Capitulo V

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El misterio termina. Ella aparece


-¿Qué?- Pregunté viéndolo fijamente.

-¿Eso significa que no sabes quién es? -Me preguntó y solo negué con la cabeza.

-Pero algo me dice que lo terminaré por averiguar, mientras más me acerco a Seversk, aumentan mis visiones relacionadas con ella, no creo equivocarme en sentir que ella está allí.

-¿Cómo son las visiones? -Me preguntó Ian.

-Son parecidas a las visiones que tengo cuando las espadas me revelan el futuro pero nunca puedo verla nítidamente, sólo algunos rasgos que no me ayudarían de mucho para encontrarla.

-Bueno, será mejor que te alimentes bien, de lo contrario no podrías buscar ni siquiera una hormiga en un hormiguero.

-¿Cómo sabes su nombre? -Le pregunté tratando de ponerme de pie.

-Porque lo murmuraste durante seis días seguidos, hasta yo estoy intrigado por saber quién es, por un momento creí que era una chica de Bisk, pero no recordé ningún nombre así -Respondió Blas.

Permanecimos en silencio un rato hasta que pude caminar por mí mismo y así ir con los demás que estaban esperándome para comenzar a almorzar.

-Akim, veo que estas bien -Dijo Saku provocando que todos volteen a verme.

-Debo suponer -Le respondí saludando a todos con la mano mientras me sentaba.

-Pensamos que morirías, ahora podemos respirar tranquilos -Dijo Dáire.

-¿Por qué respirar tranquilos? Si yo muero deben seguir con el propósito que tenemos.

-Seamos honestos, sin tus habilidades estaríamos perdidos -Dijo Ian en un tono serio.

-Entonces no se van a ver venir lo del suicidio -Dije sarcásticamente y todos abrieron los ojos viéndome fijamente menos Blas que dejo escapar una carcajada que no tarde en acompañar, luego todos rieron incómodamente sin entender el chiste.

-Quizá no todos tengan mi sentido del humor, pero me alegra que Blas sí -Pensé calmando mi risa.

-Casi llegamos a Seversk, ¿Podrás combatir allí? -Preguntó Alek examinando mi palidez.

-Seguro que podré, ¿A cuánto estamos exactamente? -Pregunté.

-Un día, contando el día de hoy -Respondió Saku.

-¿A qué velocidad hicieron que Capitán corriera? -Pregunté poniéndome de pie y tomando la empuñadura de Opekun a lo que todos, incluyendo a Blas retrocedieron unos metros.

-Lo subimos al camión de carga y lo llevamos recostado allí, él no corrió ni un solo paso hasta el día que despertaste -Dijo Pax escondiéndose en su hermano viendo mi espada.

-¿Por qué le tienen tanto miedo?- Pensé y bajé la mirada al ver mi espada y note que las llamas habían comenzado a arder por sí solas pero no eran azules, ni rojas, ni lilas, eran negras y comenzaban en mi codo, como si nacieran en mi brazo y se extendieran hasta llegar a la punta de la espada.

-¿Qué es esto?- Pensé y solté la espada en el suelo, y está, aún en el suelo comenzó a secar toda la vegetación que la rodeaba, absorbiendo su vida, rápidamente el levante antes de que llegara a tocar el pie de los demás y en mi mente me esforcé por apagar las llamas y estas obedecieron.

-¿Qué fue eso? -Preguntó Blas con la vista perdida en la confusión de la mía.

-Creo que fue enojo -Respondí tomándome el brazo-. Eso me dio mucha hambre -Continué y me senté a comer la comida de Blas nuevamente y todos volvieron a acercarse de a poco, sinceramente hasta yo temía por lo que acababa de ver, por fuera quería actuar normal como si supiera porque paso eso pero por dentro solamente pensé en:

El viaje de Akim Blade I I (La resistencia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora