El viaje de Akim Blade I I (La resistencia)

Capitulo XX

Las emociones nacen

De a poco, comencé a sentir mi cuerpo, estaba caliente y cubierto por una manta, los camiones no se movían, así que aún no debía haber amanecido, era extraño pero a pesar de no haber abierto los ojos sentí que no había dormido tan bien en toda mi vida.

Recobre la esencialidad de mi brazo izquierdo, lo tenía estirado hacia un lado y estaba bajo algo suave y cálido.

-¿Qué demonios?- Pensé abriendo los ojos y refregándomelos con el brazo derecho, luego gire la vista hacia la izquierda y me sobresalte, tapándome la boca al notar a Iris acostada a mi lado, ella estaba completamente dormida con un hombro fuera de su manta, al verlo, su hombro estaba completamente desnudo y una imagen mental invadió mi mente y me sonroje al borde de creer que me derretiría.

La imagen de Iris durmiendo era completamente pacífica y angelical, ella simplemente parecía ser una Diosa, de la guerra claro, pero su hermosura era aún mayor que las descripciones hacia Hera u Afrodita.

-Maldición- Pensé, tratando de enviar mi mano temblorosa hacia su rostro, sentía tantas ganas de acariciarlo. Aunque me detuve a mí mismo, no sabía como acariciar a alguien, solo lo había hecho con animales -¿Cómo se acaricia a una persona?- Pensé, volviendo a llevar mi mano a su lugar, pero sin desviar la vista de Iris, aún no entendía porque motivo o razón estábamos durmiendo juntos, lo único que recordaba del día anterior era....

-Que le confesé lo que sentía- Pensé, poniéndome nervioso en un segundo y sonrojándome nuevamente.

Iris debió sentir mi pulso acelerado, ya que levanto una de sus manos y la puso sobre mi pecho, el cual si tenía mi camiseta y luego abrió los ojos lentamente.

-Buenos días -Me dijo, estirándose a mi lado mientas yo la miraba totalmente perdido en su belleza.

-Bu... Buenos días -Susurre, casi tartamudeando.

-¿Te sientes bien? Ayer casi te congelas -Me dijo, tocándome la frente.

-Me siento genial -Volví a susurrar.

-Me alegra oírlo -Dijo y se sentó a mi lado, tapándose el cuerpo con las sabanas.

-Iris, por... ¿por qué estaba durmiendo contigo? Yo ayer... tú ayer, nosotros nos... -Mientras yo decía incoherencias tratando de formular una oración, Iris se acercó sin destaparse y con la otra mano me toco la mejilla.

-Akim, ayer te desmayaste y te traje al camión donde llevan mis cosas, te di una manta para dormir pero comenzaste a temblar demasiado, así que por eso me acosté a tu lado, sirvió para mantenerte tibio. -Dijo sonriendo y luego de mirar hacia otro lado levanto una ceja y volvió a mirarme-. Aunque si tu miedo es si abuse de ti, no lo hice, no pasó nada más que dormir -Continuo, sonriendo.

-¿Abusarme?¿Realmente algo que ella me haga sería un abuso? Técnicamente para ser abusado no tienes que estar de acuerdo con lo que pasa- Pensé, poniéndome nervioso.

-¿En qué piensas? -Me pregunto acariciando mi mejilla, erizándome toda la piel del cuerpo.

-En que dudo mucho que eso allá sido en realidad un abuso -Susurré, viendo hacia otro lado mientras mi cuerpo temblaba por completo.

-Maldita sea, no puedo dejar de sentirme así, mi cuerpo solo reacciona ante su presencia- Pensé, mordiéndome la lengua.

Mire nuevamente hacia Iris y ella se había acercado a besarme, pero esa vez se había detenido a milímetros de mi boca, me puse mil veces más nervioso y ansioso que antes, pero mi cuerpo seguía reaccionando por si solo y así me moví hacia ella, cerrando mis ojos y apoyando suavemente mis labios contra los suyos, Iris se acercó más a mí y con su otro brazo me abrazo por detrás del cuello, dejando las sabanas sostenidas por nuestros cuerpos, en ese momento conocí una nueva sensación en todo mi cuerpo, deseaba sentirla a Iris y abrazarla, así que con mis manos temblorosas la abrace por su cintura, sin hacerle mucha presión, en es momento ella se alejó unos centímetros y me vio a la cara, yo estaba más colorado que un tomate de estación.