deterlo, pero el alboroto que causó hizo que todos nos detectaran; era un sentimiento que compartía y por eso mi agarre en su brazo no fue suficiente para retenerlo, mis piernas querían fallar y mi respiración irse.
Mile estaba en la horca, su cuerpo lo mecía levemente la brisa y el vestido que le regalé estaba manchado de rojo oscuro.
No nos quedó otra opción que pelear, no podiamos escondernos ni retroceder, además que Mile nos necesitaba a pesar se que ya era muy tarde.
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Our Desired Reliquiarium: Courage [wy]
Fiksi PenggemarUna joven entrenada únicamente para ser casada con el primer hombre que quisiera pagar una exagerada suma de dinero a sus padres. Es así como Louise zarpa desde Boston para ir a comprometerse con James Abercromby, un hombre que según entre los noble...