Dos Desconocidos

18

Estabas en tu cama, escuchando música. Lo normal, ya habías hablado con Reki. No tenías de que preocuparte, al menos hasta ahora.

"¡T/N!" Exclamo tu madre, otra vez.

"¡Solo mi nombre tiene en la boca!" Pensaste, mientras te quitabas los audífonos y los dejabas en la cama.

"Mande mamá." Preguntaste bajando las escaleras.

"¿Cocinaste algo?" Preguntó tu madre, tú te paraste a lado de ella, tu madre tenía su mirada fijada en ti.

"Oh, genial. Aquí vamos de nuevo." Negaste con la cabeza y miraste abajo y sabiendo toda la frase que iba a decir.

"Eres igual a tu padre, un inútil que ni lavar sus calzones puede. ¿Estoy criando a un inútil T/N?" Esa frase la habías escuchado tantas veces en tu vida, que te la sabia de memoria, el tono y las pausas exactas.

"No mamá. Intentare cocinar, si tía me deja." Intentaste sonar como si genuinamente te importara, aunque no lo hace.

"Menos palabras más acción." Ahí se fue tu tarde de relajación, y el poder descansar. Empezaste a hacer lo queseares de la casa, aunque lo odiabas limpiaste lo mejor posible para no hacerlo otra vez, aunque cuando te piden que hagas algo simplemente lo hacías terrible a comparación que cuando te nace hacerlo. Estuviste todo el día escuchando a tu madre diciendo de como ella a tu edad ya tenía toda la casa limpia en horas y como ella lo hacía mejor, etc...

Después de un buen tiempo terminaste de hacer todo lo de la casa en un tiempo te dolía todo el cuerpo, ¿desde cuándo la casa es tan grande? Masae regreso, sentías que habia pasado una eternidad, la saludaste y te fuiste a tu habitación, ahora no podías ver anime porque arruinaba tu mente y traía demonios según tu madre, al menos no enfrente de ella. Simplemente te acostaste, te colocaste los audífonos y cerraste los ojos.

Al día siguiente tenías clases, esperabas que tu madre no te metiera en nada extracurricular o algo por el estilo. Solo quería tener una vida social, bueno ni tan social, pero no querías tener cosas extras que hacer. Intentaste ignorar ese tonto sentimiento hablando con Kira y Mio, sobre cualquier otra cosa menos padres y deberes.

Ustedes tres se encontraban dentro de la clase, cuidando el maletín del maestre que les pidió que lo cuidaran mientras elle iba a hablar con el director cobre una situación un alumno.

"¡Es injusto!" Exclamo Kira, elle se encontraba estaba sentada sobre el escritorio, tú estabas sentado en la silla del maestre, Mio estaba sentado en la silla de enfrente. "Odio exponer, ¿Por qué tenemos que exponer sobre cosas que no me importan?" Kira cruzo sus brazos e hizo un pequeño puchero. Mio rio.

"Sinceramente, creo que es necesario saber lo que vamos a exponer. Pero odio cuando todos tienen sus ojos en mí, lo odio y lo amo otras veces, pero siento que me voy a desmayar en cualquier momento." Dijo Mio con cierto escalofrió, tu asentiste como si dijeras que lo entendías perfectamente.

"Igual, una porquería." Kira rodeo los ojos. "De todos modos, ¿Qué te paso ayer no contestabas los mensajes?" Kira te preguntó, con una ceja arriba.

"Oh, amm, mi madre llegó. Así que dudo poder tener el tiempo de contestarles todos los mensajes, me puso a limpiar toda la casa mientras me decía lo inútil que era." Suspiraste.

"No te preocupes, te entendemos." Mio sonrió.

"Si, nuestros padres apenas nos dejan usar el celular en su presencia." Kira rio, al igual que tú y Mio.

"Estamos en el mismo barco." Dijiste entre dientes. Mio asintió, y Kira miro a la puerta.

"Ya viene Mx. Johnson." Kira se levantó, de la mesa y se recostó levemente en la mesa.

"Muchas gracias, por cuidar mis cosas jóvenes." Dijo le maestre, con su típica sonrisa.

"No es problema, Mx." Dijo Mio hablando por los tres. Tú y Kira asintieron, los tres caminaron hacia la puerta, dándole una corta despida al maestre. Los tres se fueron del salón de clases para caminar e intentar olvidar los problemas de los adultos.

"¿Qué tal todo con Miya?" Pregunto Mio.

"Bien, supongo." Dijiste caminando cargando a Kira en la espalada, ¿Por qué? Perdiste una apuesta, si se le puede decir. Jugaron piedra papel o tijera para ver quien cargaba a quien, ¿y adivinen quien perdió? Exacto.

"¿Supones?" Pregunto Kira.

"Si, es que no estoy seguro, no se mis sentimientos hacia él." Dijiste un poco pensativo.

"Hmm, bueno, no tienes que averiguarlo aún, siempre hay tiempo. No te estreses mucho, aún tenemos trece años." Mio sonrió. Asentiste levemente.

"Gracias, de verdad." Dijiste. Kira se percató de cierto chico gato, a lo lejos. Miya se percató de la mirada de Kira en él y se fue. Kira no sabía cuál era el propósito de Miya, pero no parecía feliz por alguna razón. Kira suspiro.

"Mierda," Kira susurro. "T/N, creo que tenemos un problema." Kira dijo con cierta preocupación en su voz. Tu y Mio detuvieron el paso.