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Mio y Skipper se encontraban en campo de la escuela charlando, había árboles y aun así podías ver el edificio escolar.

"Estoy seguro que a ella le encantarán." Mio sonrió. Skipper le había mostrado unas flores que había comprado para la chica que le gusta.

"Si no te molesta que te pregunte, ¿quién es la chica que te gusta?" Mio sentía curiosidad, aunque ya le dolía su pecho de solo saber que a Skipper le gusta otra persona.

"Oh, ¿no te he dicho?" Skipper sonrió en vergüenza. "Es Kiyoko." Si no fuera por su piel morena, su cara hubiera estado roja.

"¿Creí que era lesbiana? ¿Y que no tiene novia?" Mio frunció el ceño confundido. La mayoría de la escuela lo sabía, no era ningún secreto, además que a la escuela era un 'straight ally' tenían un maestro trans, que era el de computación, un maestre no binarie, y una maestra trans lesbiana, habia mucha diversidad en la escuela.

¿Por qué tus padres, los de Kira y Mio los metieron en esta escuela si son homofóbicos? Simple, no tienen idea que la escuela apoya a la comunidad.

"Meh, solo esta confundida." En ese momento todos los sentimientos que tenía Mio por Skipper se fueron. Era como si su atracción hacia él se había vuelto odio y asco hacia Skipper. A veces hay ciertas cosas que pueden hacer, que la persona que te giste se desvanezca y esta era una de ellas en el caso de Mio.

"¿Confundida? ¿Crees que esta confundida?" Mío estaba molesto.

"Sí, claro." Skipper lo dijo con toda la naturalidad.

"Me das asco, no me hables nunca, idiota." Mio se fue. El empezó a maldecir cualquier sentimiento de atracción hacia Skipper.

¿Cómo me pudo gustar ese idiota?
Qué asco. ¿Cómo no me di cuenta de lo homofóbico que es? Agh. Pensó Mio mientras se alejaba de Skipper.

Skipper gritaba su nombre en busca de una explicación, del por qué el odio sin explicación.

[...]

Tu y Miya siguieron caminando hasta llegar a la enfermería. Esa era la segunda vez que entrabas a la enfermería, y esta vez sí necesitabas ir. La enfermería tenía un gran olor a medicina, era un pequeño cuarto con tres sillas a lado del oasis de agua y la mesa de la enfermera. La señora fue muy amable, su cabello era de color castaño con mechas blancas, por su gran edad y tenía una sonrisa que mostraban aún más sus arrugas, ella tenía una camisa de color banco y pantalones negros, no fue algo muy extravagante solo eran rasguños, se debían desinfectar y poner unas curitas.

"Eso es todo." La señora se levantó de su asiento y camino hacia su escritorio, para abrir unas gavetas. El tiempo paso muy rápido, tú y Miya se estuvieron un tiempo después de clases. "Tomen su excusa, y vayan co cuidado." La señora les entregó una gran sonrisa y la excusa para que no se metieran en problemas.

"¡Gracias!" Dijeron al mismo tiempo. Ambos salieron. Hubo un silencio, no era incomodo, al menos tú no lo pensaste así, después de todo tú estabas en tu mundo mirando alrededor.

Al final estaban a unos pasos de la ventana y la puerta de la clase, ahora serian el centro de atención seguro. Suspiraste. Miya te miro como diciendo ¿ya podemos entrar? Tu asentiste y Miya camino a la puerta, tu caminaste detrás de él, ya podías sentir las miradas de todos cuando entraran. Y así paso había un silencio cuando entraron, Miya entro primero y tu entraste después.

"¿Por qué llegaron tarde?" Pregunto el maestro. Sentías las miradas intensas de todos.

"Excusa de enfermería, sensei." Miya le entrego la excusa al maestro. El maestro la reviso, hubo un gran silencio. Empezaste a jugar con tus dedos de los nervios.

Trágame tierra... Pensabas.

"Muy bien, tomen asiento." El maestro dejo el papel en la mesa, colocando encima una grapadora. El movió su mano apuntando a los asientos faltantes, sus asientos. Ambos de ustedes asintieron y se sentaron en sus sillas, el maestro continúo explicando. Empezaron a murmurar. Suspiraste, rezando que por algún milagro te caiga un ventilador arriba de la cabeza así no ir continuar las clases, o mejor aún, morir de un solo.

La clase transcurrió, el maestro se retiró de la clase en destino a otra clase, el suspiro y se despidió de ustedes en la puerta. Varias personas se levantaron de sus asientos para estar más cerca de sus amigos y conversar mientras llegaba la maestra o maestro, no tenías idea de que hora era en esos momentos.

"Ven." Dijo Kira, tú no te lo preguntaste mucho y fuiste a su asiento. Mio se acercó a tu oído.

"Skipper es homofóbico." Susurro. Te quedaste analizando lo que te dijo Mio, tu expresión cambio, frunciste el ceño en confusión.

"¿Qué?" Eso fue lo primero que salió de tus labios.

"Tal como lo escuchaste. La amistad se acabó." Mio parecía frustrado y un poco aliviado. Enojado por el hecho que fue amigo de un homofóbico, y aliviado por no haberle dicho nada de su sexualidad y de no tener que preocuparse por sus sentimientos, Mio no es de enamorarse con cualquier persona, se enamora cada cinco años era muy raro que le gustara alguien.

"Wow, uh, lo siento mucho."

"¿Huh? Oh, estoy bien no te preocupes." Mio sonrió, no era falsa, era una sonrisa sincera.

"Si tu estas feliz, entonces yo también." Jugaste con los cabellos de Mio, como un niño pequeño. Mio y tu se llevaban como hermanos, tú nunca habías tenido un hermano eras hijo único, Mio y Kira era lo más cercano a uno, además de Reki y Tsuhiki, claro.

Kira solo los miro con una sonrisa, ella te apreciaba mucho como un amigo y casi hermano. 

Dos DesconocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora