Capitulo XIII

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Una batalla sin bajas

Al despertar un yeso cubría mi torso y se amarraba en mis hombros, imitando la forma de un chaleco.

-No entiendo porque no deje que me anestesiaran en Barnaul- Pensé tratando de ponerme de pie.

-Tranquilo capitán Blade, se lastimara -Oí detrás de mí, al voltear vi a un enfermero que se disponía a ayudarme.

-No soy tu capitán -Le respondí aceptando su ayuda.

-La capitana Iris nos dijo que usted lidera un grupo de guerreros increíblemente fuerte y merece respeto -Explicó.

-¿Ella dijo eso? -Le pregunté.

-No con esas palabras en realidad, pero asi queda más dramático -Me respondió el enfermero en tono sarcástico, haciéndome reír y sufrir a la vez-. Lo siento, olvide que no puede reír o hablar con fuerza, sus heridas son graves.

-Estaré bien, ¿Cuánto tardare en sanar? -Pregunté.

-De tres a cuatro semanas -Respondió buscándome una silla de ruedas y sentándome en ella.

-No puedo quedarme aquí tanto tiempo -Dije en voz baja.

-Eso lo manejara usted, pero en donde este tendrá que llevar el yeso hasta que se mejore -Me dijo dándome ánimos.

Luego el enfermero me saco de la enfermería llevando mis pertenencias en una camilla aparte debido al peso de las espadas, el clima había cambiado ya no había sol y pájaros cantando, el cielo estaba negro y lloviznaba una aguanieve que presagiaba una cruel tormenta eléctrica.

-Hoy es un hermoso día -Dijo el enfermero al dejarme bajo un reparo.

-A mí también me gustan las tormentas -Le respondí y él solo asintió al irse, dejándome sentado completamente solo por cinco minutos.

-Perdón Akim, ¿Hace mucho estas aquí? -Oí la voz de Blas a un lado, y al voltear lo vi impecablemente vestido y con una gran sonrisa.

-¿Por qué están tan alegres todos? -Pregunté al ver gente caminando con sonrisas en sus rostros.

-Sucede que la resistencia hará una fiesta en honor a los caídos a lo largo de los años y festejaran por la batalla de Tomsk, porque resulta que no hubo ninguna baja para ellos, ni nosotros, claro -Explicó Blas y yo sonreí.

-Me alegra oír eso -Respondí segundos antes de que Blas tomara la silla y comenzara a caminar, pero al mismo tiempo vi la camilla moverse, y debido a mi imposibilidad de ver hacia atrás me puse muy nervioso-. Blas, ¿Hay alguien contigo? -Le pregunté.

-Sí, yo estoy aquí -Dijo Pax calmando mis nervios.

-¿Por qué no dijiste nada? -Pregunté.

-Porqué estaba disfrutando del frío que hace hoy y olvide por completo hablar -Dijo riendo.

Ellos me llevaron al cuartel donde la plaza no estaba bloqueada y las personas caminaban con libertad y tranquilidad, aunque al verme los soldados me saludaron respetuosamente.

-¿Por qué me respetan así? -Pregunté.

-¿No lo recuerdas? -Preguntó Pax.

-Se ve que no -Respondí yo.

-En Tomsk, perdiste el control después del disparo del cañón, y aún no sabemos como pero minutos más tarde media ciudad había sido totalmente borrada del lugar -Explicó.

-¿Media ciudad? Eso es imposible, solamente fueron cinco manzanas -Refute.

-No Akim, tus llamas devoraron todo a su paso y aunque solo habías quemado cinco manzanas ese fuego se expandió, aunque puedes estar alegre, no heriste a nadie de los buenos -Dijo Blas alentándome.

El viaje de Akim Blade I I (La resistencia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora