El viaje de Akim Blade I I (La resistencia)

Capitulo XII

Llamas negras

El cálido abrazo de las llamas del infierno, me acostumbre mucho a esta sensación desde hacía ya tiempo, estoy convencido que en todas las religiones había un infierno diferente pero siempre se refieren al mismo, para mi esta creencia de un lugar creado unicamente para sufrir, era el mismo suelo que pisábamos, fui testigo y participe de tantas masacres que ni un libro de historia sería capaz de mencionar, mate a tantas personas que si sus almas vendrían por mí algún día, solo aceptaría mi destino, porque así lo merezco. 

Pero Iris tiene un propósito mejor al mío, yo empecé este viaje por egoísmo y motivos personales, ella siempre peleo por defender a quienes tiene a su lado, definitivamente es una persona que merece vivir con el doble de felicidad que las tristezas que la vida le dio- Pensé mientras abrace a Iris antes de que la bala de cañón impactara en Zash.

Sentí la onda expansiva de la bala de cañón castigando mi espalda mientras me quebraba más de cinco costillas al mismo tiempo que oí gritar a Iris de dolor, abrí los ojos temiendo que ella recibiera más impacto y se lastimase de gravedad, vi como un mar de llamas plateadas me rodeaban a mí y a Iris por milímetros y no éramos quemados vivos por mis llamas únicamente por mi túnica, pero Iris igualmente grito, pude ver que su hermoso cabello se había quemado un poco y su brazo izquierdo fue atrapado por mis llamas por unos segundos, causándole graves quemaduras en el antes de que Iris pudiera refugiarse tras de mí, vi la expresión de Iris y note lagrimas cayendo de sus ojos, debidas al dolor físico que estaba soportando en ese momento.

-Son unos miserables- Pensé enfurecido y dejándome llevar por la ira que sentí en ese momento y pude ver como las llamas plateadas que nos rodeaban se tornaban negras y totalmente erráticas, pero no duraron mucho ya que las llamas volvieron hacia Zash descubriéndonos a ambos.

-Gracias -Susurro Iris al notar lo que había pasado y el increíble surco que la bala de cañón había realizado en el suelo frente a Zash.

-No me agradezcas, vete de aquí -Le dije sin voltear a verla y con los dientes apretados.

-Ni de broma, yo peleare -Dijo tratando de pararse y empuñando su espada doble solo con una mano.

-Entonces solo aléjate -Le dije oyendo como el cañón realizaría un segundo disparo.

En un segundo el cañón disparo y yo tome a Zash y lance un corte hacia la bala que se aproximaba, cortándola a la mitad y causando una gran nube de polvo y llamas en el edificio, pensé que lo había dañado un poco, pero cuando las llamas consumieron el polvo del lugar todos los presentes incluyendo alemanes se paralizaron al ver como la mitad del edificio de concreto fue devorado por las llamas que aún emanaban y consumían las partes restantes.

-Los mataré a todos -Grite desaforado y la espada tomo con sus llamas todo mi antebrazo derecho.

Golpee el suelo con la punta de la espada y esta genero un círculo de fuego alrededor mío, era de casi un metro de diámetro y de este unas llamas negras semitransparentes me envolvían, devorando casi por completo todo lo que me rodeaba mientras caminaba hacia el frente.

Los alemanes petrificados lograron mover sus piernas para correr en mi dirección.

-A estos idiotas les sobran agallas- Pensé y con Zash corte el aire en su dirección y las llamas negras emanaron de inmediato, quemando y desintegrando los restos de los alemanes, luego ataque nuevamente hacia el frente perdiendo por completo el control de mi cuerpo, la furia tomo el control de mi mente, yo solo era un espectador.

La resistencia corría con pavor en la dirección opuesta que los alemanes y esto me favoreció ya que ataque con toda mi furia hacia esos colores.

Un soldado alemán con los pantalones bien puestos me ataco simplemente con su puño, atravesando las llamas con éste para golpearme y las llamas consumieron su carne al momento de traspasarlas, una vez dentro la atmósfera que emanaban desintegraron los huesos del soldado antes de que llegara a tocarme con ellos.