XV

138 16 15
                                    

Cuando llegué al patio corrí con todas mis fuerzas al depósito de pólvora para encontrarme con Mile, ya todo estaba hecho un caos, con fuego por todos lados y los hombres saliendo como hormigas de sus habitaciones, ninguno de ellos me prestó atenc...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando llegué al patio corrí con todas mis fuerzas al depósito de pólvora para encontrarme con Mile, ya todo estaba hecho un caos, con fuego por todos lados y los hombres saliendo como hormigas de sus habitaciones, ninguno de ellos me prestó atención o se atrevió a decirme algo. Cuando llegué al lado de la gitana, tomé una espada del suelo de un guardia que yacía en el suelo, ellos seguían pensando que estaba de su lado hasta que me vieron cortarle el torso a un hombre que quería atacar por detrás a Mile. Ella también se deshizo del enemigo que tenía enfrente, inmediatamente nos sonreímos para ir a la puerta de entrada empujando y empuñando nuestras espadas hacia el frente. 

Al llegar, unas muchachas ya estaban allí tratando de combatir contra los hombres de James, las apoyamos atacando por sorpresa y deshaciendonos de la mayoría. La destreza en el combate de ellas en comparación a la de nosotras era nula, la única ventaja es que no trataban de matarlas porque aún las consideraban como mercancía para la venta.

Ya cuando no había nadie más buscamos la manivela para accionar el mecanismo de la puerta de entrada. Nosotras dos nos colocamos en el lado derecho y otras dos al lado contrario, debíamos girarla entre al menos dos personas porque era dura. Escuché a los tripulantes del Illusion gritando para anunciar que ya estaban allí, mi corazón reaccionó al oírlos por lo que me hizo sonreír ampliamente y hacer que la adrenalina me diera mas fuerzas para abrir la puerta levadiza rápidamente. 

Cada segundo que permaneciamos ahí los veía como si pasaran con lentitud, los guardias corriendo a nuestra dirección y las voces de los chicos gritando se mezclaban con las de las mujeres que estaban con nosotras. El "más rápido" se escuchaba lejano y yo solo podía ver mis manos actuando con toda la fuerza que podían dar, el dolor de los golpes que había recibido habían desaparecido.

Cuando la puerta se abrió todo volvió a la normalidad, lo primero que vi fue a una cabellera rubia corriendo hacia mí, al verlo fui a corresponderle sin pensar. Mientras llegaba a él las lágrimas se formaban en los ojos y mi sonrisa se volvió un pequeño mohín, Wooyoung en cambio abrió sus brazos y cuando llegó a mi lado me abrazó con todas sus fuerzas, una de sus manos la colocó en mi nuca y me acercó más a él.

ㅡWooyoung, yo… ㅡTraté de decir algo pero mis sollozos me lo impedían, estaba muy feliz por verlo nuevamente. En mi pecho podía sentir paz a pesar de que el plan no había terminado completamente. Quería estar protegida entre sus brazos para siempre y no dejarlo ir nunca.

ㅡNo te dejaré sola de nuevo. ㅡNos separamos y vi su característica sonrisa la cual fue disminuyendo al ver mi cuello.

Sabía que notó las marcas que había dejado James, así que trate de ocultarlo con mis manos, pero él las quitó con delicadeza. En cambio, acarició donde vio con uno de sus pulgares y con el otro mi mejilla, intenté no mostrar muecas de dolor pero fue imposible. Alcé mi vista para poder verlo a los ojos y frente de mí había aparecido el Wooyoung de aquella noche en Martha Vineyard, donde casi me raptan. 

Our Desired Reliquiarium: Courage [wy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora