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Tú estabas en tu habitación. Haciendo tareas atrasadas. Maldiciendo al director por poner a Miya como tu tutor. La puerta de tu habitación sonó.

"¿Mande?" Levantaste las cejas, sin despegar los ojos del cuaderno. Nadie respondió.

Agh.

Te levantaste de la silla. Dejando el lápiz en el cuaderno. Abriste la puerta.

"No me jodas." Murmuraste.

"Si." Respondió Miya con una sonrisa falsa. El venia vestido de la misma forma que cuando recién se conocieron, el traía algunos cuadernos, la hoja de trabajo y la ropa que había pedido prestada la última vez que vino. Masae estaba cerca. "¿Puedo pasar?" Pregunto de una forma cortes.

"Solo entra." Diste el espacio suficiente para que pasara. Cerraste la puerta. "¿Qué haces aquí?"

"¿Así tratas a todos tus invitados?" Pregunto Miya dejando las cosas en tu cama.

"No, pero tú no lo eres." Sonreíste de forma sarcástica.

"Oh, triste. Terminemos con esto. Apuntes." Miya apunto con el dedo índice los cuadernos "Ropa." El apunto con el dedo índice la ropa. "Y el trabajo. Para terminarlo." Miya agarro la hoja y el mostro, agarrando con cada mano un lado.

"Triste para ti quiero terminar con esa tarea." Apuntaste con la mano al escritorio.

"Adelante, pero me voy a quedar en tu habitación. Langa y Reki me molestan." Miya saco su videojuego y empezó a jugar con él. Rodeaste los ojos y caminaste a la silla. Te sentaste en ella y empezaste a trabajar. El tiempo paso y por fin terminaste la tarea, no era tan difícil, después de todo era tu mejor materia.

"Ya. Terminemos el trabajo." Miya pauso su videojuego. Él se levantó de la cama y se sentó en el suelo, donde tú estabas.

"Nos quedamos en las dos últimas preguntas." Tu asentiste, no hubo sarcasmo, entre más rápido terminaran esto más rápido Miya se iría y no lidiarías con su presencia. "Ok."

...

Terminaron la pregunta, pero volvieron a leer las preguntas y asegurarse que las respuestas eran correctas. Lograste escuchar pasos. Eran de Reki.

Genial, lo que me faltaba.

Rodeaste los ojos. Miya te miro de reojo.

"¿Me estas escuchando?" Pregunto Miya, dejando de leer la pregunta.

"¿Huh?" Dijiste, no habías escuchado ni la mitad de lo que dijo Miya. Y tal como lo escuchaste, Reki abrió la puerta de tu cuarto.

"Hey T/N- ¿Miya?" Pregunto. "¿Qué haces aquí?" Pregunto Reki.

"Hola Slime, tarea." Dijo Miya.

"Ya veo, pasaremos por ti, recuerda por donde salir." Después de eso Reki se fue.

¿Salir a dónde? La gente normal sale de la puerta, no sé por dónde saldrá este.

No hubo comentarios de lo que ocurrió y continuaron con la tarea. Y por fin terminaron. Después de eso, no hubo ni una sola palabra. Miya se fue y tu cerraste la puerta. Ahora, tenías dos tareas menos, pero tenías la mayoría de las tareas que terminar de este semestre. Estas debían ser vacaciones, no un castigo infernal.

Recibiste una llamada, agarraste tu celular que estaba en el escritorio. Eran los mellizos. Pero era una llamada grupal. Te sentaste en la silla y te pusiste tus audífonos.

"¿Hola?" Saludaste dudoso.

"Hey afortunado." Contesto Kira.

"Hola, perdón si te molestamos." Saludo Mio, él era demasiado formal.

Dos DesconocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora